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Reabre al tráfico la calle Herreros con su edificio en ruinas sin reparar ni demoler
El inmueble situado en el número 9 de la calle Herreros, declarado en ruinas en abril, ya no presenta el vallado colocado en marzo permitiendo el paso de peatones y pequeños vehículos
Sin aviso ni razón aparente, el tramo de calle Herreros entre Trastámara y la plaza de las Concepciones vuelve a estar abierto parcialmente al tráfico en León. Lo único que evita que coches, camiones o furgonetas accedan desde esta última (porque desde Trastámara, Capilla y el resto de Herreros sería posible) es una jardinera colocada a unos metros de un edificio que no presenta ningún cambio desde que a finales de enero se cortara la vía por riesgo de desprendimientos.
Casi medio año después de aquella primera noticia se han sucedido todo tipo de novedades, como que aquellas restricciones iniciales no fueron tomadas en cuenta por algunos vecinos que reabrieron la calle retirando las vallas en febrero.
No fue hasta marzo cuando el corte se convirtió en total gracias a un vallado metálico que impedía el acceso por completo a la zona de un edificio que se anunciaba para su venta en diferentes portales inmobiliarios y que en abril era declarado en ruina por el Ayuntamiento de León.
Ahora, en pleno mes de julio, tras modificar recorridos de procesiones, y ante la sorpresa de muchos, ese perímetro de seguridad desaparece para permitir de nuevo el tránsito de peatones, bicis, motos, patinetes..., de todo menos vehículos de grandes dimensiones. Marcelino Escudero, propietario del Bar la Sacristía cuenta a Leonoticias que quitaron la valla «ayer a mediodía -lunes 14 de julio-» y que «parecía que el dueño iba a hacerse cargo con la empresa que tiene puesto el cartel pero que se han debido desvincular porque lo iba a vender».
¿Vendido? ¿Obra inminente?
Una teoría que casa con lo que desde Proequip Mediciones confirman a Leonoticias. La constructora, consultoría y compañía de diseños asegura que ya ha informado al Ayuntamiento de que el propietario decidió no seguir adelante con su propuesta por lo que las licencias solicitadas por ellos quedan sin efecto y en ningún caso son ya responsables de nada que ocurra ni de las posibles futuras obras que se realicen.
Desde Proequip tampoco conocen si el dueño ha completado el proceso de venta del edificio ni a quién se habría realizado en el caso de haberse hecho como le habían aconsejado. El cartel de la empresa, colocado hace unas semanas será retirado en las próximas horas.
«Los peligros siguen»
Mientras, los peatones vuelven a circular junto a un edificio que provocó el cierre de urgencia de la calle y que sin mejorar su situación vuelve a amenazar con desprendimientos a quienes se aventuren a cruzar por este tramo de calle Herreros: «No han tocado nada. Lo han quitado ayer, simplemente quitó el Ayuntamiento las vallas. Me imagino que sea porque vayan a empezar las obras, pero saber realmente no sabemos nada», dice Marcelino Escudero.
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El dueño del Bar la Sacristía no comprende muy bien, mientras varios clientes asienten, el retirar un vallado cuando «los peligros en teoría siguen» y si cuando comiéncen las obras se volverá a cortar la calle.
