Piden ocho años de cárcel a un hombre por agresión sexual a su expareja en Cáceres quince días después de separarse
Los hechos se produjeron en la vivienda en la que estaba la hija de ambos, de dos años
Un hombre se sienta este martes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Cáceres para hacer frente a ocho años de cárcel acusado de agresión sexual sin acceso carnal a su ex pareja dos semanas después de romperse la relación, que había durado tres años. Los hechos se produjeron en Cáceres el día 29 de marzo de 2024 cuando entró al domicilio familiar para ver a la hija de ambos, de dos años, utilizando la llave que conservaba, tal y como describe la Fiscalía Provincial de Cáceres en sus calificaciones. También encara un delito leve continuado de injurias y vejaciones en el ámbito de la violencia sobre la mujer por dirigirse a ella con expresiones como 'puta'.
En el domicilio el acusado se encontró a su hija, a su expareja y a un amigo de esta, lo que hizo que reaccionara de forma violenta, dirigiéndose a ambos con expresiones como: «¿Es tu nuevo amante?». La mujer le puso de manifiesto que no tenía intención de entablar ninguna relación sentimental y el acusado se bajó con su hija a la calle, para subir a los 15 minutos.
El acusado arrojó en la cama a la joven mientras la besaba y lamía en el cuello y le decía: «vas a ser mía»
En ese lapso el amigo de la mujer ya se había ido de la vivienda y cuando esta cogió a la niña en brazos, describe la Fiscalía, en la entrada de la casa, el acusado la agarró la ropa por por la zona del pecho, lo que tuvo que soltar a la pequeña. Volvió a agarrar, esta vez con las dos manos, la vestimenta de la mujer y la condujo empujándola hasta la habitación donde la empujó por los hombros. Allí la arrojó hasta la cama, tirándose encima y diciendo: «vas a ser mía». La joven forcejeó y le dijo que le dejara para no empeorar las cosas, mientras él la besaba y lamía en el cuello e intentaba besarla en la boca y subirle la ropa hasta que finalmente consiguió salir de ahí e irse al salón.
Allí, y delante de su hija, el acusado volvió a dirigirse a la joven diciendo que era una puta y que se había dado prisa en emparejarse de nuevo. «No has dejado que se enfríe la cama», indicó, a lo que ella pidió que lo dejara y se fuera, por lo que se marchó el acusado del domicilio.
Como consecuencia de esos hechos la joven sufrió un cuadro de «nerviosismo y dolor en los hombros». Precisó una primera asistencia facultativa y tres días de curación de perjuicio básico curando sin secuelas.
Desde que pusieron fin a su relación cada vez que el hombre iba a ver a su hija se dirigía a ella con expresiones como puta. Un día después de producirse estos hechos el Juzgado de Instrucción número 3 de Cáceres, en funciones de guardia, se acordó orden de protección y se prohibió al hombre acercarse a su expareja a una distancia no inferior a 200 metros de su persona, domicilio, lugar de trabajo y lugares que frecuente aún cuando no se encuentre en los mismos, así como la prohibición de comunicar con ella por cualquier medio.
Según cuenta el Hoy, por el delito de agresión sexual, además de afrontar los ocho años de cárcel que le pide Fiscalía, se le solicita libertad vigilada por un tiempo de 10 años y la pena de privación de la patria postedad por tiempo de cuatro años. Por el delito leve continuado de injurias y vejaciones injustas se le impone la pena de 30 días de localización permanente, la prohibición de acercamiento a la persona perjudicada en una distancia de 500 metros a su domicilio, lugar de trabajo o lugares frecuentados por la misma. Se le solicita también una indemnización a su expareja de 3.000 euros en concepto de daño moral.