Un estudio muestra los 1.200 kilómetros de calzadas romanas en León
Un experto de la Universidad de León explica la importancia de este trabajo que permite conocer con precisión todos los caminos del Imperio romano
La huella del Imperio romano en León es innegable desde muchos puntos de vista con un latín que es la base de las lenguas que se hablan en la provincia, en los nombres de muchas ciudades y pueblos y en numerosas muestras de su arquitectura e infraestructuras. Estas últimas han desaparecido en gran medida aunque yacimientos como el de Lancia, las Médulas o los restos de puentes y calzadas son un recuerdo de aquella larga época en la que gran parte de Europa vivía bajo el dominio de Roma.
Ahora, un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Aarhus -Dinamarca- reúne y digitaliza el trazado de todas las vías romanas en un mapa está a disposición de todo el mundo de forma online.
Javier Fernández Lozano, profesor Titular de Universidad del Área de Prospección e Investigación Minera considera al trabajo publicado en la prestigiosa revista Scientific Data, pone de manifiesto la importancia de «combinar adecuadamente el conocimiento procedente de fuentes científicas arqueológicas, epigráficas, geográficas e históricas con herramientas para la captura, el almacenamiento, la gestión, el análisis y la representación de datos georreferenciados, que habitualmente se conocen como sistemas de información geográfica o SIG. Aunque estos últimos no son novedosos, puesto que aparecieron en la década de los sesenta del siglo pasado, su empleo en numerosos campos supone una potente herramienta para trabajar con información espacial. El interés de este trabajo reside en ser capaces de recoger, gestionar y representar una extensísima base de datos, que hasta la fecha no se había llevado a cabo, de manera que la información contenida en los mapas, atlas, estudios científicos y otras fuentes de carácter histórico y arqueológico, antiguas y modernas, se ha vertebrado para crear un detallado mapa de la red viaria romana».
Continúa este experto de la Universidad de León comentando que «la cartografía incluye trazas contrastadas, confirmadas con datos arqueológicos y que corresponden al 2,7 por ciento del total; conjeturales aquellas que son conocidas, pero no totalmente verificadas (89,8 por ciento de las trazas) e hipotéticas, aquellas trazas que conectan puntos que debieron estar enlazados (7,4% por ciento de los trazados). El resultado final es un mapa reconstruido de casi 300.000 kilómetros de vías con 103.000 principales y unos 195.000 de secundarias».
«Todo está respaldado con mapas de representatividad y categorización de variables que permiten visualizar y cuantificar la heterogeneidad espacial, la resolución y la precisión de los datos recopilados», añade Javier Fernández Lozano.
Un representación fiel
Este profesor de la ULE afirma que es una representación fiel, porque «sus autores han utilizado la base de los modelos digitales con objeto de que las trayectorias se adapten lo mejor posible a la topografía. Valles, montañas, ríos, son elementos que a menudo no fueron incorporados en los trazados de estudios anteriores, lo que supuso una sobresimplificación de la red viaria romana. En este trabajo, adaptan el trazado aportando detalle y precisión al estudio. Con ello, los investigadores han cartografiado una red principal, que coincide con los mapas elaborados por la Junta, y una red secundaria cuyos restos, en muchos casos, son conocidos ya en numerosos pueblos de nuestra geografía, pero que ahora son recogidos en un mapa que completa de forma detallada toda esta red viaria romana».
Javier señala que algunas de estas vías coinciden «a la perfección con la red viaria actual o la siguen paralelamente». Unas coincidencias que se deben a que «los romanos ya seleccionaron los mejores pasos a través de montañas y gargantas que, junto con los ríos y los valles que debían atravesar, han constituido obstáculos y buenas vías de acceso alternativas desde la Antigüedad».
