Una Cultural inoperante se mete en problemas

La Cultural sigue negada fuera de casa. Son ya varios meses en los que nada sale y así se volvió a confirmar en Ourense, en el peor momento posible. Cuatro derrotas consecutivas y cuatro partidos seguidos sin marcar lejos del Reino. Los de Raúl Llona, que calificaban el partido como una «final», volvieron a recibir un gol pronto y fueron incapaces de levantarse para conseguir, al menos, el empate.

La derrota, sumada a la victoria de la Deportiva ante el Bilbao Athletic, supone que la distancia entre ambos equipos se reduzca a dos puntos, dejando así un escenario final de temporada no apto para cardiacos.

La Cultural salió de inicio sin los tres jugadores que llegaban tocados al encuentro -Bicho, Satrústegui y Víctor García-, pero con los importantes regresos de Luis Chacón y Manu Justo a la titularidad en el ataque. Dos futbolistas llamados a marcar la diferencia en ataque tras los tres partidos consecutivos sin marcar lejos del Reino de León.

La marea culturalista de alrededor de mil aficionados desplazados hizo al equipo leonés sentirse local y así se evidenció tras el pitido inicial del colegiado. Los de Llona mostraron una buena cara durante los primeros minutos, con un fútbol directo hacia la meta de Marqueta, aunque sin acierto en el área.

Sin embargo, como viene siendo habitual en la segunda vuelta, el Ourense no necesitó más de una ocasión para que, a través de la jugada de Jairo Noriega en la que Fornos se precipita, el balón acabara entrando al fondo de la red tras el remate de Carbonell. De nuevo, la debilidad defensiva apareció para condenar a la Cultural.

Y, con el gol, el escenario se convertía en el peor de los posibles. Con la victoria de la Deportiva en la mente y con un resultado adverso en un escenario muy difícil de batir. Ahí es donde debía aparecer el líder en todas sus facetas para sobreponerse y demostrar su intención de volver al fútbol profesional.

Pero nada más lejos de la realidad. Los de Raúl Llona sacaron a relucir su nerviosismo durante el primer acto y, aunque manejaban la posesión, el peligro era estéril a excepción de los intentos de Pibe por banda derecha.

El Ourense se mostró en todo momento mucho más compuesto, sin cometer errores y con las líneas muy juntas para imposibilitar las transiciones culturalistas. La diferencia en la presión de ambos era abismal y eso se transformaba en salidas de balón mucho más fáciles por parte del cuadro local. Las únicas opciones de peligro en clave leonesa pasaban por rematar desde fuera del área y así lo probaron Kevin Presa y Barri, aunque ambos muy bien tapados por los zagueros.

Solo Pibe y Guzmán, muy activos en medio del desierto ofensivo culturalista, estaban mostrando un rendimiento en ataque a la altura del encuentro, con jugadores como Manu Justo o Luis Chacón desconectados.

La papeleta con la que debía lidiar Llona en el descanso era tan difícil como importante, tanto a nivel anímico como a nivel futbolístico, para poder levantar a un equipo muy tocado. La segunda mitad comenzó sin cambios, aunque con una Cultural que parecía más ordenada en todas sus líneas.

Volcados ahora más sobre el costado zurdo de Álvaro Martínez, llegaron los primeros acercamientos. Los de Llona, de hecho, llegaron a anotar, aunque el colegiado invalidó la jugada por una falta previa. La imagen era diferente y el Ourense estaba más hundido fruto de la insistencia visitante.

Para aprovechar la mejoría, Llona ingresó a Escobar para juntar a los dos puntas de ataque. Con el paso de los minutos, la Cultural mantuvo sus líneas adelantadas, pero la ineficacia ofensiva supuso que la mejor ocasión llegara del lado local. A punto estuvo Di Renzo de poner el segundo, obligando a Fornos a aparecer para evitar un tanto decisivo.

Los últimos minutos esbozaron a un equipo incapaz de sacar beneficio de un escenario en el que, hasta hace dos meses, siempre conseguía imponerse. Más con el corazón que con la cabeza, los centros laterales volvieron a convertirse en la fórmula a seguir para buscar el empate.

La tuvieron Antón Escobar y Víctor Ruiz con dos remates claros de cabeza, pero ambos mandaron el balón fuera. Y, cuando las ocasiones claras no se aciertan, el resultado vuelve a ser el mismo. La Cultural cayó una vez más fuera de casa y sumó su cuarto duelo consecutivo sin ver puerta lejos del Reino, confirmando así una crisis en el peor momento posible. Ahora, vuelta al Reino de León para intentar levantarse antes del derbi que decidirá el liderato.