Los policías que atraparon a los acusados del apuñalamiento en León: «No había tiempo»

La madrugada del domingo 20 de abril León vivió una noche de tensión tras uno de los sucesos que más empañó el final de la Semana Santa. A las 2:20 horas, una llamada al 091 alertaba de que un joven había sido apuñalado cerca de Puerta Moneda. La rapidez de dos agentes de la Policía Nacional, David Martínez y Álvaro Ocejo, permitió detener a los tres presuntos autores apenas pocos minutos después.

«Nos informaron de un apuñalamiento cuando patrullábamos por la zona de Lancia. Nos dirigimos de inmediato», recuerda David Martínez. A su llegada, ya había una patrulla asistiendo al herido, que estaba siendo taponado en la herida por una enfermera que pasaba por allí. «La intervención de la enfermera le salvó la vida», aseguran los agentes.

Con la primera asistencia cubierta, Martínez y Ocejo se centraron en localizar a los agresores. «Nos dieron una breve descripción: dos jóvenes y un hombre más mayor, y un dato clave: uno llevaba una bicicleta roja», explica David.

La patrulla recorrió a toda velocidad las calles peatonales en dirección a la Plaza del Grano y luego hacia la muralla, buscando zonas menos iluminadas. «Al llegar a Puerta Moneda vimos a dos individuos apresurándose a esconderse. Uno llevaba la bici roja», relata Martínez.

Desde el coche, observaron cómo uno de ellos tiraba algo al suelo. Al acercarse, Álvaro recogió una cartera negra. «Resultó ser de la víctima», confirma.

Mientras tanto, David realizaba un cacheo de seguridad al hombre de la bicicleta y encontró «una hoja de cuchillo en el bolsillo de su cazadora». Aunque inicialmente se pensó que podía ser el arma del crimen, confirmaron que era otro cuchillo que portaban «para defenderse», según declaró el detenido.

Sabían que quedaba un tercer implicado. «Cogí una linterna y busqué entre los vehículos», cuenta David. Bajo un coche, junto a una cazadora negra y una gorra, localizó unas piernas: el tercer sospechoso. «Se mostró muy violento y alterado, y tuvimos que usar la mínima fuerza indispensable para detenerle», apunta.

Uno de los arrestados intentó desviar la atención acusando a otro joven e incluso diciendo que él solo perseguía al hombre de la bicicleta para que no se escapase.

«Dijeron que el culpable era un tercero que tenía un tatuaje», recuerda Álvaro Ocejo. Al detener al último sospechoso, confirmaron que efectivamente tenía un tatuaje en el cuello, lo que reforzó aún más su identificación. «La mayor satisfacción es irse a casa sabiendo que has hecho tu trabajo y has ayudado a la ciudadanía», explica emocionado David. «Cuando trabajas con tu compañero mano a mano se nota y eso es un equipo», remarca.

Además, la colaboración de los numerosos testigos fue fundamental así como la intervención del cuerpo de Policía Local que hizo un trabajo conjunto con los agentes. «Había mucha gente en la calle por Semana Santa. Nos ayudaron diciendo detalles de la ropa: una braga rosa, una capucha… Todo eso nos sirvió para confirmar», explica Álvaro.

La rapidez fue clave para que la operación culminara con éxito. «Si hubiésemos tardado cinco minutos más, no los habríamos encontrado», reconocen ambos agentes. También destacan las dificultades de actuar en un casco histórico con calles estrechas y mucha afluencia: «Conducir rápido y seguro entre tanta gente no es fácil».

Los agentes recuerdan cómo actuar en casos así: «Lo primero es seguir el protocolo PAS: proteger, avisar y socorrer». Proteger a la víctima, avisar a los servicios de emergencia (091, 092 o 112) y socorrer solo si se puede hacer sin poner en riesgo la vida de nadie.

En este caso, la enfermera que asistió al joven fue decisiva. «Sin ese taponamiento rápido, podría haber muerto desangrado», reconocen los policías.

Días después del suceso, David y Álvaro visitaron a la víctima en el hospital. «Fuimos a verle. Estaba aún en shock tras la operación, pero nos agradeció mucho haber actuado tan rápido», cuenta David.

El joven, de 33 años, fue intervenido quirúrgicamente tras recibir una puñalada en el costado izquierdo y permanece en recuperación. Aunque no recuerda nada de la situación, su evolución es favorable y no se teme por su vida.

El cuchillo de cocina ensangrentado con una hoja de 20 centímetros fue hallado cerca del lugar de los hechos. Según la investigación, los tres arrestados, de 18, 19 y 52 años, todos con antecedentes por robo con violencia, utilizaron esta arma durante el asalto para robar la cartera de la víctima después de haberle pedido un cigarro y, este, haberles dicho que no tenía.

Los detenidos pasaron a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión preventiva. La investigación sigue abierta para esclarecer si existen más responsabilidades o conexiones con otros hechos y si existe una cuarta persona implicada.

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