Borrar
Elena Bollo, directora médica del Hospital de León y Ana Domínguez Berrot, jefa de la Uci del Hospital de León. Sandra Santos

Ana Domínguez Berrot, jefa de la Uci del Hospital de León

Especial cinco años de la pandemia
«Lo peor de la covid fue la frustración de no sacarles a todos adelante, eso te mina» 

Ana Domínguez Berrot y Elena Bollo, directora médica y jefa del servicio de UCI del Hospital de León, recuerdan cinco años después todo lo que vivieron en el centro asistencial durante la pandemia de la covid-19 y como «al principio veíamos pacientes que decíamos 'no pueden fallecer, no deben fallecer'. Y se nos iban de las manos y eso era muy duro»

Inés Santos

León

Miércoles, 12 de marzo 2025, 08:18

Pocos olvidan la fecha. El 14 de marzo de 2020 está marcado en el calendario de recuerdos personales de los leoneses como un día que nadie olvida. La gente puede dar detalles concretos de qué estaba haciendo o dónde en el momento en el que el Gobierno central decreta el Estado de Alarma y comienza el confinamiento por la covid-19. Fueron semanas que se convirtieron en meses en los que la sociedad cambió su forma de ver la vida. El coronavirus cambió la manera de enfrentarse a la vida y el día a día de todos los ciudadanos se tornó diferente. Nuevas palabras en el vocabulario se colaban en escena y la información era parte fundamental de los intereses de los ciudadanos. Las imágenes de los hospitales, las unidades de críticos y los sanitarios enfundados en trajes de protección asombraban al principio de la pandemia, pero pronto se hicieron parte natural que acompañaba a datos sobre infectados y muertos por la covid.

Detrás de esos Epis, que escaseaban y eran muy complicados de poner y quitar, estaban ellos. Nuestros sanitarios, a quienes se aplaudía a las 20:00 de la tarde con gran admiración. Estaban ellas. Ana Domínguez Berrot y Elena Bollo, dos sanitarias del Hospital de León que recuerdan cinco años después todo lo que vivieron en el centro asistencial de la provincia.

La pandemia dejó alguna cosa buena, pero las que más se recuerdan cuando se habla de 2020 son las malas. Para Domínguez Berrot, jefa de la UCI en el Hospital de León, «lo peor de la de la epidemia era la frustración de no poder sacar adelante a muchos de los pacientes». Algunos de ellos «que a lo mejor eran jóvenes, que no eran muy mayores y que en condiciones normales habrían tenido una infección respiratoria de las que no se deberían haber muerto. Eso era duro». La covid, sobre todo en las primeras olas, no hizo ningún tipo de distinción y en apenas unas horas los pacientes empeoraban y pasaban de planta a UCI y en algunos casos no salían adelante y fallecían. «Para nosotros había que dar el 100% con todos los pacientes que entraban y dábamos el 100%», recuerda la actual jefa de la UCI en el Hospital de León, y cuando no lo superaban aquello era «frustración» y «te mina, te duele mucho». «Creo que eso fue lo peor, la frustración de no sacarles a todos adelante».

Newsletter

Una pensamiento que comparte con Elena Bollo, directora médica del Hospital de León, que la primera imagen que viene a su mente cuando le mencionan la pandemia es la del hospital «completamente vacío» y no porque no hubiera pacientes, sino porque no había consultas, no había visitas y los ingresos no podían tener acompañantes. «Me acuerdo de pasar aquí tardes y muchas noches y daba casi miedo, porque estaban los pasillos vacíos, el hospital oscuro, los pacientes dentro de las de las habitaciones», relata.

Recuerda las normas iniciales en las que los médicos que hacían las guardias estaban separados «cada uno en su despacho» y tampoco se juntaban a la hora de las comidas como suele ocurrir en estos momentos, aquello «nos cambió la vida a todos». Pero entre todos los recuerdos de aquellos meses, hay algunos que tienen nombre y apellidos, por supuesto no los da por protección de datos, pero tampoco tiene importancia. Bollo recuerda cuando atendió a «una paciente mayor, encantadora» y explica que en aquellos momentos «se les colocaba en una posición especial en la cama para favorecer la oxigenación y la ventilación» y eso lo sabían los propios pacientes.

«Ella me dijo, 'no te preocupes, hija, yo me coloco, tú vete a ver a otro paciente'. Y luego falleció», relata la directora médica mientras se «emociona» al recordar a esa mujer, que refleja un poco la situación que se vivía en aquellos momentos en el Hospital de León. «Al principio veíamos pacientes que decíamos 'no pueden fallecer, no deben fallecer'. Y se nos iban de las manos y eso era muy duro».

