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El campo visto desde Castrocalbón a mediados de septiembre y Miguel Ángel Soto, experto en bosques de Greenpeace. Peio García / Greenpeace
Miguel Ángel Soto, experto en bosques Greenpeace

«Hay que acudir a sitios como Las Médulas porque van a seguir siendo increíbles en pocas semanas»

El experto de la organización ecologista repasa lo ocurrido con los incendios en León y en otras zonas de España, y llama a trabajar para esto no se repita y no obviar el cambio climático

Miércoles, 24 de septiembre 2025, 08:07

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«En zonas del interior de Ourense, de Sanabria, del Bierzo, son zonas de ámbito mediterráneo con los veranos secos. Y nos encontramos ante una situación meteorológica adversa; con una perseverancia de la intencionalidad del fuego porque ha habido personas que han querido hacer daño y lo han hecho en el peor momento donde los incendios se el fuego se comportaba de manera que no podía ser controlado por las por los medios de extinción», es la primera reflexión de Miguel Ángel Soto sobre los incendios que han asolado España, de forma especial León, este verano de 2025.

Este experto y activista habla de la simultaneidad de incendios que «ha generado que se haya tenido que priorizar en la defensa de los pueblos, de las infraestructuras, de los equipamientos. Con lo cual ha habido mucha superficie forestal en zonas muy altas, en zonas de montaña que normalmente son frías. Por encima de los 1.500 o de los 2.000 metros en los límites de León con Zamora y Galicia, las noches son muy frescas, las condiciones meteorológicas suelen ser poco favorables a los incendios, pero no ha sido así y todo eso se ha conjugado, y además tenemos esta realidad de que son zonas ampliamente despobladas«.

«El éxodo rural comenzó en los años 50 del siglo pasado. Hay novelas y películas que narran muy bien cómo los jóvenes dejaban las ciudades, perdón, los pueblos para ir a trabajar a la industria en Bilbao, a la construcción en Barcelona, en Madrid, gente que se fue a Alemania, a Suiza«, comenta el miembro de Greenpeace y experto en bosques sobre un éxodo rural que vivió toda Europa y que en España »comenzó por las zonas más montañosas, menos productivas en términos de agricultura y ganadería. Entonces es un éxodo rural que durante más de 50 años dejó solo la gente mayor en los pueblos, no ha habido recambio, y cuando se abandonan las actividades agrícolas, forestales y ganaderas nos encontramos con el abandono de algo que antes se comía el ganado o que era transformado en biomasa porque se utilizaba para hacer fuego, calentar los hogares o cocinar. Y bueno, pues ha habido una transformación brutal en el paisaje. Entonces llegan estas condiciones de temperatura y una intencionalidad en hacer utilizar el fuego. No todo han sido negligencias o rayos, que los ha habido«.

«Es cierto que hemos visto en los veranos anteriores incendios en País Vasco, en Asturias, pero el riesgo, la concepción del riesgo es baja. Ojalá que pasáramos de tradiciones agroganaderas a tradiciones forestales donde haya aprovechamiento forestal, más tradición forestal que haga que la misma población persiga y señale a los que queman el monte» añade este experto: «Hemos visto arder viñedos, sotos de castaño en producción, superficies agrícolas donde los bomberos se suelen apoyar porque se supone que no hay combustible, y hemos visto llegar el fuego hasta las casas, o sea, era tal la intensidad del fuego que ardía cualquier cosa. Ojalá que el vínculo con el territorio haga que desaparezcan los usos intencionados del fuego, porque es difícil entender cómo en esas condiciones había personas que quemaban el monte.

«Hay mucho conspiranoico»

«Hay muchas teorías conspiranoicas», dice Miguel Ángel: «Hay quien dice que son las energías renovables, la construcción, las minas de litio, en fin... Hemos escuchado cosas en esta línea de intentar simplificar el mensaje, pero realmente la transformación del paisaje se ha generado no en una legislatura o en dos, se lleva gestando medio siglo» y «quién diga que los ecologistas no dejan limpiar el monte tiene que argumentar algo más sólido», explica este experto en bosques de Greenpeace sobre la complejidad de la legislación en materia forestal o en otros aspectos como la caza y la pesca: «Ojalá fuera cierto eso de que es culpa nuestra porque tendría una solución muy fácil».

«¿Cómo se tendría que afrontar todo tras esto y de qué tiene que servir?», se pregunta Miguel Ángel Soto: «Primero en el tema de la prevención y segundo, de hacer de los bomberos forestales una profesión, que es muy vocacional sí, pero que les tiene que dar de comer y que sobre todo que no se ponga en riesgo como hemos visto con personas que han perdido la vida y heridos graves, pues es una situación dolorosa. Creo que dentro del cóctel explosivo que explica lo que ha ocurrido, están también los recortes, desde 2008, desde la crisis financiera hubo muchos en todos los ámbitos de lo público, desde la educación, la sanidad y también en materia de departamentos de Medio Ambiente y de gestión forestal».

