La resaca tras el anuncio de Urtasun en León: felices pero «vigilantes» hasta que abra el telón
El compromiso de Cultura de desbloquear la reforma de edificio del Emperador y financiar su rehabilitación abre una brecha de esperanza para los amantes de las artes que confían en que se pase de las palabras a los hechos
Era una anuncio que se esperaba como agua de mayo pero que, una vez sobre la mesa y con la foto hecha oficialmente, tocará seguir de cerca para que no quede en agua de borrajas. La escenografía se disponía este miércoles en León para que el ministro de Cutura, Ernest Urtasun, saliera a escena y, como personaje protagonista acompañado de un elenco de actores secundarios, proclamara a la sociedad leonesa que sí, que ahora sí, el Teatro Emperador volverá a abrir el telón.
El compromiso del Gobierno central de financiar con el 2% cultural las obras de rehabilitación del edificio ya es oficial, firme y claro. Unos trabajos que todavía no se sabe ni cuándo comenzaran ni cuánto costarán pero que, según Urtasun, siguen un plan con pasos «concretos, precisos y calendarizados» por primera vez desde 2009 -cuando el gobierno se hizo con la propiedad del Emperador-.
Si primero se habló de 2024, luego de junio de 2025 y más tarde de este mismo otoño, parece que ahora el Gobierno se compromete ya de forma pública a que el proyecto para rehabilitar el Teatro, primer paso para que pueda volver a abrir, se licite a lo largo de 2026. Tampoco sabemos a qué altura del año, ya que dependerá en primer lugar de que el Ayuntamiento ejecute el Plan Especial para modificar la volumetría del edificio. Se desconoce por ahora la cuantía de la licitación del proyecto, que rondará «entre 500.000 y el millón de euros», una amplia horquilla que habrá de dilucidar más adelante.
Y, tras estos primeros pasos y una vez el edificio se haya reformado, será el Ayuntamiento de León con el apoyo de Diputación y Junta el encargado de equipar el teatro ya acondicionado y de, entre las cuatro instituciones, programar las actividades que acogerá su interior.
Los dimes y diretes hasta llegar a la foto «histórica» de un día «feliz»
El camino hasta llegar a la foto que unía al más amplio abanico de representantes políticos en un retrato que servirá en el futuro para peritar el avance o no del compromiso no ha sido sencillo. Dimes, diretes, pelotas en tejados propios y ajenos en los últimos 20 años de abandono del emblemático Teatro Emperador parece que llegan a su fin. Porque si hay algo en lo que todos están de acuerdo es que es necesario recuperar este espacio, pero hasta ahora nadie había dado pasos en firme para hacerlo.
Nadie, excepto los Amigos del Teatro Emperador de la Asociación Amigos de los Teatros Históricos de España (Amithe) que desde hace años han liderado, impulsado y defendido el derecho de la sociedad leonesa a recuperar un espacio clave para la cultura y el desarrollo de la provincia. Ya fuera recogiendo firmas -llegaron a recabar más de 12.000- o rodeando en un abrazo el edificio de la Avenida Independencia para exigir su reapertura, los amigos del teatro han luchado, y de qué manera, porque su deseo se haga realidad.
La propuesta de peatonalizar la calle que conecta el Teatro y el ILC
Orgullosos de que su empujón haya servido para que el Gobierno central al fin mueva ficha y preste atención a los informes, propuestas e intenciones que han ido presentando a lo largo de los años, los Amigos del Teatro Emperador celebran que el Ministerio quiera «desbloquear» el proyecto y que invite a los demás agentes políticos a sumarse.
El nuevo coordinador de Izquierda Unida en León, Rubén Estévez, también muy cercano a todo el proceso que ha conducido a este anuncio del Ministerio de Cultura, celebra el ofrecimiento de Urtasun porque supone «un gran avance» al tiempo que recuerda que la formación estará «especialmente vigilante con esta cuestión» que esperan «sea una realidad a lo largo de 2026». Piden que la reforma que se planteará en la licitación del proyecto incluya además la peatonalización de la calle trasera que separa el Emperador de la sede del Instituto Leonés de Cultura para «poder aumentar el fondo del escenario con una caja saliente» y conectar de alguna manera ambos espacios culturales. Algo que permitiría, además, programar actividades escénicas en el exterior ampliando así la oferta cultural leonesa que, consideran, está «infradotada en relación a otras ciudades de tamaño similar».
Del «coliseo» de Diez al «emblema» de Santonja y el «imaginario colectivo» de Courel
La esperanza se centra ahora en las palabras de todos los ayer presentes en el acto del Palacio del Conde Luna: del ministro Urtasun, que hablaba de un teatro que «no es solo un edificio, sino historia, identidad y una oportunidad para reforzar a León»; del alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, que lo definía como un «coliseo» y «demanda histórica de los leoneses»; del presidente de la Diputación, Álvarez Courel, que aseguraba que el Emperador forma parte del «imaginario colectivo de León»; y del consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, que hablaba de un «resurgir necesario de un edificio emblemático».
Todos los ojos de los vecinos de León estarán puestos los próximos meses en el Teatro Emperador. Porque las buenas palabras para su recuperación han sido muchas, pero los compromisos firmes pocos, y habrá que mantenerse vigilantes para que el telón vuelva a abrirse, de verdad, en su Emperador.