Dolor por un hermano

En la misma capilla a la que en tantas ocasiones él había acudido, muy cerca de su pabellón cubierto, a un paso de la cancha en la que entrenaba en no pocas ocasiones y al lado del patio donde paseaba o cuidaba de sus alumnos ha reposado este miércoles el cuerpo del hermano Tomás.

Flores, silencio, lágrimas y recuerdos a flor de piel en la capilla ardiente de quien ha sido una referencia del deporte en la ciudad, un elemento clave en el mundo educativo, y un representante sin igual de todo lo que significa la palabra Maristas.

Los jugadores de la cantera le llevaron un balón de balonmano, ese que tantas veces había sido su forma de vivir y hacer vivir, y un cuadro en su honor. Lo ha sido todo en este club y en esta ciudad, al que seguía disfrtando en un Palacio de los Deportes que le homenajeará al inicio de la temporada.

Una fotografía, el busto que mantendrá viva su imagen y el sentimiento de otros hermanos de congregación han arropado al hermano Tomás en el mismo momento en el que se ha abierto su capilla.

Silencio y emoción contenida ante quien ha marcado toda una época en el deporte leonés y en la propia sociedad leonesa. A lo largo de las próximas horas y hasta su funeral, previsto para la jornada de este jueves, serán cientos las personas que irán a dar su último adiós al mejor de sus hermanos.