Un vino de autor, en Bodegas M. Miñambres

El vino es una de las señas de identidad en la gastronomía leonesa y en la zona sur de la provincia no se puede hablar de este singular manjar sin mencionar la bodega M. Miñambres. Situada a la salida de Villamañán la bodega cuenta con una larga extensión de viñas que hacen de su entorno un lugar admirable por su belleza.

Las variedades de prieto picudo y albarín sirven para elaborar los caldos de la bodega. La uva procede exclusivamente de los viñedos de la familia que en la mayoría de los casos superan los 50 años de antigüedad. También poseen dentro de las variedades de cultivo tempranillo y cabernet.

La vendimia se realiza a mano con una esmerada elaboración y cuidado para seleccionar uno a uno los racimos que pasarán a formar parte de la reconocida bodega. Una perfecta combinación de la tradición de la que desde 1876 la familia hace gala combinada con las nuevas tecnologías y los avances necesarios han hecho que M. Miñambres sea ya un referente dentro de los vinos de la provincia.

Cuarta generación

Dentro de una zona de larga tradición vinícola, como es el sur de la provincia leonesa, la familia Marcos Miñambres tiene una amplia experiencia en el sector de la viticultura, en el cual disfruta de un reconocido prestigio, avalado por una dedicación plena y una tradición trasmitida de padres a hijos.

Bajo la dirección y entusiasta dedicación de Pedro Marcos la bodega dio uno de sus pasos más importantes en 2002, con la modernización de las instalaciones de las que ahora disfrutan en Villamañán. La familia ha transmitido su sabio legado cultural y un riquísimo patrimonio vitivinícola generación tras generación desde 1876, por lo que M. Miñambres sigue siendo referencia en la zona de producción del sur de la provincia.

Un placer para los sentidos

Los Silvares, uno de los vinos más exclusivos de M. Miñambres, toma el nombre de la parcela de la que procede la uva, al pie de bodega. Un tinto, reserva, de un color rojo intenso que desprende aromas a fruta madura y tiene ciertas notas a madera.

La variedad blanco Albarín dispone de un color dorado y cristalino, con algún reflejo verdoso. Es un blanco que evoca a heno y lichi, así como a hierbas finas y fruta madura. Todos estos matices hacen de este blanco un conjunto muy agradable y apetecible, que provocará sensaciones muy extravagantes a fruta tropical.

Recuerdos y cariño

Pasear por las instalaciones de M. Miñambres es hacer un recorrido por la historia de la bodega y el cariño de sus clientes. No hay ni un solo rincón en el que no se pueda ver una muestra de carió y agradecimiento por un producto único y muy especial.

Llaman especial atención las barricas de la bodega, donde se pueden leer dedicatorias y firmas de aquellos que en una visita apreciaron el cariño y la dedicación que la familia Marcos Miñambres pone en cada uno de sus vinos.