Luis Chacón y la Cultural, una historia de amor destinada a prolongarse
El jugador patentado entre la afición culturalista como 'niño maravilla' ha vuelto a León ante la ovación de los seguidores para seguir creciendo con la elástica culturalista
La mítica frase «nunca te enamores de un cedido» es tan sonada en el mundo del fútbol como conocida por los aficionados de la Cultural. El pasado ha dejado en León una lista de ejemplos dolorosos, y su exponente más reciente fue el caso de Luis Chacón, convertido en el héroe del ascenso de la Cultural al fútbol profesional antes de regresar al RC Deportivo.
En aquel momento, la "ruptura" fue amarga para todas las partes, conscientes de la dificultad que iba a existir para que el de Pontedeume regresará a León, sobre todo por el hecho de compartir categoría con el equipo que mantiene su contrato en vigor.
Una decisión clara
Sin embargo, el inicio de la pretemporada y la escasa participación que tuvo Chacón con Antonio Hidalgo dieron pie a las primeras voces que mencionaban la posibilidad de que Chacón regresara a León fruto de sus pocos minutos con el nuevo cuerpo técnico deportivista.
Y, aunque es innegable pensar que la primera idea de Luis Chacón pasaba por triunfar en Riazor, como todo futbolista que quiere seguir dando pasos en su carrera futbolística y en su casa, la realidad es que, llegado el momento de decidir entre salir a otro destino o volver a León, el de Pontedeume no tuvo dudas.
Primer capítulo para el recuerdo
Ya el verano pasado, cuando el RC Deportivo lo fichó para su proyecto de Segunda, optó por la Cultural como el club idóneo para seguir desarrollando sus cualidades futbolísticas. La decisión fue positiva para todas las partes, después de que el gallego consiguiera tener la continuidad deseada a las órdenes de Raúl Llona.
Sus cifras hablan por sí solas. En 2.990 minutos disputados, divididos en 37 partidos, Luis Chacón consiguió anotar trece goles y erigiéndose como el máximo goleador del equipo junto a Manu Justo. Además, su aportación fue más allá de eso, pues también sumó a su casillero particular cinco asistencias.
Pero, con total seguridad, las páginas más felices del capítulo que repasa su trayectoria en la Cultural fueron las vividas en el último encuentro ante el Andorra. Por si no había sido suficiente con su aportación hasta el momento, el atacante gallego anotó el gol ante el Andorra que le acabaría dando el ascenso a los leoneses, dejando marcada su huella definitivamente en la historia del club.
Un final feliz
En la celebración del regreso al fútbol profesional, se mostró feliz como pocos, hasta tal punto de tatuarse en su pierna el león rampante junto a la fecha del ascenso y el minuto en el que consiguió batir al portero andorrano. Además, junto a otros compañeros, se tiñó el pelo.
De esta forma, la temporada concluyó de la mejor manera y Chacón volvió a su casa, teniendo claro que las puertas del reino de León estarían abiertas para él. Y así, tras confirmar que no tenía hueco en el equipo de su tierra, puso rumbo de nuevo a León para una experiencia que no será nada fácil.
Una vez anunciado y asentado de nuevo en el equipo, el culturalista tiene la responsabilidad de devolver toda la confianza puesta en él con un papel que no será nada fácil. Por el momento, Llona requiere de ese jugador que sea diferencial entre líneas, como se podría a considerar a un Luis Chacón que, eso sí, deberá demostrarlo en una categoría donde la velocidad y la intensidad son mucho mayores.
En todo caso, el de Pontedeume regresa a León para aportar esa motivación que, quizás, necesitaban los aficionados tras un final de pretemporada agridulce y de cara a un inicio de competición que ya no da más margen para prepararse.