Abascal posiciona a León como «una de las principales víctimas» del estado de las autonomías

Banderas de España, León, de los reyes católicos y con el verde y blanco de VOX ondeando en una abarrotada plaza de San Marcelo.

Más de mil personas, muchas de ellas jóvenes, han recibido al grito de «presidente, presidente» a Santiago Abascal, líder de la formación de extrema derecha, que aterrizaba por primera vez en León para arropar a Juan García-Gallardo y Carlos Pollán, candidato de los suyos a la Presidencia de la Junta y cabeza de lista por León, respectivamente. «Patriotas de León, muy buenas tardes», fue su saludo.

El presidente de VOX, que llegaba de una visita en San Isidoro, puso el templo románico como ejemplo de la reconquista, «de nuestra patria común, de lealtad histórica del Reino de León al resto de la nación española y la gratitud que tenemos que tener a esta tierra y este reino».

Abascal reconoció que León se ha convertido «en una de las principales víctimas del estado de las autonomías», y afirmó que «León no es Valladolid», reivindicando la pluralidad de España y con la que «terminan las autonomías centralistas» a las que VOX se opone, mientras que defiende las provincias como unidades territoriales.

Tras años de políticas «de premios y castigos», en el que los premios han sido «para los desleales y separatistas y los castigos para los leales». Dichas cesiones, manifestó el político, es lo que ha «empobrecido» a los leoneses en favor de conciertos y embajadas catalanas que han provocado «que no haya educación, sanidad e infraestructuras suficientes para el resto».

«León siempre ha sido fiel con España y eso no se ha pagado, se ha castigado», insistió en ese mismo mensaje el presidente de la formación de José Ortega Lara. Rechazando que aquí llegue el modelo separatista, y poniendo como ejemplo de «para lo que sirven» a Teruel Existe, criticó a los regionalismos que pactan con «Sánchez, los etarras y los comunistas». «Que los leoneses no se sumen a ese experimento para convertir el Congreso en un mercado persa», denuncio entre los aplausos de los presentes.

En su lista de ataques, tuvo especial incidencia el bipartidismo y su «falsa pelea» porque al final «acaban pensando y votando lo mismo» y echó tierra contra un Partido Socialista con el que invitó a mantener «una distancia infinita» y ponerse de acuerdo contra «el frente popular». También cargó tintas contra los okupas y los inmigrantes, asegurando que en ambas políticas VOX se diferencia del resto de partidos en el Congreso.

«No vamos a cambiarlo todo tras el 13-F, nos va a tener que ayudar la Virgen del Camino porque nos enfrentamos a un enemigo muy poderoso», expuso Abascal haciendo un guiño a la patrona de la región leonesa.

Esperando un «gran resultado» para León, Castilla y España, en las elecciones autonómicas, con el que «sembrar futuro» con un nuevo comienzo para la industria, la ganadería y los jóvenes que se tienen que ir de esta tierra «mientras se importa inmigrantes para que paguen las pensiones», el líder de la extrema derecha despidió el acto público con el himno de España sonando en Botines.

El objetivo de este acto de VOX en León no era otro que dar a conocer a su candidato a la Presidencia de las Cortes, el joven abogado burgalés Juan García-Gallardo, quien también lamentó el «fracaso» de un sistema económico que ha despilfarrado el dinero y creado ciudadanos de primera y segunda, según matizó.

El cabeza de cartel del partido de Abascal afeó que tanto PP como PSOE sigan «pidiendo paciencia y tiempo» a los leoneses y aprovechó el tiempo para hacer referencia a Zapatero como «un traidor que os arruinó a todos llenando los bolsillos de los separatistas», o del Partido Popular «que manda a los jóvenes al éxodo y se pliega a los dictados de la agenda globalista para deciros como comer y vivir».

También hubo tiempo para que el candidato por León, Carlos Pollán, se mostrara «emocionado» por el millar de personas que acudieron al acto, a pesar de la fría tarde, y tildó de «día grande» este recorrido por la «reconquista de León» ante «el consenso progre y Mañueco, que están arruinando una provincia repleta de historia, que ha sido leal a España y que a cambio no ha recibido nada y ha quedado abandonada con sectores como la minería, desmantelada, o la ganadería que ha sido atacada por ministros comunistas como Garzón», ante lo que levantó una enorme ovación y vítores.

Pollán reconoce que en los dos últimos años «no ha cambiado nada y todo ha ido a peor» y denunció que ese fuera el modelo de PP y PSOE para León: «un modelo de la ruina», ante lo que posicionó a la «esperanza de VOX» y ofreció una alternativa política a las políticas de «ruina y miseria que ha condenado a los jóvenes a emigrar».

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