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Imagen del humo de las llamas elevándose por encima de la localidad de Palacios de Valduerna. Paula Hernández
Vicente, vecino de la localidad

Incendio forestal en la Valdería (León): «El fuego se lo ha llevado todo. No ha dejado nada»

Con tractores, cosechadoras y cubas los vecinos leoneses plantan cara a las llamas que amenazan a los pueblos cercanos a Jiménez de Jamuz y Palacios de Valduerna

Paula Hernández

La Bañeza

Miércoles, 13 de agosto 2025, 20:36

«El fuego se lo ha llevado todo. No ha dejado nada», afirma Vicente, vecino de Santa Elena de Jamuz. «La Guardia Civil nos vino a desalojar y nos fuimos con lo puesto. Gracias a unos amigos de La Bañeza que nos acogieron en su casa pudimos pasar la noche», indica Ainara Álvarez, residente de la localidad.

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Los cálculos de las autoridades indican que unas 8.000 personas no pasarán la noche en sus casas debido a los 14 incendios activos que afectan a numerosas comarcas de la provincia desde el viernes 8 de agosto. De hecho, una de las zonas más asoladas por estos fuegos es el sur de la provincia leonesa, con un total de 34 localidades vacías por orden de las distintas autoridades. Castrocalbón, con más de mil vecinos, y Jiménez de Jamuz, con 1.300 residentes, se encuentran entre los núcleos más castigados por las llamas.

Toda una vida y recuerdos en el pueblo

Negro. Todo lo que se encuentra es negro, pequeños rescoldos del fuego, pero negros. Álvarez no acude sola, la ayuda su padre. Ambos «están muy preocupados, no quieren que se reactiven las llamas» y, menos, «volver a vivir el infierno». Los dos, cargados de garrafas, vierten agua en algunos troncos y zonas de las que todavía sale fuego y quedan pequeños rescoldos de lo que fue un voraz fuego.

«Es toda una vida y recuerdos en el pueblo», expresa emocionada la joven. Tractores, cosechadoras y cubas de los vecinos leoneses plantan cara a las llamas que amenazan a los pueblos cercanos a Jiménez de Jamuz. Aviones e hidroaviones cargados de agua acuden para sofocar las llamas. Hectáreas de pinos, tierras de cultivo y una vida en el campo perdida en segundos. El fuego castiga a la provincia leonesa duramente, y las tierras arden.

Imagen de tractores y coches que regresan desde la carretera de Jiménez de Jamuz a Santa Elena de Jamuz. Paula Hernández

«Ya hijo, ya se lo dije a tu padre. Nos han dicho que nos vayamos del pueblo», hablaba por teléfono una vecina de Palacios de Valduerna con su nieto. Los residentes de la localidad conversaban preocupados a la puerta de sus casas, ya que no era la primera vez que el fuego les obligaba a abandonar sus residencias. Hace varios años, el municipio sufrió la voracidad de las llamas.

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«Ya sabemos lo que es perderlo todo», comunica afectada a este medio Maximina Domínguez Guerra, alcaldesa de la localidad, «es una situación muy dura y complicada, pero pido a los vecinos calma». La regidora afirma que «se encuentra en contacto en todo todo momento con autoridades y responsables, buscando la seguridad de los residentes de la localidad». Además, la Junta de Castilla y León y la Subdelegación del Gobierno en León recuerdan que estos desalojos son obligatorios y se «realizan con el objetivo de proteger a la población».

«Ya sabemos lo que es perderlo todo. Es una situación muy dura y complicada, pero pido a los vecinos calma»

Maximina Domínguez Guerra

Alcaldesa de Palacios de Valduerna

El fuego cambia la vida y los paisajes. Las miradas de los leoneses buscan ayuda entre tanta incertidumbre. «La tarde del martes la cosa se puso muy fea, y nos tuvimos que ir corriendo a La Bañeza», comenta Vicente, residente en Santa Elena de Jamuz. Casas destruidas y quemadas por el fuego, que avanza como ejército entrenado no dejando nada en pie.

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La solidaridad leonesa no tiene límites

Las miradas, cristalinas, buscan apoyo y ayuda ante tanta incertidumbre. Las inclemencias del tiempo, con fuertes rachas de viento, tormentas secas y una nueva ola de calor, no dan tregua a los pueblos de La Valdería, que sufren gravemente las consecuencias de los fuegos. «La prioridad son las personas. Las vidas es lo más importante», indica Antonio Rodríguez, director técnico de los Servicios de Extinción de la Junta de Castilla y León. El alcalde de La Bañeza, Jesús Carrera, recalca estas palabras, añadiendo que «tienen las puertas abiertas para ayudar a todo aquel que lo necesite y quiera venir«. Desde el consiatorio bañezano, calculan que atendieron a un total de 1.200 vecinos el martes, 12 de agosto, y que dieron 900 comidas y 300 personas pasaron la noche en las instalaciones.

La solidaridad saca lo mejor de los leoneses, que desde distintos puntos de la provincia (La Bañeza, Astorga, León capital, etc.) intentan ayudar y colaborar en la medida de lo posible a aquellos que el fuego les ha arrebatado todo.

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Todos se ayudan. Unos a otros. Juntos se arropan y unen fuerzas. Vecinos, amigos y conocidos dejan atrás las fronteras y sacan lo mejor del pueblo más humilde. La 'España vaciada' lucha y saca fuerza. El pueblo leonés saldrá adelante. Bajo el negro de la caliente ceniza, hay verde. Escondido, pero aflorará.

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