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Un instante de la primera sesión del juicio. Campillo
Las amenazas entre acusados en prisión: «Te voy a enterrar como a las zanahorias»

Crimen Cembranos

Las amenazas entre acusados en prisión: «Te voy a enterrar como a las zanahorias»

Una interna que ayudó a la acusada en los primeros días recuerda que el acusado le decía que «iba a matar a su familia» si ella «no se declaraba culpable»

I. Santos

León

Miércoles, 15 de enero 2025, 11:46

«Perra, ¿no me echas de menos?», «habla lo que te dije que un abogado nos va a sacar» o «tu familia lo va a pagar». Estas son algunas de las frases, amenazas y gritos que M.M.G.R. voceaba a F.V.R. durante los primeros días de su ingreso en prisión tras ser detenidos por el crimen de una prostituta en una vivienda en Cembranos.

El ingreso en la cárcel de Mansilla de las Mulas se hace efectivo el 19 de marzo de 2021 y en ese momento al estar activo el protocolo Covid ambos detenidos permanecen en un módulo aparte durante unos días antes de entrar en las celdas definitivas. En ese primer ingreso se encuentran en celdas separadas «a unos 15 metros una de la otra», el día 5 de abril se les separa y la interna va a un módulo y él a otro con una orden de «incompatibilidad». El funcionario que declara es jefe de servicio de información y control, vela por la seguridad interior y exterior de todo lo que sucede en el centro penitenciario y recuerda que hubo «amenazas de matar a su familia si ella no declaraba que fue la que colocó la cinta en la boca de la fallecida». El testigo explicó a la sala que estas amenazas «me llegan a mí por funcionarios y otros internos», pero ninguno de estos últimos quiere firmar una declaración porque al final conviven con los protagonistas del incidente en la prisión. Los funcionarios «escucharon las voces como tal, pero debido a sus lugares de trabajo no entendían las frases concretas». Tras ese informe se activó un protocolo para que ninguno de los dos internos coincidan en actividades o en el mismo espacio bajo ningún motivo.

«Decía que la iba a enterrar como las zanahorias»

Unas declaraciones que coinciden con las que prestaba la siguiente testigo, la interna -ahora en libertad- que hizo de PPS (protocolo de prevención del suicidio) con la acusada en el momento de su ingreso en prisión. La mujer explicaba que «entrar en prisión es duro y el impacto puede generar que se suiciden», por ello su trabajo era estar 24 horas al día pendiente de la acusada para «que no se suicide y además se integre en la prisión».

La interna explicó al jurado que «por las ventanas no podemos vernos, pero nos comunicamos» y en aquellos días «el señor M. la llamaba». A preguntas de los diferentes abogados, la testigo recuerdó que «le decía que tenía que decir que había sido ella» y que «la iba a enterrar como las zanahorias» o que «iba a matar a su familia».

Uno de esos días, la testigo increpó al acusado «y ella me decía que callara que me iba a matar a mi también». En aquellos momentos fue cuando se dio aviso a los funcionarios que abrieron el expediente y finalmente los separaron.

El letrado que defiende al acusado preguntó si a él también le habían amenazado en aquellos momentos, a lo que la testigo explica que «en el patio muchos presos le amenazaron, porque le escuchaban como amenazaba, insultaba y llamaba puta a la otra acusada».

«Yo no fui»

La testigo explicó que F.V.R. al principio «no hablaba» y que lo único que hacía era «llorar», con paciencia y poco a poco comenzó a sacarle algunas palabras y ahí «llego a decirme que quería estar muerta ella, que estaba harta». La interna le recomendó «escribir» las cosas y la acusada se fue «soltando» y le contó «algunas vivencias de malos tratos».

Con el paso de los días y las amenazas, las dos presas van cogiendo confianza y F.V.R. «me explicó un poco el caso, porque ya no podía más». En ese momento, «yo le dije que si era culpable tenía que pagar por ello, y ella me dijo 'yo no fui, me obligó a coger la cinta y cuando se la puso le puso el pie en la cabeza'», relataba la testigo en la Audiencia Provincial de León.

Una jornada del juicio intensa para el jurado popular que se ha enfrentado también a la primera inspección ocular de la Guardia Civil explicada por dos agentes, a la reconstrucción del crimen por los acusados y a diferentes peritos que llevaron a cabo análisis de las pruebas recogidas en la vivienda.

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