El amasijo de hierro y plástico que desde hace meses 'decora' un aparcamiento de bicicletas en León

Ciertamente, cuesta discernir si se trata de una broma, una obra de arte moderno o un deshecho que debería ocupar más bien un contenedor de la basura. Desde hace varios meses, un extraño objeto se ha convertido en un elemento más del mobiliario urbano de los alrededores de la estación de tren de León.

No son pocos los turistas que llegan a León ni los vecinos que suelen pasear por la zona que ya se han familiarizado con el artilugio. Lo que parece ser el esqueleto de una bicicleta (aunque de ello tenga poco) recubierto de plásticos en forma de remiendo, sin ruedas ni soporte ocupa, desde hace varios meses, una plaza del aparcamiento de bicis junto al edificio de Adif.

La imagen es, cuanto menos, curiosa. Plástico blanco, negro y verde recubre el amasijo de hierros del que apenas es visible el material original. Un eje de color rojo aporta el toque de color mientras la zona del manillar se encuentra totalmente desestructurada en una miscelánea de materiales inconexos recubiertos de cinta.

Bromean los vecinos del barrio pensando si se tratará de una instalación artística como otras que decoran el entorno de la estación. «A lo mejor forma parte del conjunto escultórico», comentan de forma irónica ante un artefacto que, más allá de la mala imagen que da, ocupa una plaza de aparcamiento para otras bicicletas reales y en uso.

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