Una campaña de micromecenazgo busca salvar una histórica ermita del riesgo inminente de derrumbe en León
La iniciativa de crowdfunding a través de la plataforma de Hispania Nostra quiere recaudar 60.000 euros destinados a consolidar la estructura del templo, uno de los enclaves más emblemáticos de Cabrera
Hispania Nostra, que defiende la conservación del patrimonio en España, ha puesto su plataforma de micromecenazgo al servicio de una causa urgente: evitar la ruina definitiva de la ermita de San Roque en Valdavido, en León, «un edificio cargado de historia, tradición y memoria colectiva que hoy se enfrenta a un riesgo real de colapso», aseguran desde la asociación sin ánimo de lucro.
La campaña, promovida por la Junta Vecinal de Valdavido y sus vecinos, tiene como objetivo recaudar fondos, con un objetivo de 60.000 euros para acometer las obras necesarias de cimentación y restauración de la cubierta que permitan asegurar su supervivencia y devolver la vida a este espacio que ha sido corazón espiritual y social de la comarca desde hace siglos.
Situada en el camino entre Valdavido y Truchas, la ermita, cuyo origen se remonta a finales del siglo XVI, fue inicialmente advocada a Nuestra Señora de las Angustias, incorporando posteriormente la devoción a San Roque tras las epidemias de la época. A lo largo del siglo XVIII y comienzos del XIX se llevaron a cabo diversas ampliaciones y mejoras, como la espadaña (1797), el presbiterio y la sacristía. Su arquitectura, de planta rectangular, destaca por la nave y el presbiterio separados por un arco triunfal de medio punto, así como por su pórtico exterior con pilar central y su singular armadura de par y nudillo.
En su interior alberga dos tallas de gran valor devocional y artístico: la Virgen de las Angustias y San Roque, ambas sin retablo. Un punto de encuentro para Cabrera hoy cerrado y en riesgo Durante generaciones, la ermita ha sido un símbolo de unión para los habitantes de Cabrera. Cada 16 de agosto acoge la festividad de San Roque, y cada septiembre sirve como punto de partida del tradicional ascenso de los pendones al castillo de Peña Ramiro. Sin embargo, desde hace más de una década, su estructura ha comenzado a mostrar signos alarmantes de deterioro: goteras, grietas y hundimientos que llevaron a su cierre al público y a la prohibición de realizar actos en su interior.
En 2019, gracias a los esfuerzos vecinales, se realizó una intervención de emergencia en la cubierta y en el arco de medio punto para frenar daños mayores. Pero el problema de fondo persiste: la ermita carece de cimentación adecuada, y el terreno está provocando un hundimiento progresivo que, de no actuar, conducirá inexorablemente al derrumbe del templo. Hoy, sin financiación pública y con recursos locales muy limitados, los habitantes de Valdavido realizan pequeñas reparaciones para frenar su deterioro, pero necesitan apoyo externo para acometer una actuación técnica y estructural de verdadera envergadura.
Intervenciones prioritarias del proyecto
La campaña de micromecenazgo permitirá abordar las actuaciones imprescindibles para evitar el colapso del edificio, comenzando por la cimentación inyectada, que consiste en consolidar el terreno mediante inyecciones de resina expansiva para mejorar sus características mecánicas e hidráulicas y estabilizar la estructura hasta lograr un leve movimiento de elevación que garantice la máxima consolidación segura.
También se acometerá la sustitución total de la cubierta pendiente de restauración, ya que, aunque una parte fue reparada en 2019, sigue existiendo una zona deteriorada que provoca filtraciones y daños estructurales. En función del éxito de la recaudación, podrían incluirse además la restauración de las carpinterías de madera, la rehabilitación de los bancos, la instalación de iluminación interior mediante placas solares fotovoltaicas, el rejuntado de las paredes, la limpieza del retablo y la adecuación del entorno.
Perder la ermita de San Roque significaría perder un fragmento del alma de Cabrera: un lugar de culto, reunión y tradición que ha acompañado la historia de sus habitantes desde tiempos inmemoriales. Su desaparición supondría borrar un capítulo esencial de la identidad de Valdavido y de toda la comarca. Hoy, este templo emblemático está en cuenta atrás. Y el apoyo ciudadano será decisivo para evitar que un símbolo colectivo se derrumbe para siempre.