Francisca Bohigas Gavilanes, la primera y única diputada de derechas católicas en la II República por León
Maestra e inspectora de enseñanza natural de Barcelona pero asentada en La Bañeza, fundó Acción Femenina Leonesa y fue la única candidata de la Confederación Española de Derechas Autónomas en lograr un escaño en las elecciones de 1933 | Su retrato lucirá en el Congreso
Una mujer luchadora, con ideología, iniciativa y mucha actividad política. Así puede resumirse brevemente la figura de Francisca Bohigas Gavilanes (Barcelona 1893-Madrid 1973), quien fuera la primera diputada de derechas en el Congreso tras lograr el único escaño de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) por la provincia de León en las elecciones de 1933 y, por ende, la primera mujer de derechas católicas en hacerse hueco en el hemiciclo de las cortes de la república.
Su nombre volvía a saltar a la actualidad este mes de julio. El Congreso aprobaba esta misma semana la colocación de retratos circulares de ocho de las nueve diputadas que tuvieron escaño durante la Segunda República -las primeras mujeres elegidas diputadas democráticamente en España- incluida la dirigente comunista Dolores Ibárruri 'Pasionaria', Victoria Kent, Margarita Nelken, o la propia Bohigas, que se sumarán al de la sufragista Clara Campoamor que logró su acta en 1931 y cuyo retrato ya está presente. La decisión ha salido adelante solo con los votos del PSOE y Sumar, pues el PP ha optado por no participar en la votación, según recoge Europa Press.
La colección de tondos de la institución que homenajea a parlamentarios ilustres, la mayoría del siglo XIX, está solo compuesta por varones. En 2011, bajo la presidencia del socialista José Bono, se instalaron los últimos en homenaje al presidente de la II República Manuel Azaña y al primer jefe del Gobierno tras la dictadura y artífice de la Transición, Adolfo Suárez. Fue en marzo de 2024 cuando la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, defendió la necesidad de ampliar la presencia femenina en las colecciones de retratos y esculturas de la institución, pues únicamente hay de las reinas, las presidentas de la Cámara y Campoamor.
De Lleida a La Bañeza y su salto a la política en Madrid
Pero, ¿quién fue Francisca Bohigas Gavilanes y por qué logró un escaño por León? Aunque nació en Barcelona, su carrera profesional tras estudiar magisterio y leyes comenzó en Lleida, donde trabajó como inspectora de primera enseñanza y pudo formarse en el extranjero. Fue en las primeras décadas del siglo XX cuando el destino la une a León. Por razones personales (su relación familiar con un abogado leonés, Antonio Eguiagaray) y profesionales traslada su residencia a La Bañeza, donde ocupó la plaza vacante de inspección de enseñanza, tomando posesión en febrero de 1928.
Fue en su etapa leonesa donde la pasión por la política comienza a despertar en Bohigas y su desarrollo, a dispararse. En 1931 participó como fundadora en el nacimiento de Acción Femenina Leonesa, participado solo por mujeres y que defendía el papel de estas en política.
Dos años después, en 1933, en un congreso nació la Confederación Española de Derechas Autónoma (CEDA). Bohigas, cada vez con más voz a nivel nacional, fue la candidata del partido en León y logró su escaño, convirtiéndose en la primera diputada de derechas y católica y empezando una intensa actividad parlamentaria en las Cortes donde formó parte del grupo de mujeres que formó parte de la vida política de la República.
Defendió el papel de la mujer en la vida pública
Católica, defensora de la participación de las mujeres en la vida pública y política y de su independencia económica, abogaba por exigir que el papel de la mujer saliera de la esfera privada y que las jóvenes encontraran un futuro profesional. En 1936 salió de las listas de su partido y concluyó su trayectoria política en un momento convulso con la Guerra Civil y la posterior dictadura.
Después de su etapa en el Congreso regresó a su trabajo como inspectora de enseñanza, pero cuando el bando sublevado ocupó León, fue suspendida de empleo y sueldo. Finalmente, sería trasladada a Sevilla, donde siguió ejerciendo y donde escribió libros sobre la familia tradicional cristiana y los valores de la cultura y las tradiciones católicas. Murió en Madrid en 1973.
Su nombre y su rostro ocuparán un espacio privilegiado en el Congreso con la decisión de que su retrato, con el de sus compañeras políticas, preserve para siempre su historia.
