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¿Muertos de aburrimiento? No se preocupe, su cerebro lo agradecerá

¿Muertos de aburrimiento? No se preocupe, su cerebro lo agradecerá

El exceso de tiempo en casa da la oportunidad de cultivar cualidades poco valoradas en la sociedad de la inmediatez y la velocidad; sobre todo en los más pequeños

Miércoles, 18 de marzo 2020

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Ley de Gravitación Universal nació gracias a una epidemia de peste bubónica. La amenaza de la bacteria que arrasó con la población europea en el siglo XVII también obligó a cancelar las clases en la Universidad. Como alternativa, el joven Isaac Newton ocupó su tiempo libre con largos paseos por el campo. Su terreno de estudio era la Naturaleza. Einstein decía que para él era como leer un libro abierto. En esas estaba cuando tuvo lugar el famoso incidente de la manzana. Ocurrió en 1666. Según cuenta William Stukeley, su biógrafo, el científico se encontraba «con ánimo contemplativo» bajo la sombra de un manzano en su granja cuando un fruto cayó del árbol. «¿Por qué la manzana desciende siempre perpendicularmente respecto del suelo?», pensó. Fraguó así la idea de la gravedad. No sabemos si Newton estaba realmente aburrido, pero seguramente sí desocupado ante la cancelación de la vida pública a causa de la epidemia. La misma que vivimos ahora por la crisis del coronavirus cuatro siglos después. Salvando las distancias (el cerebro del joven científico británico no abunda), el confinamiento de millones de personas en todo el mundo también puede verse como una oportunidad. Esta circunstancia anómala e histórica nos permite abrir una venta al interior de nuestro cerebro: al mundo de las ideas. Y es que el aburrimiento puede llegar a sacar lo mejor de nosotros mismos.

Cierto es que la primera reacción de todos es llenar el tiempo como sea. Lista de libros que deberías leer, lista de series, lista de películas, lista de museos que poder visitar de forma virtual, lista de los mejores cursos on line que puedes hacer y para los que nunca tienes tiempo... y sobre todo, el libro más viral de los últimos días: '350 ideas para mantener entretenido a tu hijo en casa'. ¡Pero para! Solo han pasado un par de días de cuarentena y estamos empezando a sentirnos saturados con tantas alternativas de ocio. Cierto es que mantenerse entretenido es la mejor forma de superar el encierro, pero aburrirse un poco es bueno. Es tiempo de recordar que a nuestro cerebro le encanta tener que buscar alternativas cuando no hay una ocupación clara. Para este órgano esencial resulta estimulante. Un reto. Y sobre todo es necesario en los niños. ¡Dejemos que se aburran un poco!

¿Cuáles son los beneficios? Más creatividad, autoconocimiento, paciencia y mejora de la expresión de los sentimientos.

Ana Gutiérrez Muñoz de la Torre, licenciada en Filosofía e investigadora en desarrollo cognitivo y adquisición del lenguaje, apunta que «los seres humanos somos creativos por naturaleza, pero es necesario trabajarla para que no se pierda». Esta cualidad no está solo relacionada con la actividad artística. También tiene que ver con la resolución de problemas, por ejemplo. «Si vemos el aburrimiento como un reto al que buscar una solución, y les damos medios para que lo consigan, estaremos fomentando su creatividad», valora. En su reflexión cita algo relevante: las herramientas. Este es el principal papel que tienen los padres.

«Que los adultos dirijan siempre las actividades de los niños puede tener consecuencias negativas para su desarrollo al no posibilitar su autoconocimiento»

Ana Gutiérrez. Filósofa e investigadroa del desarrollo cognitivo

En una entrevista, Jordi A. Gómez miembro, de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterpia del Niño y del Adolescente, da una idea al respecto. «Nos preocupa que los hijos no tenga ocupaciones de calidad y no se nos ocurre dejarle una caja de zapatos con cuatro objetos: las pinzas de la ropa, las ollas de la cocina... ¡Sorprende lo que inventan! Nosotros trabajamos con la 'caja de juegos': un poco de construcciones, 3-4 coches, pocos muñecos... Nada organizado», apunta el especialista. «Si no nos abobiamos, ellos suelen inventar y también desarrollan su capacidad de dramatizar situaciones... lo que llamamos 'teatrillos», añade.

Esto fomenta el aprendizaje de la expresión de los sentimientos. De ahí que las pantallas, tan presentes para todo en nuestros días, no sean la mejor opción. «Las pantallas ofrecen contenidos y nuestro cerebro se adapta a ellos; no los creamos por nosotros mismos», advierte Gómez.

De cualquier modo, como en todo, hay grados. Ana Gutiérrez recuerda que hay que buscar el equilibro para evitar irnos al otro extremo y que el niño se sienta «desatendido». Hay que mantener el equilibrio entre «compartir algo de tiempo de calidad juntos» (como con participar en juegos de mesa, hacer algo de deporte juntos, leer en voz alta cuentos, etc) y dejarles espacio. «Que los adultos dirijan siempre las actividades de los niños puede tener consecuencias negativas para su desarrollo al no posibilitar su autoconocimiento», recuerda.

«Si no nos agobiamos, ellos suelen inventar y también desarrollan su capacidad de dramatizar situaciones, lo que llamamos 'teatrillos'. Esto les ayuda a la expresión de las emociones»

Jordi a. gómez. Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente

Esto último es también una oportunidad para los adultos. El tiempo libre sin ocupaciones nos ayuda a reflexionar, a conocernos y a aprender a ser pacientes. Algo que los niños aún están en fase de aprender y los adultos en fase de tener que recordar.

En la sociedad de la inmediatez, la velocidad puede ser contraproducente. «Nos hace pensar, desde pequeños, que lo vamos a tener todo ya, que no hay que esperar y eso no es así. Una manera de evitar que los niños se acostumbren al 'todo ya' es limitando el uso de los recursos electrónicos como móviles y tablets», opina Gutiérrez. El secreto está en dosificar el aburrimiento y no dar una repuesta inmediata llenas de soluciones. Si se la damos nosotros, el mensaje será «todo es posible y no tienes nada que hacer paga ganártelo». Si le damos espacio, transmitimos la importancia de ser autónomos y que la paciencia tiene sus frutos.

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