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Los jugadores de la selección española tras la derrota ante Eslovenia. EFE
España falla en el peor momento
Europeo de Croacia

España falla en el peor momento

Una defensa pobre y un ataque permanentemente atascado ante Eslovenia deja a los Hispanos con escasas posibilidades de luchar por las medallas

ELOY DE LA PISA

Martes, 23 de enero 2018, 13:35

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España tiró por la borda la mayor parte, por no decir todas, de las opciones de meterse en la lucha por las medallas. Después del impresionante partido ante Macedonia se esperaba una selección con la misma firmeza defensiva, la misma velocidad en el contragolpe y la suficiente cabeza fría para solventar los ataques posicionales. Pero nada de eso ocurrió. La defensa se deshizo ante le juego imaginativo de la primera línea, los contragolpes apenas existieron porque no se recuperaron balones y el ataque fue un compendio de falta de imaginación e impotencia.

Ahora España debe ganar este miércoles a Alemania obligatoriamente y esperar a lo que haga Macedonia ante Dinamarca. Y poner la calculadora a funcionar. Demasiadas cosas que parten de un supuesto como es derrotar a los germanos que, visto lo que ha pasado ante Eslovenia, se antoja casi imposible. España acabó el partido derrotada en el marcador y en el ánimo. Hundida, incapaz de entender cómo las cañas del domingo se han tornado lanzas. El vídeo debe ayudarles a comprender los continuos errores tácticos cometidos durante el partido.

El comienzo de España fue totalmente distinto a la exhibición vista ante Macedonia. Las características del rival, mucha más dinámico en la primera línea que los adversarios del domingo, obligaba al muro español a asumir más riesgos, por cuanto quedarse demasiado atrás suponía facilitar el lanzamiento de los laterales. Y no lo entendió bien el equipo español.

Eslovenia

Kastelic; Marguc (5, 3p), Kavticnik (3), Blagotinsek (4), Mackovsek (4), Cingesar (2) y Zarabec (2) -equipo inicial- Skok (ps), Verdinek (2), Janc (3), Potocnik (-), Bezjak (2), Zabic (2), Mlakar (2), Leban (-) y Suholeznik (-).

31

-

26

España

Pérez de Vargas; Solé (6, 1p), Gurbindo (1), Sarmiento (1), Cañellas (1), Valero Rivera (3, 1p) y Aginagalde (1) -equipo inicial- Corrales (ps), Balaguer (-), Alex Dujshebaev (2), Raúl Entrerríos (3), Morros (1), Dani Dujshebaev (1), Ariño (1), Gedeón Guardiola (1) y Figueras (4).

  • Marcador cada cinco minutos 2-2, 5-4, 6-7, 9-10, 10-10 y 13-12 (Descanso) 18-15, 22-17, 25-18, 27-21, 29-25 y 31-26 (Final).

  • Árbitros Din y Dinu (ROU). Expulsaron por tres exclusiones al jugador español Viran Morros (m.50). Además excluyeron por dos minutos a Blagotinsek (2), Kavticnik, Zabic, Mackovsek y Leban por Eslovenia.

  • Incidencias Encuentro correspondiente a la segunda jornada del grupo II del Europeo de Croacia 2018 disputado en el Varazdin Arena ente unos 4.000 espectadores.

Afortunadamente para los Hispanos, los colegiados rumanos, los mismos que dirigieron el partido ante Hungría, decidieron que esta vez era necesari o penalizar la dureza eslovena. Los pupilos de Vujovic son del mismo tejido que su seleccionador, y reparten estopa con cierta facilidad. Y tanta y tan clara mostraron que sufrieron tres exclusiones consecutivas, La primera la solventaron con un 0-2 a favor, pero las dos siguientes les condujeron a ir por debajo en el marcador.

España, en cuanto se puso por delante, pareció perder la ansiedad ofensiva que había mostrado en el primer cuarto del partido. Afianzó la defensa, robó unos cuantos balones, falló un par de contragolpes... Todo normal, pero con el choque en el lugar que quería la selección. Pero de pronto todo cambió.

Los colegiados dejaron de penalizar la dureza eslovena y empezaron a cambiar el criterio en función del área. Jugadas de siete metros y exclusión en el área eslovena se quedaban en golpe franco ante la perplejidad de los jugadores españoles. Y Eslovenia, especialista en pescar en ríos revueltos, volvió a darle la vuelta al partido.

Su guardamenta tocaba balón. Mucho más que Pérez de Vargas, y la defensa española se movía con más lentitud. Para colmo, en ataque no se encontraban huecos, y la ausencia de lanzamiento exterior obligaba una y otra vez a buscar movimientos de los extremos al pivote o desdoblamientos complicados que las defensas alternativas de los eslovenos controlaban con eficacia.

España acabó uno abajo la primera mitad. Un mal camino para encontrar el necesario triunfo. Las sensaciones eran malas.

Y la segunda mitad no las mejoró. Todo lo contrario. España inició su declive en el encuentro concediendo continuamente opciones. Desde el banquillo fracasorn todas las soluciones que se aportaron, y la defensa fue un coladero continuo.

Eslovenia, sabedora de que un triunfo le daba prestigio y moral, olió la sangre de la confusión hispana y hurgó en la herida sin compasión. Y España se fue desangrando sin remedio. Con todo, tuvo sus opciones gracias a las continuas exclusiones rivales. Pero no era el día, y pese a jugar 20 de los 60 minutos en superioridad, dos gravísimos errores de Joan Cañellas en ataque y defensa cercenaron la reacción que se atisbó pero no se produjo y que dejan a España en ese indefinido lugar que acostumbra ultimamente a ocupar en los grandes campeonatos.

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