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imagen de la Catedral de León.

Cuatro de cada diez viviendas consumen más de lo que pide Europa

León se sitúa como una de las provincias con mayor demanda de viviendas de alta eficencia energética, aunque queda camino por recorrer

Sábado, 26 de julio 2025, 09:13

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Los inmuebles con una alta calificación energética se están convirtiendo en uno de los objetivos prioritarios en la búsqueda de vivienda para muchos leoneses. ¿Con qué propósito? En primer lugar, cumplir con la normativa de la Unión Europea de reducción de los gases efecto invernadero en la atmósfera de cara al 2050; y en el segundo, formar parte del 50% de viviendas de España que no superan los 40 años de antigüedad y que no tienen una valoración media con la letra E (es decir, que consume energía de forma moderada, ni muy alta ni muy baja, pero que tiene margen de mejoras).

Etiquetas A, B y C: un futuro en León

Por lo visto, los leoneses lo tienen claro: buscan viviendas con la etiqueta A (consume la menor cantidad de energía posible). El porcentaje se sitúa en el 13,3%, inferior a otras provincias de la comunidad, donde el valor más alto lo obtiene Segovia con un 14,5%. Así, nos encontramos con Burgos, en un 13,6 de eficiencia energética, y Soria, que alcanza una décima más que León, con un 13,4%. En línea descendente, continúan: Valladolid con un 12,2%, Salamanca con un 10,8%, Ávila con un 7,2%, Zamora con un 6,7% y Palencia con un 6,5%. De ahí que León, según el último estudio del portal de venta y alquiler de viviendas Idealista sobre la demanda residencial por eficiencia energética a lo largo del primer trimestre de 2025, se sitúe como una de las capitales con mayor búsqueda por parte de los compradores de inmuebles con etiqueta energética A.

«La mayoría de viviendas con esta calificación son de hace cinco años en adelante y se adhieren a un 'nuevo código técnico' de la CTE (Código Técnico de Edificación)», afirma la responsable de Inmobiliarias Húmedo, María José Martínez. «La zona de la Universidad o La Lastra tienen este tipo de etiqueta, ¿Por qué? Porque son de nueva construcción, y ya se hacen bajo esta nueva normativa», añade. ¿Qué tienen este tipo de viviendas? «Entre otras cosas: suelo radiante, sistema de ventilación… En definitiva, gastan y consumen menos». Datos que corrobora José Guerra de la de la constructora García de Celis en León: «Solo un 13% de las viviendas son de nueva construcción, y tienen la etiqueta A de eficiencia energética. ¿Qué supone esto? Menos consumo de energía, es decir, llegar a gastar solo 20 euros en todo el invierno en calefacción y ventilación. Si extrapolamos eso a una ciudad como León, es una gran ventaja».

«Esto es como las etiquetas del mundo automóvil», informa Guerra, «las nuevas viviendas al construirse ahora tienen la A, y las de hace de diez años pues la B o la C y, así, sucesivamente. Los inmuebles se van construyendo y edificando bajo las normativas existentes. En el caso de los coches cambian cada 30 años y, en el de las viviendas, suele ser menor, cada diez o cada quince». Además, expone que «también está la construcción de 'passivhaus' que consumen y contaminan menos». Este tipo de construcción tiene como objetivo minimizar el uso de la calefacción y de la refrigeración convencional, para ello el diseño aprovecha al máximo los recursos naturales como la orientación solar. «Ahora se mira más el ahorro energético, pero es como todo, con los años y el tiempo va cambiando», incide el responsable de la constructora, «el fin no es otro que ahorrar energía, en consumo y gasto económico».

A esta calificación se suman la B (consumo moderado de energía y ventajas en términos de costes y confort) y la C (se genera un consumo energético moderado, entre el 75% y 90% de la media). Alcanzan el 3,2% y el 9,4%, respectivamente. El total de ambas, que representa el 12,6%, sigue sin superar la calificación energética A, que se posiciona como la más alta en demanda por parte de los leoneses entre las tres existentes.

La etiqueta E sigue predominando en el centro de la capital

Las viviendas de León se «enfrentan», no obstante, a un gran reto: la disminución de más del 50% del rendimiento energético de la etiqueta E. En palabras directas: consumir menos del 100-110% de energía en los hogares, ya que la mayoría de viviendas leonesas cuentan con esta calificación. Pertenecen a este tipo o a esta categoría las que se construyeron a partir de 1980 o 1985. «Son viviendas con calefacción central, de muros de hormigón o ladrillo...«, indica la responsable de Inmobiliarias Húmedo. Reúnen unas «características que, con el paso del tiempo, ha requerido ir modificando a sus propietarios» si quieren reducir su consumo energético. A la hora de comprar las viviendas, las que mayores ofertas son las de hace 20 años en adelante, ya que suelen entrar en el presupuesto medio del comprador leonés».

Martínez prosigue su análisis en estos términos: «Otra opción son las viviendas con siete o más años de antigüedad. Hay que efectuar cambios en los suelos o en la ventilación, ya que no cumplen con esta normativa. Pero no son tan evidentes como sucede con las viviendas que tienen más de dos décadas». Este tipo de moradas se encuentran. En el centro de la capital, el casco antiguo, el barrio Húmero y Romántico y el Ensanche. Viviendas que cumplen años y requieren cambios, según indica el último informe de Idealista y corrobora la normativa de la Unión Europea.

El principal problema no solo tiene que ver con el consumo energético, sino que el precio elevado de este tipo de viviendas condiciona la compra. Los últimos datos del Barco de España muestran una coincidencia: este tipo de inmuebles (A y B) ha aumentado su precio más de un 9,7% en el último año, en comparación con inmuebles similares de menor calificación energética (F y G). «León es una ciudad fría y con temperaturas bajas en invierno. A la hora de construir siempre se tuvo y se ha tenido en cuenta esto. Es por ello que los muros o paredes de las casas son de ladrillo y hormigón, porque lo aíslan mejor ante frío», comenta María José Martínez.

La normativa indica una cosa, pero la realidad acaba mandando. Los expertos inmobiliarios radicados en León coinciden: la eficiencia energética es importante, pero el presupuesto muchas veces se impone a todo, debido a los elevados costes de la vivienda. Los leoneses compradores priorizan: zona y precio. Evidentemente, no todas las situaciones son iguales, no siempre es así, pero la pregunta que se formulan es esta: «¿qué puedo permitirme? Siempre está ahí, y hay que tenerla en cuenta a la hora de adquirir una vivienda». Los cambios no serán obligatorios hasta 2050, según indica la Unión Europea. Hay tiempo por delante. Hasta entonces la eficiencia energética será un cambio lento y progresivo en el mercado de la vivienda en León.

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