Santonja se muestra «absolutamente convencido» de que el pacto de legislatura «va a durar»
Cuestionado sobre la incoación de 190 vestigios franquistas, el consejero recalca que cumplirán la Ley de Memoria Histórica
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, se muestra «absolutamente convencido de que el pacto de legislatura va a durar», y recalca que su reto es «sacar adelante la Consejería de Cultura, ordenarla y utilizar bien los recursos» de los que dispone. En una entrevista que publica en su edición de hoy el 'Diario de Valladolid-El Mundo', el bejarano subraya que quiere «estar a la altura» del cargo que ocupa: «Si me he embarcado en este asunto, es porque creo que va a llegar al sitio anunciado».
Prioridades
En cuanto a las prioridades que se ha fijado para el departamento que encabeza, Santonja reconoce que le «preocupa» la situación de Siega Verde, que «es patrimonio mundial y debe estar donde están los patrimonios de la humanidad». «Me preocupaba mucho la desvirtuación que se estaba produciendo del Camino de Santiago como camino de peregrinación espiritual. Y me preocupaba la expulsión de Las Edades de Castilla y León. Tengo un programa de logros que creo que podemos afrontar en este periodo, y otros que me gustaría dejar encauzados, como los monasterios y conventos de Castilla y León, que no se sabía ni cuántos eran ni en qué condiciones estaban», explica antes de afirmar que no contempla hacer «planteamientos quiméricos» ya que no tiene «edad para ellos».
Polémica de Vox
Sobre la polémica que se ha despertado en el Parlamento autonómico tras la petición de Vox de incoar como BIC 190 vestigios franquistas, explica que «cuando llega una petición hay que estudiarla, considerarla con profundidad y, a partir de ahí, actuar.», además de aclarar que, por el momento, «la única realidad» es que han incoado el procedimiento de declaración de BIC de la Pirámide de los Italianos y que anunciaron el propósito de declarar BIC la pensión de Antonio Machado en Segovia.
«A mí las placas en los muros de las iglesias no me molestan para nada. Creo que responden a la intrahistoria de los pueblos. Sólo es una relación de muertos. ¿Alguien ahora cree que los que están muriendo en los frentes de Ucrania son los hijos de Putin o de los oligarcas del petróleo ruso? Los que están muriendo son muchachos que han movilizado de las regiones a lo mejor más pobres de Siberia. Y si en ese pueblo ponen una placa con su nombre, ¿a quién le molesta? No tienen más valor que el sentimental. Si esa placa tuviese una exaltación de la guerra, yo me opondría. Hay una ley de memoria histórica y, como todas las leyes, la vamos a cumplir», sentencia.