Un tsunami de casos de covid

La pandemia llegó a León con un caso de una camionero que ingresó en el Hospital de El Bierzo y tuvo que ser trasladado a la capital en ambulancia. Un paciente que salvó su vida tras días de atención y cuidados y que no anticipó lo que después llegó a ocurrir en la provincia, el país o el mundo. Elena Bollo recuerda que «empezaron los primeros casos en España y no sabíamos muy bien qué iba a pasar hasta que llegó al hospital el primer paciente», en aquel momento «pensamos ya está aquí y vamos a ver qué pasa ahora».

«Nadie esperaba que el desarrollo de la enfermedad fuera exponencial, empezaron unos poquitos casos y de repente los casos se dispararon»

Elena Bollo

Directora Médica del Hospital de León

Con los primeros casos no se sospechaba el alcance que iba a tener y desde la UCI, Ana Domínguez Berrot lo define como un «tsunami» que «nos llegó de repente desde muchos puntos de vista emocional, científico, profesional». Y es que «al punto que llegó no sospechamos nadie que iba a llegar», pero hubo que adaptarse cada momento con lo que había. El mayor problema que tuvieron en los centros asistenciales como el Hospital de León fue que «nadie esperaba que el desarrollo de la enfermedad fuera exponencial, empezaron unos poquitos casos y de repente los casos se dispararon». Además su recuperación era muy lenta.

«Fue cuando hubo que cambiar completamente el funcionamiento del hospital. Fue todo muy rápido y nos dimos cuenta que no podíamos seguir trabajando como si fuera una infección normal», mantiene Elena Bollo, directora médica que en 2020 era la jefa del servicio de Neumología del Hospital de León.

La UCI extendida durante el coronavirus

La Unidad de Cuidados Intensivos era el lugar mejor preparado para atender a pacientes con una insuficiencia respiratoria nunca vista en la capital. Un lugar preparado para dar atención a las patologías normales de una provincia que quedó completamente desbordada. La segunda y la tercera ola de la covid-19 fueron las peores para esta unidad que trataba a pacientes durante mucho tiempo con una media de estancia entre las tres y las cinco semanas.

«De la UCI es un sitio del que se sale, del que salen la gran mayoría de los que entran»

Ana Domínguez Berrot

Jefa UCI Hospital de León

Para la intensivista Ana Domínguez Berrot la pandemia sirvió para poner en valor el trabajo de los equipos de las unidades de críticos y sobre todo para dar a conocer lo que se hace en ellas. «De la UCI es un sitio del que se sale, del que salen la gran mayoría de los que entran», asegura a este medio mientras explica que aunque la palabra en sí siempre ha tenido un «halo de horror» en pacientes y familiares es un lugar de cuidados al que «los que no tienen posibilidades de salir directamente no tiene sentido ingresarlos».

Antes de la covid-19 en la UCI del Hospital de León se atendía mucho paciente neurocrítico, pero también infecciones graves, politraumatizados, postoperados de neurocirugía y pacientes críticos de todas las patologías médicas, salvo los que son exclusivamente coronarios. Pero todo esto cambió en unos meses en los que hubo que actuar con rapidez y cambiar la forma de trabajar porque «de repente tuvimos avalancha de pacientes respiratorios covid». En estos casos tenían que estar en aislamiento, lo que en poco tiempo llenó los «boxes de aislamiento» de la unidad y «progresivamente tuvimos que desplazarlos a otras unidades».

Aquí nació la llamada 'UCI extendida' que realmente «eran camas que nos prestaron de otros servicios donde no era tan relevante o tan necesario mantener un aislamiento estricto». Lo que provocó que algunos de esos pacientes con ictus, neurocríticos o politraumatizados ocuparon cambas «fundamentalmente de la unidad de intermedios». Esta situación también supuso un reto para los intensivistas del Hospital de León que en poco tiempo vieron como «se amplió mucho nuestro número de pacientes ingresados, se duplicó y se llegó a triplicar el número de enfermos que manejábamos a diario», recuerda la jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de León.

La cara del miedo

Y si los intensivistas y el resto del equipo médico que se volcó en aquellos momentos con la atención de pacientes covid estaban superados por la situación, la falta de recursos y la frustración de las muertes en algunos pacientes, estos últimos estaban llenos de miedo ante lo desconocido y las palabras que más temían era: hay que bajar a la UCI. «Lo que yo más recuerdo de la pandemia y de los pacientes que venían aquí era la cara de miedo que tenían porque veían en la tele las UVI y veían lo que era», recuerda Ana Domínguez Berrot. La intensivista no olvida esos ojos cuando «a los pacientes que les decían 'hay que bajar a la UVI', tenían una cara de miedo que se te queda grabada». Y recuerda que «una cosa muy característica» con la que se encontró en muchos de los casos que trataba fue que « no sé si por miedo que no querían bajar o por qué pero estaban muy malos, muy malos y no se sentían así y decían: 'yo estoy bien'. Cuando sabíamos que estaban fatal y por cifras era imposible que aguantara».

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias «Lo peor de la covid fue la frustración de no sacarles a todos adelante, eso te mina»