Carlos Álvarez: «Pocos jugadores pueden decir 'no' al Ademar»
El extremo gallego llega a León tras dejar «el club de su vida» con el objetivo de aspirar a «objetivos mayores»
Carlos Álvarez es una de las joyas del balonmano español y uno de los fichajes más sonados del Abanca Ademar este verano. Aterriza en León con un total de 137 goles en 30 partidos, lo que da una media de 4,57 tantos por encuentro. Tras toda una vida en el BM Cisne, el nuevo jugador del Ademar reconoce que fichó por el conjunto marista para aspirar a objetivos mayores.
El pasado junio consiguió un noveno puesto en el mundial junior y en 2022 se alzó con el campeonato europeo de la misma categoría. Así, llega a León un deportista joven, con ambición y con ganas de ganar, ya que no le gusta perder «ni al ping pong ni a las chapas».
¿Qué objetivos a nivel personal se ha fijado para esta temporada?
Mis objetivos a nivel personal es ir creciendo poco a poco, tengo viente años y el cambio del Cisne por el Ademar es obviamente para formar parte de un equipo más profesional y con una estructura mucho más formada para intentar seguir creciendo poco a poco. Pero al final lo más importante es ayudar al equipo.
Dejando a un lado la temprana eliminación del mundial junior, ¿con qué sensaciones llega a León?
Al fin y al cabo el Ademar es uno de los grandes de España y un equipo donde todo jugador se puede imaginar jugar como un sueño. Es uno de los más históricos y conocidos mundialmente porque ha sido incluso en años anteriores equipo Champions. Creo que es un gran equipo que tiene el objetivo de volver a Europa, un objetivo muy ambicioso que a nivel personal creo que me mejorará en el día a día durante el tiempo que esté aquí.
Tuvo ofertas tanto del extranjero como de la misma Liga Asobal pero a pesar de eso elegió el Ademar, ¿por qué?
Como he dicho antes es un equipo con una historia que muy pocos tienen, además el año pasado hablé con Manolo Cadenas, que no podrá seguir este año pero que aún así va a seguir ayudando al equipo. Es una figura conocida por muchos de mis tíos, y fueron ellos y él los que me dijeron que el Ademar era un gran equipo para mí. Además, pocos jugadores pueden decir que no al Ademar. También mi familia y yo consideramos que era la mejor opción para seguir creciendo y continuar formándome.
¿Qué supone fichar por el Ademar y dejar su equipo de toda la vida?
Siempre dije que en el Cisne es fácil jugar en el sentido de que es tan familiar que conoces a todo el mundo y por eso las cosas siempre se dan bien. Eres concido, formas parte de toda la familia y dar este cambio, para mí, es dar un salto hacia algo más profesional con ambiciones y objetivos mayores que me ayudarán a dar pasos hacia delante y a mejorar. Además siempre es bueno no permanecer donde siempre y salir de tu zona de confort para crecer y aportar lo máximo.
¿Qué puede esperar de usted la gente que vaya al Palacio?
Estoy seguro de que ni el equipo ni yo vamos a dar nignún partido por perdido y lucharemos hasta el final. Además yo soy muy competitivo y no me gusta perder ni al ping-pong ni a las chapas. Seguro que encajaremos muy bien con la afición, que siempre se vuelca con el equipo, y juntos sacaremos muy buenos resultados.
¿Qué supuso el llegar hasta la Liga Asobal con el Cinse? ¿Fue un sueño hecho realidad?
Lo que decía antes. El Cisne es un club de familia, más pequeño que el Ademar. Un ascenso con la gente de casa, que lo vive tanto y de la forma en la que se hizo, estando juntos todos poder celebrarlo con ellos fue lo mejor que nos pasó. Al año sigueinte las circusntancias nos mandaron de nuevo a División de Honor Plata, pero el poder celebrar el ascenso con toda la gente, sí, fue un sueño hecho realidad.