El Rey de Arabia Saudí nombra a su hijo príncipe heredero

Según el decreto real publicado por la agencia oficial SPA, Mohamed Bin Salmán fue nombrado además vice primer ministro, al tiempo que mantiene el cargo de ministro de Defensa. Por su parte, el príncipe Mohamed Bin Nayef, apreciado en Occidente por su acción contra el extremismo religioso, también fue despojado por decisión del rey de sus funciones de vice primer ministro y ministro del Interior.

El soberano nombró también por decreto al príncipe Abdel Aziz Bin Saud Bin Nayef bin Abdel Aziz Al Saud en la cartera de Interior. El hasta ahora príncipe heredero y ministro del Interior, de 57 años, avaló el nombramiento de su sucesor en una carta escrita al rey Salmán, según un alto responsable saudí. La televisión estatal difundió imágenes que mostraban a los dos hombres besándose tras el anuncio.

El soberano saudí invitó a los miembros de la familia real y a altos responsables a reunirse el miércoles por la noche en su palacio de la Meca para jurar lealtad al nuevo príncipe heredero.

Mohamed Bin Salmán, considerado como un reformador, acumulaba hasta ahora varios cargos: ministro de Defensa, segundo vice primer ministro, consejero especial del soberanos y, sobre todo, la presidencia del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo, órgano que supervisa Saudi Aramco, la principal compañía productora de petróleo del mundo.

Su nombramiento como heredero al trono fue aprobada por 31 de los 34 miembros del Consejo de la Lealtad, según la televisión estatal El Ikhbariya.

El Consejo de la Leltad tiene como principal función designar al príncipe heredero por mayoría de sus miembros. Este organismo fue creado en 2006 para garantizar una transición pacífica del poder en Arabia Saudí, una monarquía ultraconservadora del Golfo y primer potencia petrolera del mundo.

Al nombrar a su hijo príncipe heredero, el rey Salmán modificó por decreto el orden de sucesión, que estaba exclusivamente reservado a los hijos directos del fundador del reino, Abdel Aziz, para ampliarlo a los nietos de este último.

Esto abre la vía para que el príncipe Mohamed Bin Salmán suceda a su padre en caso de vacío de poder pero también para que la segunda generación de los Al Saud suban al trono.

Esta importante decisión tiene lugar en un contexto de crisis entre Catar por una parte y Arabia Saudí y sus aliados del Golfo por la otra, tras la ruptura el 5 de junio de sus relaciones con el gobierno de Doha, al que acusan de respaldo al "terrorismo" y de acercamiento a Irán, gran rival del reino saudí en la región.