El vuelo de medio siglo de Superman

«Usted creerá que un hombre puede volar», rezaba el póster de 'Supermán' (1978), que se estrenó en los cines españoles el 6 de marzo de 1979. Cuarenta años después del primer cómic del Hombre de Acero, Richard Donner dirigió un clásico del cine popular protagonizado por el único superhéroe que nació siéndolo, el único que se disfraza para convertirse en hombre y camuflarse entre el resto de los mortales.

Para muchos, aquel filme pionero sigue siendo la mejor película del género gracias al compromiso entre el reverente tratamiento del mito y su disección irónica. A los 26 años, Christopher Reeve tan sólo había intervenido en una película, 'Alerta roja: Neptuno hundido'. Los hermanos Salkind, poseedores de los derechos del personaje, buscaban a un «ilustre desconocido» para interpretar al mismo tiempo a la mole heroica y al encogido Clark Kent. Medio mundo estaba agazapado para saltar contra el nuevo guaperas extraído por Hollywood de la nada. Pero Reeve no era un mequetrefe, sino un consumado actor curtido en los escenarios a quien el disfraz azul pronto le vino estrecho.

Marlon Brando se hizo multimillonario por apenas diez minutos de aparición. El actor cobró 14 millones de dólares entre su salario y la participación en los beneficios, una cifra récord que superaría Nicolas Cage al recibir 20 millones por una película que nunca se hizo: el 'Superman' de Tim Burton. ¿Ha habido alguna vez algún villano más carismático y divertido que el Lex Luthor que encarnó el llorado Gene Hackman?

'Superman' fue la segunda película más taquillera aquel año solo por detrás de 'Grease'. El humor a la hora de acercarse al héroe se mantuvo en las dos secuelas posteriores, a cargo de Richard Lester, 'Supermán II' (1980) y 'Supermán III' (1983). Pero, en 1987, 'Supermán IV. En busca de la paz' puso una vergonzosa coda al personaje, un chapucero remate a la franquicia con pobrísimos efectos especiales que sufrió recortes de presupuesto y de metraje. Cuando los Salkind vendieron los derechos a la Cannon, una productora especializada en cine de acción, Reeve aceptó interpretar las secuelas bajo la condición de meter mano en el guion.

«Pretendí devolver dignidad a Supermán. Pero se gastaron poquísimo dinero y no se respetaron mis ideas. Quedé francamente descontento del resultado final», lamentaba el actor, que en 1995 sufrió un accidente de equitación que le postró en una silla de ruedas hasta su muerte, en 2004. La 'maldición de Superman' se cobró en 2018 la vida de Margot Kidder, inolvidable Lois Lane en las cuatro entregas. La autopsia reveló una sobredosis de fármacos y alcohol.

Superman regresa este verano de 2025 (11 de julio), en el que Lex Luthor parece haber servido de inspiración a presidentes estadounidenses y empresarios tecnológicos metidos a políticos. Al frente, un cineasta-autor como James Gunn, que de Marvel pasó a DC tras ser despedido por Disney a causa de unos viejos tuits de dudoso gusto sobre pedofilia y violaciones.

El autor de 'El escuadrón suicida', la trilogía 'Guardianes de la Galaxia' y la serie 'El Pacificador' firma un divertimento veraniego alejado de la trascendencia y la épica de Christopher Nolan y Zack Snyder. Su desconocido protagonista es David Corenswet, visto en 'Hollywood', 'Twisters' y la serie 'The Politician'. El actor hacía años que confesaba en las entrevistas que le encantaría calzarse las mallas de Superman, alejándose de la gravedad que había imprimido al personaje el británico Henry Cavill en 'El Hombre de Acero' (2013), 'Batman v. Superman: El amanecer de la justicia' (2016) y las dos entregas de 'Liga de la Justicia', todas ellas de Zack Snyder.

Jerry Siegel y el dibujante Joe Shuster presentaron al hijo del planeta Krypton en 1938 en el primer número de la revista 'Action Comics'. Una década más tarde, Kirk Alyn ya se vestía el traje de licra en un serial televisivo. Por desgracia, Christopher Reeve no pudo cumplir la profecía que aventuraba al final de la cuarta parte, cuando llevaba volando a Lex Luthor a prisión: «Nos vemos dentro de veinte años».

En efecto. No fueron veinte años, sino diecinueve los que tardó Bryan Singer en ahogar en pretenciosidad las evoluciones de un tipo con una capa en 'Superman Returns', aprovechando que la televisión había mantenido viva la fascinación por el personaje gracias a series como 'Lois y Clark' y 'Smallville'. Solo era cuestión de tiempo un regreso a la saga o, como se dice en el argot de Hollywood, un 'reboot', un relanzamiento que, en principio, supone una inflexión en la historia. En nuestro país, merece la pena destacar la simpatiquísima 'Superlópez' escrita por Borja Cobeaga y Diego San José a partir de los tebeos de Jan, que homenajeaba todo el tiempo el largometraje de Richard Donner.

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