Asaja denuncia que a pesar de la gran producción de cereal «no se han cubierto los costes»
Un informe de la Universidad de Valladolid constata que los «únicos ingresos netos que de media van a percibir los cerealistas de Castilla y León son los provenientes de la PAC»
Asaja denunció que a pesar de la gran producción de cereal en 2025 en Castilla y León los agricultores «no han cubierto los costes de producción», tal y como constata, expuso la organización agraria, un estudio elaborado por la Universidad de Valladolid, encargado por la Junta, para los productos más comunes, como son el trigo y la cebada. «Esta cuestión ya la habíamos denunciado desde la campaña anterior, porque era una realidad palpable ante la cual el sector se ha movilizado sin éxito», lamentó.
Para cubrir los costes de producción del trigo habría que vender, dependiendo de la provincia, entre los 185 y los 215 euros la tonelada. En el caso de la cebada, en función también del territorio, entre 186 y 210 euros la tonelada. El mercado, desde que se inició la campaña en el mes de julio, «ha estado por debajo de esas referencias, por lo tanto no se han cubierto los costes y se habría incumplido la Ley de la Cadena en las operaciones de venta».
Con unos costes que son en su totalidad fijos -los gastos de cultivo se hacen para conseguir la mejor cosecha, acompañe la pluviometría o no-, si la situación actual se mantiene, «cuando el sector se enfrente a un año de producciones medias o inferiores se acumularán pérdidas inasumibles para el sector cerealista, que hoy es sin duda el más castigado». A su juicio, precios bajos del grano y costes altos de los abonos y otros insumos son la «tormenta perfecta que aboca a la ruina».
El informe elaborado por la Universidad de Valladolid pone de manifiesto que, incluso en una campaña como la 2025, con buena cosecha, «los únicos ingresos netos que de media van a percibir los cerealistas de Castilla y León son los provenientes de la PAC», que «por sí sola supone un ingreso insuficiente para las familias agricultoras y ganaderas de Castilla y León, ya que no permite invertir y modernizar las explotaciones, no permite vivir dignamente del campo y no es una renta atractiva para los jóvenes que pudieran estar interesados en incorporarse».
Por último, Asaja lamentó que un informe de «tanta trascendencia», que puede servir de referencia en aspectos relacionados con la Ley de la Cadena Alimentaria, «no se haya contrastado con el sector y que no se hayan depurado, previo a su publicación, errores que saltan a la vista de cualquiera, especialmente en el capítulo del coste de fertilización, anormalmente bajo, que significaría un aporte muy insuficiente de abonado para las necesidades de producción de la agricultura cerealista de Castilla y León».