La emotiva petición de ayuda de una repostera de León que ha perdido la agenda con todos sus pedidos
Raquel Maldonado ha subido un vídeo en redes sociales solicitando que la ayuden para encontrar el cuaderno y que sus clientes se pongan en contacto con ella para recuperar sus encargos
«Es una agenda en A5 -quince centímetros de ancho y 21 de alto- de gusanillo, bastante gorda, porque es noviembre y ya la he utilizado bastante, es de color beige y por dentro tiene la información de cada tarta, con la decoración y cuándo se entrega», repasa los detalles de la agenda que ha perdido una repostera de León, Raquel Maldonado Granados.
La responsable de Dulcegula la perdió el pasado lunes: «La utilicé ese día por la tarde en mi casa y después nada. He preguntado en un estanco que hace esquina de mi casa» y ha intentado buscarla por todos los medios: «Ahora nos estamos mudando, estamos entre un piso y otro, y he puesto patas arriba el piso nuevo, el otro piso, el coche, el obrador, todo. He intentado alargar todo lo posible que pude para no tener que dar la noticia, pero ya esta mañana me era imposible porque estoy acojonada por todo lo que tenía para este fin de semana, que es mucho», comenta Raquel, que se vio obligada a subir el vídeo a redes sociales pidiendo ayuda.
La repostera está impresionada por la gran difusión que está teniendo su vídeo: «Se lo agradezco enormemente a todo el mundo de León porque lo está compartiendo gente que ni conozco, me están escribiendo y mucha gente del comercio está teniendo mucha empatía, y ya me han llamado personas diciéndome lo que habían encargado pero, claro, no sé si están todas o falta alguna».
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«La faena de esto es que si mañana o el sábado me viene a ver una persona y me dice, 'Vengo a por mi tarta' no tengo tiempo para poder coger y hacer una tarta porque todo se lleva recién hecho, no hay producto congelado», afirma Raquel. «Es lo que peor llevo porque es algo que está esperando la gente y que conlleva una celebración, la tarta que me habías encargado, con la decoración que me habías encargado, con el sabor que me habías encargado....», finaliza esta repostera pensando en sus clientes.
