La construcción lamenta la precipitación en el 'cierre' y confía en un 'rebote' cuando la actual crisis finalice
El presidente de la Confederación de la Construcción (CCLC), el leonés Javier Vega, cuestiona la precipitación en las medidas del Gobierno y asegura que «si seguimos así nos va a costar mucho salir» | «Lo primero es la salud, después hay que proteger a la empresa y al trabajador, que es el corazón de la empresa», sentencia
«Lo primero es la salud. Pero después de la salud viene la economía, y no sé si el parar toda la actividad es una de las mejores cosas que se puede hacer«.
La reflexión, serena, llega de la mano del leonés Javier Vega presidente de la Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción (CCLC) y de la Cámara de Comercio, para quien las medidas del Ejecutivo central tomadas durante el fin de semana pecan de precipitación y precisarían de un análisis más profundo antes de llevar a efecto.
«No se puede parar un sábado por la tarde y sacar el decreto a las doce de la noche. Una obra no es algo tan sencillo como un 'no vayáis mañana' al trabajo«, sentencia.
Pero para Javier Vega la cuestión nuclear no se encuentra únicamente en la hibernación del sector sino en la asunción del coste por la medida: «El coste es solo para el mundo empresarial. Y no puede ser así. Se prohíben los despidos, se para la actividad con un obligatorio permiso retribuido recuperable y todo el coste es para el empresario. Tendría que ser un coste compartido con el Estado. Si seguimos así nos va a costar mucho salir«.
10.500 trabajadores
Desde la CCLC se insiste en la gravedad de la situación. En el caso de León el sector de la construcción mantiene activos a 10.500 trabajadores, un ochenta por ciento de los cuales aún se encontraba con actividad dentro del sector pese a las medidas tomadas con motivo del 'estado de alarma'.
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«El parón es repentino y debería haber tenido una planificación premia más acentuada. Es evidente que no se puede frenar la economía con esa urgencia«, recuerda Javier Vega. En todo caso, así lo advierte, »la construcción no va a liderar la crisis como ocurrió en 2008, y digo lo de liderar como expresión que debe entenderse en el contexto en el que se está hablando«.
Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción se incide en que una vez parado el motor económico su reactivación no responderá a un 'click' en un interruptor: «Habrá una crisis muy profunda con un rebote importante y el sector de la construcción será un sector refugio por tema de la propia vivienda y el sector del alquiler. Pero la recuperación de la actividad no será inmediata y se extenderá. Espero un rebote económico firme en 2021».
«Hay que proteger a la empresa y al trabajador»
En ese proceso de recuperación de la normalidad, sentencia Javier Vega, será determinante la ayuda a las empresas desde el Gobierno porque éstas «son las que generan empleo y riqueza. El autónomo, la micropyme o la pyme son el núcleo de la economía si las dejamos morir, el país se muere».
Y añade: «Eso no implica que no se proteja al trabajador, el trabajador es el corazón de la empresa. Hay que proteger al trabajador y a la empresa. Si las empresas cierran no hay trabajo y la protección de ambos es determinante. En los últimos días parece que se quiere abrir un debate sobre la necesidad de habilitar medidas de apoyo a la empresa o al trabajador, como que fuera a unos o a otros, cuando la protección debe ser conjunta y hacia ambas partes, y no cabe otra«.
Por último el presidente de la Confederación de la Construcción (CCLC), el leonés Javier Vega, insiste en la necesidad de que el Gobierno «planifique qué tenemos que hacer con cada sector. El tema de la hostelería o el comercio es clave Si no se da protección a eso se cometerá un error de bulto. No podemos hablar de fechas sobre el fin de esta crisis pero lo que sí podemos hacer es tener los deberes hechos para cuando llegue ese día toda la maquinaria esté preparada con el fin de volver a la normalidad más pronto que tarde».