Dos años de Vox en San Marcelo: mucho ruido, nula relevancia y divididos
La falta de capacidad para gestar mayorías impide una acción política cuyo máximo eco ha sido el paso de uno de sus concejales a no adscrito por «faltar al dictado de Madrid»
Cuatro años después de que el recuento de una mesa en Pastorinas les dejara sin alcanzar el porcentaje mínimo para lograr representación en el Ayuntamiento de León, Vox lograba superar este pistón y aseguraba su asiento en San Marcelo.
Sin embargo, lo hizo con menos concejales de los que los votos les habían dado. Unas 800 papeletas fueron rechazadas por defecto de forma, al incluir únicamente 25 nombres y no los 27 que debían completar la lista. Su número de ediles pasó de 3 a 2, pero Blanca Herreros e Ildefonso del Fueyo tomarían posesión en julio de 2023 y Vox entraba por primera vez en la corporación municipal de la capital leonesa.
«Esa llegada fue buena para el partido, pero todo esto ha tenido otra cara después», confiesa la portavoz. Tras arrancar pisando fuerte en un primer pleno con mucha intervención y votar con el Partido Socialista en contra de la urgencia de una moción que PP y UPL presentaron en defensa de respetar la muralla junto al antiguo Luisón, el Grupo Municipal de Vox duró apenas un año.
Del Fueyo dejó las siglas y pasó a no adscrito «por circunstancias internas» y una serie de discrepancias que el concejal entendía «insalvables». «Lo mejor era irme. No compartía muchas cosas que el partido pregonizaba», relata un año después de su salida de Vox, un partido que, a su juicio, «cambió en ese tiempo» y vio cosas que no compartía. «Primero están mis principios. No puede haber un dirigismo imperante. El partido no tiene cintura, todo viene impuesto y yo no les iba a dejar invadirme», explica sobre los motivos que le llevaron a ser no adscrito y mantener su acta de concejal en León. También critica que la política municipal «se dirija desde Madrid», por lo que reclama flexibilidad y autonomía que no vio. Ahora, como no adscrito «actúo como debo, voto como considero y lo justifico. Siempre en beneficio del vecino».
Nula relevancia en San Marcelo
La sonada ruptura entre los dos concejales ha marcado el camino del partido de Abascal en San Marcelo, donde no han presentado ninguna propuesta en estos dos años, aunque sí han justificado sus votos, muchas veces en contra, en las cuestiones que llegaban al salón. «La intempestiva salida de Ildefonso, por razones personales, ha reducido las posibilidades del grupo de influir en las cosas. Al final, estoy sola», explica a Herreros a Leonoticias.
La nula relevancia de Vox en el Ayuntamiento de León lo reconoce la propia portavoz. «Estamos en un perímetro estrecho, tanto a nivel de medios materiales como humanos. Intentamos aportar, dentro de nuestras ideas, y en eso estamos», insiste. A pesar de esta situación, la edil mantiene la «ilusión intacta» y busca asentar las bases y «sembrar» de cara a 2027, donde aspira a «mantener esos tres hipotéticos concejales e incluso lograr alguno más» a través de un trabajo «invisible» y denunciando la «falta de oportunidad» que se les da en algunos medios.
La realidad es que Blanca Herreros interviene en todos los plenos y justifica el voto de Vox cuando se posiciona en contra de lo que la corporación va a aprobar. Sin embargo, desde este grupo no se ha derivado ninguna propuesta o moción a la mesa de portavoces porque «las que se llevan son maquillaje y no tienen repercusión en la vida diaria de la ciudad», lamentando que se piense más «en la visibilidad política de un partido que en la practicidad».
La abogada apuesta por llevar su alternativa política a San Marcelo, aunque ha tendido la mano en ordenanzas que han contado con su voto a favor, así como en cuestiones ordinarias. Además, entiende que su voto «irrelevante» en la cuenta final hace que no se cuente con ella para alcanzar acuerdos «y si se hace es por pura deferencia». Peor lleva episodios como el vivido en el último pleno, cuando tuvo que llamar la atención a varios compañeros por reírse durante su intervención.
Con solo Blanca Herreros al frente, Vox tendrá que sobrevivir otros dos años en la irrelevancia aritmética de fuerzas, en un mandato con más ruido que nueces y donde el temor a la irrupción de esta opción política se ha quedado en el arrinconamiento provocado por sus cuitas internas.