Viernes, 20 de julio 2018, 17:18
En Filipinas, cuando llueve, llueve de verdad. Las calles se inundan, los mares se vuelven peligrosos, algunas rutas quedan intransitables y son habituales las cancelaciones de los ferrys y autobuses. Es lo que sucede estos días en varias provincias del Área de Manila y regiones cercanas. Las intensas precipitaciones generadas por el monzón del sudoeste y el paso de la tormenta tropical Son-Tinh han provocado serias inundaciones en estas zonas. Pero lo más complicado son los tifones, que pueden llegar en cualquier momento entre junio y finales de noviembre, en especial en las islas de Visayas y Luzón, donde están tomadas una parte de las fotografías.
Mark R. Cristino - EFE / Erik De Castro
En Filipinas, cuando llueve, llueve de verdad. Las calles se inundan, los mares se vuelven peligrosos, algunas rutas quedan intransitables y son habituales las cancelaciones de los ferrys y autobuses. Es lo que sucede estos días en varias provincias del Área de Manila y regiones cercanas. Las intensas precipitaciones generadas por el monzón del sudoeste y el paso de la tormenta tropical Son-Tinh han provocado serias inundaciones en estas zonas. Pero lo más complicado son los tifones, que pueden llegar en cualquier momento entre junio y finales de noviembre, en especial en las islas de Visayas y Luzón, donde están tomadas una parte de las fotografías.
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