La gran estafa de Feve ya calienta su próxima parada en Madrid
Un manifiesto recogerá las firmas de personas reconocidas de la provincia para acudir ante el Ministerio de Transportes
Tras seis manifestaciones en la provincia de León, el tren de Feve dejará la Cordillera Cantábrica y atravesará Castilla para hacer una próxima parada en Madrid.
La gran estafa que para muchos supuso el fin de la llegada del tren a la estación de Matallana, en un amasijo de promesas y engaños que caminaban en vía muerta, ha obligado a dar este paso y que la reivindicación llegue en un mes hasta las puertas del despacho de Óscar Puente.
El Ministerio de Transportes, competencia única en materia ferroviaria en el país, será el escenario de la puesta en escena del «agravio simbólico» que la línea sufre en León, la punta del iceberg de «la decadencia y despoblación» que asola una tierra que no se rinde.
La plataforma de usuarios ha convocado a las 13:00 horas, el próximo 7 de junio, en una concentración que exija que el tren vuelva al centro de la ciudad como lo hacía en 2011, sin trasbordos a autobuses diésel ni eléctricos.
Una historia de engaños
A las 22:10 horas, del 18 de septiembre de 2011, salía de la estación de Matallana el último tren con pasajeros que recorría las calles de las Ventas hasta La Asunción. Un trayecto que llevaba haciéndose 88 años de forma ininterrumpida y que daba servicio a los vecinos del Torío y la Montaña Oriental de León.
La primera promesa política hablaba de una medida temporal, de un año y medio, que serviría para tender la nueva vía y encajar el tren en el entramado urbano. Para ello había que llevarse el tren a un apeadero a dos kilómetros del centro y con ello avanzar en la integración de Feve.
Han pasado 14 años y el tren sigue en La Asunción, a pesar de que las obras se acabaron. Las promesas de casi cinco lustros se han ido concatenando, entremezcladas con «incongruencias», que han hecho un daño «irreparable» a la León-Guardo.
En este tiempo se han perdido tres cuartas partes de los viajeros y las averías, sustituciones no anunciadas y retrasos hacen temer «por la propia existencia del servicio en un futuro no muy lejano».
El último impulso de la sociedad leonesa, tras seis manifestaciones sin resultado, han sido una serie de encuentro, a través de la plataforma creada para tal fin, y unas mociones aprobadas en ayuntamientos y la Diputación de León. Sin embargo, en Transportes «siguen sin poner soluciones» y la estación muere vacía ante la falta de voluntad política.
Por ello se hace un llamamiento a personas representativas de la sociedad leonesa para que firmen un manifiesto del que se hará lectura en Madrid el próximo mes de junio.
