Adrián, un leonés en el caos del Medusa: «Parecía una película, con heridos y gente llorando»

Se trata de un evento musical con varios años de tradición y uno de los festivales veraniegos más grandes y populares. Miles de personas, eminentemente jóvenes de todos los puntos de España, acuden cada año al municipio valenciano para disfrutar de varias jornadas de música y fiesta. También acudieron este año aficionados a la electrónica llegados desde León, que fueron testigos presenciales de la tragedia acaecida durante la noche del viernes al sábado.

Adrián Fernández, leonés de 22 años, y sus dos amigos se encontraban en el Medusa cuando todo comenzó a venirse abajo. Eran en torno a las cuatro de la madrugada y los jóvenes estaban ubicados en uno de los espacios VIP, lo que les salvó sin duda de encontrarse en las posiciones más cercanas al escenario, donde se produjeron la mayoría de los heridos.

«Empezó a hacer muchísimo viento a partir de las cuatro de la madrugada, algo así como un aire caliente que traía muchísima tierra, y de repente un lateral de madera del escenario se vino abajo, golpeó contra el escenario y acabó donde se encontraba la gente, arrasando a todo aquel que se encontraba a su paso. Fue una locura», relata el veinteañero.

En un primer momento, el grupo de leoneses no fue consciente de lo que ocurría: «Nosotros lo vimos perfectamente, pero desde donde estábamos no sabíamos si había sido tan grave hasta que empezamos a ver a gente tirada por el suelo, heridos y todo el mundo llorando. Empezaron las avalanchas y ahí todo se descontroló, parecía una película».

Adrián y sus amigos se dirigieron hacia la salida de emergencia: «La música se paró y empezaron a anunciar por megafonía que debíamos desalojar el recinto. Entonces todo el mundo empezó a dirigirse por una salida de emergencia, pero las barras que la sostenían comenzaron a caerse, no entendíamos nada».

En este momento la policía comenzó a redirigir a los jóvenes con una orden que no hizo más que acrecentar el pánico y las protestas de los asistentes: «Nos dice la Policía: por aquí no, refiriéndose a la salida de emergencia, id por donde la noria. Nosotros pensamos: cómo vamos a ir por donde la noria cuando se está viniendo todo abajo. Aquello no había por dónde cogerlo».

Finalmente, los leoneses se encaminaron con el resto de asistentes hacia el camping, no sin antes presenciar escenas dantescas: «Vimos muchos medios de emergencia atendiendo allí a la gente; mucha gente ayudando y muy nerviosa. Y hasta unos chavales tuvieron que coger a pulso una torre de sonido para que no se cayese también».

El festival anunció durante este mediodía que el evento ha sido cancelado y da de plazo hasta las 18:00 horas para salir del camping. Los aficionados están siendo trasladados a polideportivos para que puedan pasar la noche: «Nos ha llegado un email esta tarde diciendo que el festival se anula y que tenemos que irnos de la zona de acampanada, pero nada más sobre lo que ha ocurrido o si nos van a devolver el dinero».

El abono tenía un coste de 80 euros, el camping de 30 y la zona VIP de 220, además de los gastos de transportes, lamentan muchos de los allí presentes.

Parece que la estructura empezó a mostrar síntomas de inestabilidad desde el inicio del espectáculo. «El día anterior ya vimos cómo lo estaban montando todo y las piezas iban de un lado a otro, del aire que hacia», explican los leoneses que han hablado con leonoticias.

«Ya a las 23.00 horas, cuando estaba actuando Steve Aoki, salió volando una especia de máscara que decoraba buena parte del escenario, y allí no pasó nada, se pasó por alto», relata Adrián Fernández.

Los jóvenes indican que esta noche la pasarán en los polideportivos -«Supongo que montaremos allí la tienda si nos dejan»- y mañana más descansados retomarán la vuelta a León en coche.