Repunta la mortalidad animal en el «punto negro» de la provincia de León
En una visita al Canal de Arriola se ha logrado documentar la presencia de entre ocho y nueve animales muertos en un mismo punto
Representantes del Partido Animalista Pacma han vuelto a visitar el Canal de Arriola, en la provincia de León, en pleno mes de julio, y ha constatado que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) «sigue sin implementar las medidas prometidas para proteger a la fauna», a pesar de los reiterados avisos y solicitudes públicas de actuación.
Durante la visita, documentaron en vídeo la presencia de entre ocho y nueve animales muertos en un mismo punto del canal, lo que confirma que la situación no solo no ha mejorado, sino que continúa provocando muertes innecesarias. «El material audiovisual, publicado en las redes sociales del partido, busca visibilizar una realidad que la CHD lleva años ignorando», explican.
Desde 2022, Pacmaviene denunciando públicamente este problema y ha mantenido reuniones con responsables de la CHD para exigir soluciones como rampas de escape, vallados o barreras disuasorias. Sin embargo, afirman que los avances han sido «mínimos y fragmentarios», y las obras, anunciadas en varias ocasiones, nunca se han llevado a cabo. A principios de 2024 y de 2025, la formación ya alertó públicamente de la situación pidiendo una intervención urgente para evitar que el canal siga funcionando como una trampa mortal para la fauna silvestre y doméstica.
El punto negro para animales
El Canal de Arriola se ha convertido en un «punto negro» para corzos, jabalíes e incluso ovejas, que caen accidentalmente no pueden salir por la falta de rampas, terminando por ahogarse a lo largo de los 30 kilómetros de la estructura. «Esta situación no solo tiene consecuencias sobre la biodiversidad, sino que también plantea una cuestión de negligencia institucional y de falta de voluntad política», explican.
El Partido Animalista critica que la Confederación siga actuando con «parches insuficientes» y sin una planificación integral que permita proteger de forma sostenible a los animales que transitan por estas infraestructuras. Además, insisten en que este «no es un problema aislado», sino un síntoma de una gestión deficiente del territorio y de los recursos hídricos, donde el impacto sobre la fauna sigue sin formar parte de los criterios de diseño ni mantenimiento.
La formación exige de nuevo que se instalen pasos de escape funcionales en todos los tramos peligrosos y se publiquen datos oficiales sobre la mortalidad de animales en este tipo de canales. «No puede ser que, año tras año, sigamos encontrando cadáveres mientras la administración haga como que no va con ellos«, concluyen.