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Joe Biden. Reuters
Joe Biden se desmorona en los debates

Joe Biden se desmorona en los debates

Bernie Sanders remonta de su operación con el apoyo de Alexandria Ocasio-Cortes y Ilhan Omar, las dos congresistas que representan a la joven izquierda

Mercedes Gallego

Corresponsal en Nueva York

Miércoles, 16 de octubre 2019, 07:25

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Dos negros, un hispano, un gay, un asiático, tres mujeres, dos milenials veteranos de guerra... La docena de candidatos que se subieron ayer al escenario de Westerville (Ohio), donde CNN organizaba el cuarto debate para las primarias presidenciales de EE UU, representa la diversidad del Partido Demócrata en estas elecciones. Quedan ya la mitad de los que se lanzaron a la arena escalonadamente desde principios de año y sin duda de entre ellos saldrá el que se enfrente a Donald Trump en noviembre de 2020.

Por primera vez el ex vicepresidente Joe Biden no era el favorito en las encuestas, como demostró el interés de todos en atacar a la senadora Elizabeth Warren, que pese ha haberse beneficiado de su elocuencia en los debates para liderar no supo explicar cómo pagaría por sus ambiciosas propuestas de sanidad universal sin subir los impuestos a la clase media.

Biden es la víctima colateral del impeachment, salpicado por las acusaciones de corrupción que le lanza Trump, aunque no haya pruebas de ningún tipo. Los 50.000 dólares al mes que cobraba su hijo Hunter Biden por sentarse en el Consejo de Administración de Burisma, la empresa energética ucraniana que Trump quería investigar, le ha estigmatizado como miembro del establishment contra el que el presidente dice luchar. Pero además, Biden mezcló palabras y países, le faltaron cifras y ofendió a las mujeres cuando menospreció el trabajo de Warren en el Senado para poner límites a Wall Street con un simple «hiciste bien tu trabajo». Luego se autocorrigió, «hiciste un trabajo endemoniadamente bueno», pero siguió sonando condescendiente. Si algo le funcionó fue colgarle la etiqueta de las vaguedades, por su incapacidad para aportar los detalles de cómo hacer realidad sus grandes promesas, algo por la que la atacaron todos los candidatos.

Parecía que ambos habían dejado atrás al senador Bernie Sanders, que tuvo que suspender la campaña por un ataque de corazón con parada en el quirófano, pero el socialista mostró resistencia en las tres horas de debate y sorprendió antes de terminar con una noticia bomba: se acaba de apuntar el apoyo de las tres congresistas más jóvenes y progresistas del Congreso: Alejandra Ocasio Cortes (AOC), Ilhan Omar y Rashida Tlaib. Las tres estarán con él este sábado en Queens (Nueva York), el barrio de Ocasio Cortes.

Los moderados como la congresista de Minnesota Amy Klobuchar y el alcalde de South Bend, Petter Buttigieg, también salieron fortalecidos al medirse con la favorita y, de camino, dejaron en la cuneta a algunos de sus rivales, como el ex alcalde de El Paso Beto O'Rourke, a quien Buttegieg llegó a cortarle en seco con un «no necesito que me des lecciones de valor». Estaba a punto de sacar a relucir el uniforme que vistió en Irak pero O'Rourke prefirió dejarlo pasar para no darle la oportunidad de hablar de su experiencia militar.

Fue, quizás, la pregunta de la edad la que dio más oportunidades a todos de brillar. A Biden, de 76, por explicar que con los años llega también la sabiduría, y a Tulsi Gabbard, de 38, para recordar que su cara bonita viene curtida por la guerra y una experiencia que nunca ha tenido alguien como Trump, de 73. Todos están horrorizados ante la frivolidad con la que el presidente ha arruinado el trabajo de una década en Siria y si en algo están de acuerdo es en que tiene que ser retirado del cargo por un juicio político de impeachment. Si no lo consiguen, tendrán que vérselas con él en las elecciones de noviembre del año que viene.

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