El cierre de Vestas acaba en un frente político tras culpar el Gobierno al PP

La unión de voluntades políticas para conseguir un frente único que permitiera la continuidad de Vestas en el Polígono de Villadangos ha finalizado en el mismo instante en el que la empresa ha dado como firme e innegociable el cierre de la planta leonesa.

A partir de ahí, de ese momento, los reproches. Los primeros han llegado desde el actual ejecutivo. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha dudado en culpar de la situación de la empresa en Villadangos a las políticas energéticas del Partido Popular (PP).

«Este cambio de rumbo, en cumplimiento con los acuerdos internacionales firmados por España en la lucha contra el cambio climático, contrasta con la política energética liderada por el anterior Gobierno, que no apostó por el desarrollo de energías renovables ni anticipó la necesaria transición hacia un nuevo modelo. Es en este anterior contexto en el que se enmarca la decisión del cierre de la planta de Vestas en León», aseguraba el comunicado final del ministerio a la conclusión del encuentro con los directivos de la firma.

El Gobierno también ha recordado que el sector de las renovables tiene perspectivas positivas en España por lo que incentivará la posible venta a un nuevo empresario de la planta leonesa de Vestas.

Antes de fin de año, el Ministerio para la Transición Ecológica tendrá listos el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. En ambos se establece la senda para la transición hacia un sistema energético más limpio que vendrá acompañado por un rápido incremento de la generación mediante las renovables –entre ellas, la eólica- y el desarrollo de unas reglas del mercado previsibles y estables.

Directamente el gobierno socialista culpa así al gobierno popular de no haber respaldado de forma suficiente las energías renovables y de haber apostado por otro tipo de energías dentro del mix energético.