Caza del lobo en León: «Bruselas ya ha dado vía libre; ahora le toca al Gobierno»
Asaja celebra la nueva normativa europea sobre el lobo y pide a las administraciones que faciliten su control en Castilla y León
La ultima semana de junio se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la Directiva 2025/1237, que modifica el estatuto de protección del lobo en Europa. Una medida largamente esperada por el sector ganadero, que considera que da un «paso clave» hacia un «mayor equilibrio» entre la conservación de la fauna salvaje y la defensa de la actividad ganadera.
Sin embargo, su aplicación en España no está garantizada. Según advierte José Antonio Turrado, secretario general de Asaja León, «Bruselas ya ha dado vía libre; ahora el balón está en el tejado del Gobierno».
«El Ministerio para la Transición Ecológica se ha mostrado contrario durante todo este proceso a cambiar el estatus actual del lobo en España», lamenta Turrado. «Por el contrario, la Junta de Castilla y León ha sido proactiva y ha defendido ante Bruselas el interés de los ganaderos. Esperamos que ahora desarrolle con agilidad la normativa para permitir un control efectivo de la especie en el territorio».
Desde Asaja, reclaman que el control poblacional del lobo se lleve a cabo mediante cupos autorizados de caza, especialmente en el norte del Duero, donde los daños por ataques a ganado son constantes. «Este método es más efectivo y más económico», defiende Turrado. «Lo que pedimos es que se permita controlar la especie conforme a la nueva normativa europea, tanto al norte como al sur del Duero».
Sin estadísticas claras y con daños continuos
Turrado también denuncia la falta de estadísticas fiables sobre los ataques, lo que dificulta valorar la evolución del problema: «En León los daños son constantes todo el año, pero si el ganadero no puede demostrarlo según los criterios del guarda forestal, muchas veces no se indemniza. Ahí seguimos teniendo desencuentros con la Junta».
El dirigente agrario señala que, aunque la Junta de Castilla y León «entiende la situación» y está dispuesta a actuar, «hoy por hoy no tiene margen legal suficiente, ni controla adecuadamente los censos de lobos».
Además, recuerda que muchos animales han vuelto al campo hace apenas unos meses, tras pasar el invierno encerrados, lo que incrementará los ataques previsiblemente en las próximas semanas.
Optimismo moderado
Pese a las dificultades, Asaja valora positivamente el paso dado en Europa. «Sabemos lo lenta que es la UE y lo difícil que es lograr una directiva por codecisión del Parlamento y la Comisión. Lo hemos conseguido gracias al impulso del sector ganadero de España y de otros países. Es un logro».
Turrado concluye con una advertencia al Gobierno central: «Si el Ejecutivo actual se empeña en no ver la realidad, esperaremos a otro que sí lo haga. Mientras tanto, el tiempo que se pierda lo pagarán los ganaderos con más pérdidas en el campo».
Un censo que refleja expansión, pero no garantiza la viabilidad genética
El segundo censo nacional del lobo, finalizado este mes por el Ministerio para la Transición Ecológica y las comunidades autónomas, arroja un total de 333 manadas en toda España, lo que supone un incremento del 12% respecto al recuento anterior (2012-2014), cuando se registraron 297. Pese a este ligero aumento, la cifra está lejos de las 500 manadas que los científicos estiman necesarias para garantizar la viabilidad genética a largo plazo de la especie.
Castilla y León continúa siendo el territorio con mayor densidad de lobos, junto a Galicia, Asturias y Cantabria, mientras que regiones como País Vasco, Castilla-La Mancha, Madrid, La Rioja y Extremadura muestran solo presencias residuales o en expansión reciente. Para Asaja, este censo reafirma que el control poblacional en zonas de alta densidad como el norte del Duero es esencial y compatible con la conservación, ya que «no se trata de exterminar, sino de gestionar con criterios técnicos, tal y como permite ahora la normativa europea», insisten desde la organización agraria.