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Mientras Juan se conforma con una terminación que le permitirá «fundirlo» en las Rebajas, a Rubén le quedará el amor de su esposa y a Carmen el sueño del viaje y dejar una buena herencia a su hijo. Al otro lado del mostrador ya está Basilio Miguélez, que vive un baile constante entre la ventanilla y la atención a los medios que se agolpan a las puertas de su administración.
Dinero y Rebajas, la combinación perfecta para muchos, se ha dado cita este martes, 7 de enero, en el interior de El Corte Inglés de León. Todos los sabían, aunque la mayoría guardaban silencio, incluidos los trabajadores del centro comercial, que alguno había infiltrado, que se había llevado un sobre sueldo nada más empezar el año.
El Niño trajo la mejor sonrisa posible en una mañana de Reyes que muchos leoneses no olvidarán. El primer premio, correspondiente al número 78908, dejó una lluvia de 97 millones de euros en la calle Velázquez.
La resaca del día después de este gran premio, uno de los más importantes que ha recibido la ciudad de León, ha puesto el foco mediático en la administración número 19 que regenta Basilio desde hace seis años. «Está siendo un día bastante agitado, muy complicado. Venís la prensa, los de Loterías y hay bastante lío. Pero se lleva bien». Como para no llevarlo bien después de haber entregado 47 series y media y casi medio millar de décimos que hoy valen 200.000 euros cada uno.
Fernando Torres
Trabajador de El Corte Inglés
Juan Álvarez
Ganó 220 euros
El tráfico de las Rebajas se funde con más alboroto de la cuenta en el despacho de Loterías. «Normalmente, el día después de Reyes, la gente viene a cobrar lo que les ha tocado y a gastárselo en las Rebajas, pero hoy se notará que hay más gente». Uno de ellos era Juan Álvarez, que arañó 220 euros y ha venido «a fundirlo» en el centro comercial.
El Niño, en León
Rubén Fariñas | Hugo García
El teléfono del lotero no ha dejado de sonar en las últimas horas. Felicitaciones y agradecimientos, sin demasiadas anécdotas, en el reguero de millones de euros que ha dejado en León. Dentro de los afortunados ha habido trabajadores del propio El Corte Ingles, aunque no han querido mostrar su identidad. Sí lo ha hecho Fernando Torres, de la planta Baja, que se ha llevado 100 euros y lamenta haber cogido el domingo el décimo equivocado: «Casi me toca, pero nada».
La mayor parte de los agraciados prefieren mantenerse en el anonimato, reconoce el vendedor Basilio, que espera que este haya sido el primero de muchos premios que estén por venir. «Cuando toca el primero, puede venir el segundo. Al revés es imposible». Y lanza una recomendación a futuros clientes: «La lotería se juega con ilusión, con la ilusión de que te toque, de mirar si te ha tocado y recibir el premio».
Carmen
Se lleva lo jugado
Rubén
No fue afortunado
Confía en que la mayor parte del premio se haya quedado en la ciudad, aunque este centro comercial es muy visitado por gente de fuera al abrir los fines de semana. Quien no ha estado entre los afortunados es Rubén, cliente habitual, que cogió «el 43, su número de siempre» y no se ha llevado nada. O, bueno, casi nada: «El amor de mi mujer. Tratándola bien, ella corresponde». La suerte también le ha sido esquiva a Carmen, que al menos se llevaba los 20 euros jugados, aunque tendrá que esperar para hacer «algún viajecito» con su marido y dejar a su hijo la gran parte del premio.
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