Los infectados siguen segregando el virus durante 90 días tras curarse

La directora del órgano de control ruso Rospotrebnadzor, Anna Popova, dijo ayer durante una reunión del presídium de la Academia de Ciencias de Rusia que «tenemos constancia de que una persona que ya se ha recuperado de la covid-19 sigue excretando el virus hasta durante 90 días».

Popova matizó que «las observaciones realizadas en Rusia indican que el paciente curado de la enfermedad sigue segregando el virus unos 48 días, aunque científicos de otros países han determinado que tal plazo puede extenderse hasta los 90 días». Por eso, la responsable de Rospotrebnadzor recomendó establecer un periodo de por lo menos 90 días de prevención ante los contagios presumibles que puedan causar quienes padecieron la covid-19. Popova explicó que los pacientes recuperados «son personas que no presentan síntomas, los indicadores de sus análisis de sangre son excelentes, pero segregan el virus por la nariz».

En declaraciones a la agencia RIA-Nóvosti, el virólogo ruso, Anatoli Alstéin, señaló que un antiguo enfermo de coronavirus «sigue siendo peligroso para su entorno durante una media de dos semanas, pero existen excepciones. Los hay que conservan la capacidad de seguir infectando durante mucho más tiempo». Según Alstéin, «ni siquiera hay garantías totales contra la reinfección después de vacunarse (...) la vacuna solo aumenta las posibilidades de evitar el contagio».

Popova hizo ayer también referencia a la posibilidad de que la Covid-19 se convierta en una enfermedad estacional y nos acompañe cada año. Según sus palabras, «la covid está adquiriendo estacionalidad (...) por ahora es un pronóstico que llegue a confirmarse tal suposición, pero es bastante objetivo. En el hemisferio sur aumentó la incidencia de la enfermedad durante el invierno mientras que en el hemisferio norte los momentos álgidos han sido durante la primavera y ahora en otoño».

Por otro lado, el ministro ruso de Sanidad, Mijaíl Murashko, aseguró ayer que más de 300 personas han sido ya vacunadas en Rusia de forma voluntaria con la Spútnik V y, según sus palabras, «aproximadamente un 14 % de ellas se quejaron de cierta sensación de debilitamiento general, leves dolores musculares y fiebre en algunos casos». Sin embargo, Murashko afirmó que todos esos efectos secundarios «son reacciones previsibles».

Mientras tanto, en Rusia siguen aumentando los contagios. Desde ayer martes se han registrado 5.670 nuevos casos positivos, que son 141 más que el día anterior. El número total de infectados en Rusia desde el comienzo de la pandemia asciende así a 1.079.519 pacientes, de los que 890.114 se curaron. Desde ayer se han contabilizado además 132 nuevos fallecimientos, lo que sitúa el total de muertes en 18.917. Supone, según fuentes oficiales, una mortalidad del 1,7%, que es 17 veces superior a la de la gripe estacional (0,1%).

Los gobiernos de los 16 estados federados alemanes han llegado a un acuerdo para iniciar una fase experimental que permita a los espectadores retornar a los campos de fútbol y los pabellones de baloncesto o balonmano, entre otros deportes, pese a la epidemia de coronavirus. A partir de ahora, durante seis semanas y coincidiendo con el comienzo de la nueva temporada de la Bundesliga se autoriza el acceso del público a las gradas hasta alcanzar un máximo del 20% de su capacidad, pero al menos un millar de espectadores. Una regla que se aplicará de igual manera a los deportes que se disputan bajo techo en pabellones cerrados. El acuerdo contempla estrictas normas de higiene y distancia física, pero también una serie de restricciones como la emisión de billetes personalizados para facilitar el rastreo de posibles brotes infecciosos, la prohibición de venta de entradas a seguidores del equipo visitante, la suspensión total de la venta de bebidas alcohólicas o el control de los accesos al terreno de juego y las gradas para evitar aglomeraciones. Será obligatorio llevar mascarilla hasta alcanzar el asiento adjudicado en la grada y guardar una distancia mínima de metro y medio con otros espectadores.

En el caso de que en una población se registren en el plazo de una semana más de 35 infecciones por cada 100.000 habitantes se dictará automáticamente la prohibición de espectadores en todos sus terrenos de juego y pabellones deportivos, acordaron también los gobiernos regionales alemanes. Las distintas federaciones se han comprometido además a hacer un seguimiento científico de la fase experimental para que lo más tarde a finales de octubre pueda decidirse si se continuará permitiendo la presencia de público en las gradas o incluso sobre el posible incremento del número de espectadores. Los estados federados de Sajonia y Mecklemburgo-Antepomerania autorizaron ya el pasado fin de semana la presencia de público en los campos de fútbol con motivo de la eliminatoria para la Copa Alemana. En Leipzig se jugó con 8.500 espectadores mientras en Rostock fueron 7.500 las personas a las que se permitió acudir al estadio.

El Instituto Robert Koch (RKI), responsable de coordinar la lucha contra la epidemia de coronavirus en Alemania, cuenta con que en el futuro se dispondrá en este país de varias vacunas diferentes para combatir el virus Sars-Covid-19. «A la vista del gran número de potenciales candidatos para una vacuna es probable que al final sean autorizadas varias en Alemania», comenta Sabine Wicker, vicepresidenta de la Comisión Permanente de Vacunación del RKI, en declaraciones al grupo de medios Funke. Wicker subraya que posiblemente algunas vacunas serán inoculadas a grupos concretos de la población, por ejemplo a personas de avanzada edad, a la vista, por ejemplo, de sus efectos secundarios.

