Vecinos de Babia denuncian la presencia de osos en el casco urbano: «Aquí no se vieron nunca»
Los habitantes de varios pueblos de la provincia alertan de una proliferación sin control de ejemplares y reclaman «medidas» ante el riesgo de un accidente
La presencia de osos en los pueblos de la provincia de León ha encendido las alarmas entre los vecinos de Laciana y Babia, donde en las últimas semanas se han registrado numerosos avistamientos y vídeos que muestran a los animales paseando por el casco urbano de varias localidades.
En Riolago, un pequeño pueblo de Babia con apenas una veintena de habitantes en invierno, un vecino grabó recientemente a un oso caminando tranquilamente por las calles durante la madrugada. «Ya no se quedan en el monte, ahora andan por el pueblo y los vemos a cualquier hora», relata Rogelio, residente de la localidad. «Da miedo pensar que un niño pueda encontrarse con uno de ellos.»
Otros vídeos, difundidos por los propios vecinos, muestran escenas similares en Robledo y Sosas de Laciana, donde incluso se ha avistado a una osa con tres crías muy cerca de las viviendas. Las imágenes han aumentado la preocupación en la zona, donde la población teme que la sobrepoblación de osos acabe provocando un incidente.
Nuevas situaciones
«Aquí no hubo osos en la vida. Hace diez o doce años los introdujeron y antes solo hacían daños en el ganado o las colmenas. Ahora caminan por el pueblo. La administración debe tomar medidas antes de que pase una desgracia», advierte Toño, pedáneo de Riolago.
Los vecinos aseguran que la situación está afectando a su vida diaria. Muchos han dejado de pasear solos o evitan salir de noche por miedo a encontrarse con algún ejemplar, especialmente en calles mal iluminadas. «Son animales salvajes. Si se ven acorralados o con crías, pueden atacar», comenta el vecino de Riolago.
Protocolos y expansión de la especie
Los habitantes de ambas comarcas reclaman que la Fundación Oso Pardo y las administraciones competentes aclaren qué protocolos se están siguiendo para controlar la expansión de los osos y prevenir posibles accidentes. También piden mayor presencia de agentes medioambientales y campañas informativas para saber cómo actuar ante un encuentro.
Lo que antaño era símbolo de la riqueza natural de la montaña se ha convertido ahora en motivo de temor y debate en los pueblos de Laciana y Babia, donde los osos han pasado de ser una imagen del monte a una presencia habitual junto a las casas. «La gente de la ciudad no entiende que nosotros vivimos aquí y que es muy difícil salir a la calle con miedo», explica el pedáneo.