Sonrisas y lágrimas en una emotiva vuelta al cole en León
Alrededor de 30.000 alumnos de Infantil y Primaria han arrancado este lunes 8 de septiembre el curso escolar
Un año más, la llegada del mes de septiembre ha dado pie a la vuelta al cole, generando un cúmulo de nervios en abuelos, padres y niños que, para muchos de ellos, es una sensación imposible de explicar. Sonrisas, nervios y, en algunos casos, llantos son una muestra idónea del significado de un día tan especial.
Las despedidas de los padres, en muchos casos por primera vez al estrenarse en Infantil sin haber ido antes a la guardería, se fusiona con aquellos niños cuya experiencia en cursos anteriores les ha permitido formar sus grupos de amigos, lo que supone que lleguen con la alegría de reencontrarse casi tres meses después.
Mochilas, lápices, bolígrafos, carpetas y cuadernos nuevos, además de aulas repletas de ganas de ser habitadas por los más jóvenes, dibujan un escenario muy emotivo para el primer día del nuevo curso.
Contraste de visiones con una emoción común
Para algunos, como es el caso de Magalí García, abuela de nueve nietos, no es la primera vez que toman contacto con el estreno en el colegio, aunque eso no quite que «nos de pena», pero reconoce a su vez que «los niños vienen contentos y es una gozada porque no lloran y al final hay que ir soltándolos de los padres, los profesores también les tratan con dulzura y amor».
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La sonrisa también es principal protagonista en la niña de Sandra Armesto y Javier Pérez, dos padres que admiten estar «más nerviosos nosotros que ella» y evalúan muy positivamente la primera toma de contacto, pues «ella ha visto los juguetes y al resto de niños y se ha quedado encantada, no ha llorado nada».
Algunos, como Aroa Torres, viven con emoción y alguna lágrima el estreno de la nueva etapa para su hija de tres años, teniendo que lidiar además con los sentimientos que produce el hecho que la niña «no se quería soltar de mí, como pasaba con otros niños». Aun así, admite que «es normal, hasta que se adapten, luego se lo pasan bien, pero de primeras a mí me impresiona y me emociono fácilmente, entonces salgo llorando».
La emoción envuelve a los padres
En general, se repite un escenario en el que los niños «llegan bien a clase, pero cuando nos hemos ido ha puesto carina», como reconocen Eduardo Díez y Virginia Fernández, padres de un joven que «viene de escuela de infantil, entonces está acostumbrado, pero veremos qué tal».
Mónica Álvarez, tras dejar al niño con un efusivo llanto ya dentro de la clase de segundo de Infantil, sale con aparente rostro de emoción, mientras admite que «para mí, es un drama porque te cuesta dejarles así, aunque sabemos que es parte de la rutina y confío en que se pase pronto».
Aunque ya es el segundo año de colegio, la adaptación en muchos casos es difícil, sobre todo los primeros días, que los padres viven «con un poco de angustia porque te da la cosa de que les abandonas un poco, pero es que es así, no quedan más remedio».
El estreno de los profesores
Para los profesores, el primer día también es muy especial, sobre todo para aquellos, como Inmaculada de la Cruz, que se encuentran con caras nuevas: «Encantada de recibirles y de conocerles. De momento, he visto un poquito de todo. He visto a niños súper contentos de reencontrarse, con sus compañeros de clase, de empezar el cole, y a otros niños pues les he visto más nerviosos, pero todos emocionados. Estamos estableciendo una primera toma de contacto, que creo que ha sido genial. Hemos hecho un juego para conocernos entre todos. Y bueno, pues encantada de iniciar un nuevo curso escolar, lleno de ilusión, cargados de emociones, de energías».
La maestra considera a los niños «un puzle, cada pieza con su forma y su color» y admite que el objetivo es «intentar que al final de este curso, incluso del ciclo porque miro más allá, poder formar un puzle lleno de aprendizajes, emociones y de cosas divertidas»
Sheila Martínez, tutora de quinto curso de Primaria, reconoce que «después de muchos años trabajando, el primer día sigo sin dormir, me pongo nerviosa y empiezo a soñar con ellos». Sobre los niños, admiten que «tratamos es que ellos vengan tranquilos que quiten esos miedos y que disfruten del curso que aunque es muy largo también se disfruta».
Los niños arrancan un nuevo curso
Los niños también viven con una sonrisa que les envuelve el rostro las primeras experiencias en un nuevo curso. Carla, emocionada, deja claro que están «un poco nerviosos por ser el primer día y cambiar de profesoras, pero felices porque veo a todas mis amigas» y cuenta que han empezado «hablando de las vacaciones y estrenando nuevos materiales».
Ángel Martínez y Martín Prieto, compañeros de su mismo aula, también afirman que están «muy a gusto con la nueva profesora y sin nervios». Ambos coinciden en que los que más les gusta del colegio es «el recreo y la asignatura de Educación Física» y se muestran con muchos ganas para la nueva etapa.
En definitiva, profesores, padres y niños combinan una mezcla de sentimientos que han convertido a este lunes 8 de septiembre de 2025 en un día mágico que, en la mayoría de los casos, sobre todo en los que se estrenan, se quedará grabado en su retina para siempre.