Este experto afirma que la base de datos utilizada es enorme Los investigadores llevaron a cabo «la elaboración de mapas de fiabilidad y confianza que garantizan la representatividad de los datos utilizados. Se trata, por lo tanto, del mapa más completo y detallado elaborado hasta la fecha sobre las calzadas romanas y es, además, de libre acceso, consulta y descarga. Sin entrar a valorar en mayor profundidad los resultados, el artículo contribuye a abrir la puerta a futuros trabajos sobre este tipo de vías, ya que ahora los investigadores pueden definir zonas de interés y llevar a cabo estudios más detallados sobre tramos determinados de la red. Esto amplia a su vez el camino de la investigación, pues a partir de las vías pueden buscarse campamentos, mansiones y otros elementos arqueológicos de interés asociados al trazado de estas vías.
La importancia de las vías romanas
En lugares como León, sin salida al mar y con pocos tramos navegables en sus ríos, las vías de comunicación por tierra eran las principales infraestructuras que «permitieron vertebrar el territorio para controlar sus recursos, mover la economía del Imperio y enlazar ciudades, de manera que garantizasen la cohesión política y administrativa», comenta Javier: «En el caso de nuestra provincia, esa importancia era principalmente por el control de recursos como el oro. En primer lugar porque fue la base de la moneda, el «Aureo» romano, emitido regularmente desde el siglo I antes de Cristo hasta el IV. En segundo lugar, porque sirvió para financiar los conflictos armados y contiendas activas en diversas partes del Imperio; y en tercer lugar, porque fue, además, un símbolo de poder y legitimación del Emperador. El propio Augusto utilizó la moneda como una poderosa herramienta de propaganda, que le permitiría consolidar su poder y exaltar la grandeza de Roma».
El avance de la tecnología
«Los primeros sistemas de información geográfica surgieron en los años sesenta del siglo XX, cuando pasamos de emplear delineantes y realizar mapas a mano, a la gestión de datos y su análisis con la informática», relata este profesor de la ULE: «Esto supuso un revulsivo en el campo de la cartografía y la ordenación del territorio, pues permitía procesar y visualizar conjuntos de datos referenciados espacialmente. En el Grupo de Investigación Geoinca de la Universidad de León tenemos un equipo de científicos que llevan años trabajando con el uso de estos sistemas, hoy empleados en infinidad de campos, a partir de imágenes satelitales, como en el control de plagas en los castaños u otros cultivos o los incendios forestales del verano pasado en la provincia. También en el campo del patrimonio con el análisis de modelos digitales de elevaciones, que permite profundizar en el estudio de la minería aurífera romana y de explotaciones como Las Médulas y su red hidráulica».
Javier también comenta que hay muchos más campos de trabajo en los que se pueden aplicar como a nivel militar para tomar decisiones estratégicas, para elaborar mapas y planos turísticos, o a nivel empresarial para ubicar una tienda, oficina, etc.
El estudio de la red hidraúlica de Las Médulas
Esta aplicación que muestra las calzadas romanas es un ejemplo más de estos trabajos cartográficos que la Universidad de León ya conoce bien, como uno en el que se ha estudiado la red hidráulica de Las Médulas: «Se trata de un trabajo contrastado, con una robusta base de datos y un enorme detalle. Es un mapa en continua evolución, como indican sus autores, que reconocen que podrá ser completado o modificado con la colaboración del resto de investigadores que trabajan en este campo», confirma Javier.
Este profesor añade que «es lo que llamamos ciencia comunitaria y abierta. Generar una gran base de datos que pueda irse construyendo y rehaciendo para obtener un mapa único y detallado que facilite la gestión y estudio de los restos arqueológicos. Esta es básicamente nuestra idea del proyecto Evulcared, y por eso fuimos los primeros en elaborar un mapa digitalizado de la red hidráulica romana al alcance de todos. El objetivo es contar con una base de datos detallada sobre los canales romanos de Las Médulas y sus explotaciones satélite. Es un trabajo que vamos actualizando -van por la séptima versión contrastada tras los incendios, con alguna novedad- y que está disponible públicamente para su consulta y descarga en 2D y 3D; y accesible desde herramientas de libre acceso como Google Earth y Google Maps dentro del repositorio digital abierto Zenodo», finaliza Javier.