«Los servicios de extinción son muy buenos, pero la gestión forestal es muy mala»
Este experimentado evaluador de incendios pide una mejor valoración y remuneración para los profesionales y mucha más inversión para evitar que los «incendios sean tan virulentos»
Según la Junta y el Gobierno, detrás de la gran mayoría de incendios que asolan León desde el viernes esta la mano malintencionada del hombre. Unas sospechas que se basan en la experiencia y en la observación de un vecino de Borrenes que impidió otro fuego al observar tres pequeñas columnas de humo lejos del incendio de Yeres.
«Con varios focos algo separados y al mismo tiempo, se suele sospechar de su intencionalidad», Celso Coco, ingeniero forestal y experto evaluador independiente de incendios, explica además que los datos sobre las causas de los incendios los publica cada comunidad autónoma. En el caso de Castilla y León, en la última década, un 57 por ciento fueron provocados. En los catorce (uno originado en Zamora) que están afectando a la provincia, once podrían ser de este tipo: casi un 79 por ciento.
Esta diferencia respecto a la media podría explicar que una parte se de deba a una acción coordinada como se apunta desde la Junta y el Gobierno, pero también puede haber más razones que hayan permitido un número tan elevado de fuegos en un corto periodo de tiempo: «Hay un grave problema con la despoblación porque sin cultivos y aprovechamiento del monte se impide que hay un paisaje mosaico que permita a los servicios de extinción atajar mejor unos incendios que, además, serían menos virulentos», señala Celso Coco.
«Hace falta que el personal tenga continuidad y esté bien remunerado»
Este ingeniero forestal apoya las reivindicaciones de los agentes forestales, brigadistas y bomberos: «Los medios de extinción tienen que estar mejor valorados de lo que están. Muchos, son mileuristas con trabajos temporales. Hace falta que se les remunere como debería ser para valorar sus experiencia y cualificación; y tienen que tener una continuidad. Se necesitan muchos más medios en superficie de los que tenemos».
«En general, tenemos unos servicios de extinción muy buenos pero la gestión forestal es muy mala. Es algo que es necesario realizar y que requiere financiación pública y privada», comenta Celso Coco: «Hay que gestionar racionalmente el terreno y evaluar de forma indivualizada cada zona».
«Incendios ha habido, hay y va a haber siempre. La cuestión es: ¿Queremos que sean virulentos o controlables?», sentencia este experto en incendios forestales.
Quemar lo quemado
Al igual que puede llover sobre mojado, también puedo volver a arder lo que ha ardido. Es lo que ha podido ocurrir en Castrocontrigo, donde en 2012 sufrieron un incendio devastador. El que este domingo llegó desde Zamora a la zona amenazaba con volver a afectar los mismos terrenos. Una superficie sobre la que aún hay que extremar más la precaución, recuerda Celso Coco: «En aquellos lugares donde ha habido un incendio, aún hay suelo y se regenera la vegetación hay que evitar que se distribuya de forma continua. Si no se limpia y se vigila como se vuelve a cubrir de biomasa, puede ser un lugar donde los incendios avancen con gran rapidez y fuerza haciendo difícil y peligrosa su extinción».
Es algo similar a lo que se debe realizar según este experto en todas partes, con una discontinuidad de vegetación -paisaje mosaico- que facilite el acceso y trabajo a través de cortafuegos, y con zonas seguras para los equipos de extinción.
Rayos latentes
Los rayos podrían estar detrás de tres de los incendios de estos días. Celso Coco explica que cuando se producen tormentas con descargas eléctricas se suele vigilar la zona porque «alguno ha podido impactar en árbol que puede estar ardiendo por dentro» pero que es muy difícil de poder verlo todo porque «puede que ese humo y fuego no salga al exterior hasta después de unas horas, un día o varios».
Así funciona un incendio
«Las circunstancias se van sumando», explica este experimentado ingeniero forestal: «La orografía y los vientos son los principales conductores del fuego. Lo habitual es que el incendio suba por las laderas y que lo haga muy rápido si además sopla el viento en la misma dirección. Aunque hay ocasiones en las que el aire, si sopla con la suficiente fuerza, haga que el incendio descienda hacia el valle».
Celso Coco concluye que, en estos días, se han dado las condiciones perfectas para que se produzcan incendios y que estos estén siendo muy importantes en León: «La orografía acompaña a casi todos, además de un calor extremo, un ambiente muy seco y una vegetación abundante y seca».