Un fuerte brote de coronavirus en la localidad bávara de Deggendorf, donde se ha ordenado hasta ahora someterse a cuarentena a 275 personas, puede tener su origen en un médico que continuó practicando pese a tener claros síntomas de la enfermedad, según un comunicado emitido por las autoridades de dicha población. El médico no abandonó su trabajo hasta que un test confirmó que es portador del virus Sars-Covid-19, señalaron las autoridades locales. La fiscalía de Deggendorf ha asumido el caso para investigar si existe la comisión de un presunto delito. Las autoridades sanitarias de la ciudad de 37.000 habitantes señalaron que cinco personas de contacto directo con el médico han dado positivo y estas tuvieron contacto a su vez con al menos otras 275 personas, que se encuentran ya en aislamiento domiciliario y a las que han comenzado a realizarse pruebas para comprobar si también son portadoras del virus. El rastreo de los responsables sanitarios determinó que una de la cinco personas que dieron positivo es una estudiante de instituto, donde se ordenó cuarentena a todos sus compañeros de clase, así como a todas las personas que viajaron con ella en transporte público cuando se dirigía al colegio.

El ministro de Sanidad y Asistencia Social, Matt Hancock, ha anunciado que la estructura de test creada en los últimos meses dará prioridad a pacientes y personal de hospitales y de residencias de mayores. El ministro tuvo que responder a una pregunta urgente de la oposición, en una jornada en la que se formaron largas colas en centros de test creados en aparcamientos y otros espacios públicos.

El 'Daily Mail' comprobó este martes que no había test disponibles en 46 de las 49 localidades en las que hay brotes que han llevado a aumentar las restricciones. El sistema da una cifra alta de test, 227.075, pero su capacidad total, que superaría los 300.000, no se cumple ningún día. Los espacios de test con automóvil permanecen vacíos y hay múltiples casos de citas que se ofrecen a muchos kilómetros de distancia de la residencia del solicitante.

La apertura de las escuelas estaría detrás del aumento de solicitudes. Los escolares regresan a sus casas con estornudos, catarros, fiebre,… que pueden interpretarse como síntomas de la covid-19. El ministro Hancock ha reconocido que el problema no se resolverá hasta dentro de «unas semanas». Y ha prometido que al final de octubre se harán 500.000 test diarios. Pero no ha ofrecido una explicación transparente de los cuellos de botella del sistema que tranquilice a la población.

Otra posible razón del aumento de solicitudes de test es el sentimiento de alarma promovido por el Gobierno para contener el aumento de casos. La ministra de Interior, Priti Patel, ha aconsejado que se denuncie a vecinos que incumplan la regla de no reunirse más de seis personas en el interior de viviendas y también que serán multadas las dos familias que se encuentren en un parque y se pongan a charlar un rato, si la suma total supera los seis.

Quince días después de la vuelta al cole en Francia, los centros y clases cerrados por casos sospechosos o positivos de la covid-19 aumentan en todo el país, según el último balance del ministerio de Educación francés.

«En estos momentos, hay 81 establecimientos cerrados y un poco más de 2.100 clases cerradas. Y hay 1.200 casos nuevos de la covid-19 de alumnos» con respecto a la semana pasada, anunció el ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista con la cadena LCI. La semana anterior había 28 centros y 262 clases cerrados por coronavirus en todo el país.

El ministro consideró que la cifra de colegios e institutos cerrados sigue siendo muy baja, teniendo en cuenta que hay unos 60.000 centros en total. «Cuando tenemos un 0,13% de escuelas cerradas y un 0,3% de clases cerradas, es una buena noticia», dijo Blanquer, quien recordó que Francia, a diferencia de otros países, ha apostado por una vuelta al colegio con clases presenciales.

El ministro recordó el protocolo a seguir en las escuelas. «En general, a partir de tres casos de la covid-19 por clase, esta clase cierra» pero esto puede variar. Las autoridades sanitarias locales son las que deciden, caso por caso, el cierre o no de una clase o de un centro. En caso de cierre, se recurrirá durante ese periodo a las clases a distancia para garantizar la continuidad pedagógica de los alumnos.

Por otro lado, los casos de la covid-19 en universidades también siguen en aumento en Francia, aunque, de momento, el ministerio no ha precisado el número de facultades o clases cerradas por contagios.

El Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA, en sus siglas en francés) de Toulouse ha decidido cerrar durante dos semanas sus puertas y pasar a dar solo clases a distancia, después de que se hayan detectado 127 casos positivos en este centro.

Desde que comenzó la pandemia, 30.999 personas han fallecido en Francia por la covid-19 y 395.104 han dado positivo en la prueba de coronavirus, según el último balance de Santé Publique France, la agencia nacional pública de Sanidad.

Francia es el tercer país europeo con mayor número de fallecidos por covid-19, después del Reino Unido (41.753) e Italia (35.633). España (30.004) ocupa el cuarto lugar en el ranking europeo, según los datos de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.