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Tras cinco días de declaraciones, pruebas, vídeos y audios en la sala de la Audiencia Provincial de León las partes están listas para preparar sus conclusiones finales que será presentadas ante el jurado popular el lunes 20 de enero, tal y como estaba previsto de manera inicial.
El 17 de marzo de 2021 en una vivienda de Cembranos una joven de 20 años perdió la vida. Tras la autopsia se determinó que la muerte se produjo por asfixia y que en su cuerpo había un total de 66 lesiones sufridas a lo largo de todo el día. El relato de los hechos comienza en torno a las 4:00 horas de la madrugada en un club de Villalobar y la muerte, según los médicos forenses, se produce sobre las 20:00 horas de la tarde.
La declaración de los dos acusado no arroja luz suficiente sobre lo que ocurre en ese periodo, ya que ambos culpan al otro de la muerta de la joven. Las cuatro partes legales implicadas en el caso también difieren en la petición de penas y los culpables y el 20 de enero, cuando se entregue el objeto del veredicto, el jurado popular tendrá un duro trabajo.
El Ministerio Fiscal elevó de 20 a 23 años la pena de prisión por un delito de asesinato, con los agravantes de «alevosía» y «ensañamiento», para F.V.R. y MM.G.R., la mujer y el hombre acusados, así lo planteó la fiscal en la quinta sesión del juicio.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por el letrado Iñaki Sevilla Gallo, a pesar de mantener una línea similar a la del Ministerio público insistió en su petición de 20 años de prisión para cada uno de los dos acusados.
«No hay ninguna duda y ustedes lo han podido presenciar», aseguró el letrado a los medios de comunicación insistiendo en que «la pobre Y.G.J. sufrió hasta un total de 66 lesiones». Y eso se desprende de los informes de los forenses. En relación a la petición de tres años más por parte de la fiscal, Sevilla Gallo explicó que «el hecho de que haya modificado su escrito y yo mantenga el mío no significa que estemos en desacuerdo en modo alguno, ya que mantenemos una línea acusatoria idéntica». Aunque, según reconoció el letrado que representa a la familia de la fallecida, «podemos tener cada uno de nosotros un punto de vista en cuanto al momento en el que se producen en esos golpes o donde».
El letrado que defiende a F.V.R. insiste en que la acusada no tuvo nada que ver con la muerte de la víctima. «Creo que a lo largo del desarrollo del todas las sesiones ha quedado acreditado lo que ya anuncié el primer día: F. no participó en ninguno de los actos que acabaron con la muerte de la vícitma», señaló Javier Chamorro Rodríguez.
El abogado relató los algunas de las pruebas que se han visto en la sala a lo largo de los días para insistir en que su defendida no participó en la muerte de su compañera ya que «las pruebas han demostrado que en la cinta que envuelve la cara no hay ningún resto biológico de F., no hay ninguna huella en el rollo de la cinta, sí que hay sin embargo de MM.», así como en el cubrecamas que envuelve su cabeza.
El juicio por el crimen de Cembranos
I. Santos
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Chamorro reconoce que las dos mujeres «se pegaron» e insiste en que «hubo una fuerte pelea», pero mantiene que «no lo escondemos y en ningún momento lo hemos escondido ni lo negamos». Y así lo declaró la acusada en la sesión del viernes en la Audiencia Provincial de León. Por todo ello cambió su petición de pena reconociendo ante la sala que su defendida «no participó en la muerte de YB.G.J., pero la agredió causándole lesiones, ninguna de las cuales fueron la causa de su muerte y siendo esta únicamente asfixia mecánica por sofocación».
Sí que mantuvo la petición de pena presentada en el escrito de calificaciones previa el letrado Marcos García Montes, encargado de la defensa de MM.G.R., que ya el lunes solicitó un veredicto de no culpabilidad «que terminaría con una sentencia absolutoria». Montes aseguró que «la acusación particular se ha centrado en la conducta de la acusada», mientras que «el Tribunal Supremo tiene prohibido que se establezca conductas plurales». Así, señaló que «la acusación particular y el Ministerio público hablan en plural pero no dicen en concreto qué hizo cada uno de ellos».
El letrado hizo hincapié en las huellas de las cintas con las que presuntamente se embalsamó a la víctima, respecto a las que explicó que en el rollo, que «no intervino en los hechos», hay huellas de su defendido, mientras que «en la que se utilizó para enrollar a la mujer no hay huellas suyas» y, finalmente, hay una huella «en un trozo que estaba al fondo de la bodega entre la basura y que podría llevar años ahí».
Su petición sigue siendo la misma que al inicio del proceso y así lo explicó a los medios de comunicación asegurando que «yo respeto lo que se ha hecho, pero evidentemente creo que el veredicto de culpabilidad es complicado para los miembros del jurado».
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