Los mejores lugares de León para ver las próximas lluvias de estrellas
La provincia cuenta con excelentes emplazamientos para la contemplación de este fenómeno astronómico
Los meses de julio y agosto es la época propicia para observar el cielo limpio, en su esplendor. Las estrellas y algunos planetas, como Venus, se dejan ver. Pueden ser observados. Aficionados, expertos y astrónomos aprovechan para lanzarse a numerosos puntos de la provincia (Golpejar de la Sobarriba, Cuadros, Cistierna, Val de San Lorenzo, El Cueto, Riaño) y sacar sus objetivos para 'capturarlas'.
Los cielos se cubrirán de 'Las Lágrimas de San Lorenzo', como se conocen comúnmente, o 'Lluvia de Perseidas' la noche del 12 de agosto. El firmamento ofrecerá una de las lluvias de estrellas más conocidas de la provincia. ¿En qué consiste este fenómeno? Las perseidas son una lluvia de meteoros que atraviesan el cielo a una velocidad de 59 kilómetros por segundo (unos 212.400 kilómetros por hora) y tienen el tamaño de un grano de arena o, incluso, inferior.
«Los pueblos antiguos» ya observaban este fenómeno, indica José Vicente Gavilanes, presidente de la Asociación Leonesa de Astronomía. Para eso, se necesita poco: «Lo más importante es la vista y mirar al cielo». Además, ¿qué es necesario? «mejor que no haya luz artificial, estar al aire libre y tumbarse boca arriba, ¡y a disfrutar!», sugiere Vicente Gabilanes. La asociación organiza una observación pública en la capital leonesa ese mismo día, el 12 de agosto. Aprovecharán la ocasión para ver otras estrellas y planetas, como Saturno.
Los lugares de contemplación del fenómeno lumínico se hallan repartidos por el territorio provincial. Para empezar, Las Lomas en la localidad de Golpejar de la Sobarriba, en el municipio de Valdefresno. A menos de 10 minutos de León se encuentra este emplazamiento, que destaca por su tranquilidad y su ubicación, en plena naturaleza.
El mirador de Santa Elvira, en el municipio de Cuadros, es uno de los emplazamientos preferidos de los amantes de la astronomía. Destaca por su cercanía con la capital, a escasos por 20 minutos, y por sus espectaculares vistas. Además, se encuentra ubicado en una reserva natural que lleva su mismo nombre y está situado frente a un robledal y con las montañas de fondo. Es conocido por sus impresionantes atardeceres.
Otro mirador, el de los Rejos, que está situado en la localidad de Cistierna, a unos 60 kilómetros de la capital provincial. Es preferido por los amantes y aficionados al senderismo. Su ruta de ascenso, entre pinos y robles, culmina en una espectacular vista sobre el Esla y los valles. Es conocido por sus amaneceres y puestas de sol.
Las Lagunas de Somoza, emplazadas en el municipio leonés de Val de San Lorenzo, antiguo pueblo medieval con sus calles empedradas. Se podrá disfrutar de una de las mejores vistas de las estrellas con la ciudad de fondo. En cuanto a Camposagrado, que se encuentra entre los límites del pueblo de Rioseco de Tapia y Benllera, en el municipio de Cuadros. Su ubicación cercana a las montañas es perfecta para disfrutar de unas vistas bellísimas.
El Cueto, localidad perteneciente al municipio leonés de Sancedo, ubicado en la comarca del Bierzo, representa uno de los principales enclaves para disfrutar de la lluvia de estrellas. También es conocido por sus rutas de senderismo y sus espectaculares 'vistas de pájaro'. La tranquilidad e inmensidad del cielo abierto son perfectas para gozar de la noche estrellada.
Otro buen lugar para esa contemplación nocturna es Riaño, municipio y villa del sur de León, situado en plena Cordillera Cantábrica. Para muchos, su paisaje es uno de los más bellos de España y perfecto para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.
Cada aficionado o experto tiene un lugar preferido. Y en casi todos los casos, el suyo es el mejor.
El origen del fenómeno: un mito griego y la tradición cristian
El nombre hace referencia a una leyenda que nace con la mitología griega. No es de extrañar que cada firmamento de constelaciones y estrellas que se encuentran en el universo esté bautizado con el nombre de un personaje, un héroe o un dios heleno. Por eso este fenómeno hace referencia a la constelación del semidiós Perseo (Zeus se convirtió en una lluvia dorada para acceder a la habitación de la ninfa Dánae, que engendró al semidiós Perseo).
Existe, no obstante, la traducción cristiana, que relaciona la lluvia de estrellas con las lágrimas de San Lorenzo, mártir que fue quemado vivo en una hoguera. Tal fenómeno originó que el santo derramó unas lágrimas, que a la vista del fuego de la hoguera eran doradas. De ahí que el 10 de agosto se celebra el día de San Lorenzo y coincide con este fenómeno astronómico.