«Dejadez que incluye negacionismo climático»

La inversión es el otro caballo de batalla que señalan desde las organizaciones ecologistas como Greenpeace: «Todavía no hemos recuperado el nivel de inversión que teníamos entonces -tras la crisis de 2008-. Y dentro de esta sensación de que lo forestal y el medio natural no requieren inversión, pues está que hay una dejadez que incluye también unas dosis de negacionismo climático. Cuando en 2022 ardió en dos ocasiones la sierra de la Culebra en Zamora también vimos una actitud por parte de los responsables de Castilla y León de falta de previsión, de no conocer bien el territorio que estaban gestionando y resulta un problema crónico«.

«Falta material, mala dotación con falta de equipos de protección individual, equipamiento como las autobombas; y es que hay una sensación de que es un gasto inútil, de que son inversiones que no tienen retorno y puede ser cierto hasta que ocurre lo que ha ocurrido en el que el coste de la extinción va a superar el coste de lo que puede haber sido una un buen operativo previo. Cuando el presidente de la Junta ha reconocido que se podían haber hecho las cosas mejor, igual estaba pensando en que los bomberos, los equipos de extinción en Castilla León, tienen que tener unas condiciones laborales mejores, tienen que tener una continuidad a lo largo del año y que tiene que haber una inversión también en equipos« denuncia Miguel Ángel.

Comenta que aunque se haya ampliado el periodo considerado de incendio se necesita «una cierta estabilidad laboral de equipos que puedan estar interviniendo. El fuego ha superado el río Miño, ha superado infraestructuras como autovías, ha superado zonas urbanizadas y zonas porque era de tal intensidad que necesitamos tener los pueblos preparados. Es por eso que el fiscal general de Medio Ambiente, Antonio Bercer, ha pedido a los fiscales de Medio Ambiente que investiguen por qué no estaban puestos en marcha los planes de emergencia; y si eso era un delito, porque los tiene que haber unos planes de prevención de incendios y los municipios tienen que tenerlos. Pero claro, los pueblos necesitan también apoyo económico, no podemos dejar en manos de ayuntamientos sin recursos, donde no tienen capacidad de protegerse, esa preparación previa al verano para que no veamos otra vez una casa arder.Y esto tiene que ser una prioridad».

«Sí, es muy difícil apagar el fuego en las montañas, en zonas abruptas, en zonas con pendientes, y es peligroso; pero alrededor de las poblaciones tenemos que tener preparado antes de verano todo un perímetro donde nada puede arder, donde lo podamos haber preparado y eso son propiedades privadas. Y hace falta coordinación para que el fuego no alcance las viviendas, hospitales, residencias, camping, etc.», comentaba Miguel Ángel en la entrevista realizada antes de que se conociera la medida propuesta por la Junta para el futuro de unos 'anillos' de seguridad en torno a las poblaciones, aunque se podría haber planteado antes según palabras de este experto: «Llevamos recordando desde el año 2018 la Ley de Montes, que era la directriz básica de Protección Civil que dice que eso hay que hacerlo. Pues este año podemos hablar del refrán que dice 'que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena'».

«Estas zonas van a seguir siendo increíbles»

«Este verano se ha publicado un informe sobre el papel del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos. Algo que ocurrió también después de la Dana que hicieron una estimación de cómo había contribuido la temperatura del Mediterráneo. Pues el cálculo que han hecho para la ola de calor de este verano es la probabilidad de que ocurran fenómenos como los incendios en España es un 40 por ciento superior desde que se tienen registros. Estamos hablando de una contribución, no de la causa del fuego, pero sí de las condiciones climatológicas que hacen posible que el fuego se lleve todo», concluye Miguel Ángel Soto.

El experto de bosques de Greenpeace finaliza la entrevista con un mensaje de esperanza y ánimo: «Seguramente volveremos a ver el paisaje verde en enero, pero sí que es cierto que el impacto anímico sobre toda la gente que ha perdido colmenas, ha perdido negocios, la gente del turismo rural, debe estar pensando ¿y ahora qué? Y yo creo que aquí hace falta hacer una llamada a la gente para que vuelva a una maravillosa palabra volver a Sanabria, a Las Médulas, a zonas donde no hay que dejar de acudir porque son sitios que van a seguir siendo increíbles en pocas semanas».

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