León agita palmas y ramos

Miradas de ingenuidad, tímidas sonrisas y palmas arriba. Cientos, miles de niños han abarrotado las calles de León capital para acompañar el paso de La Borriquilla en un Domingo. Porque son ellos los verdaderos protagonistas de esta procesión, los que dan luz y color a la tradicional procesión de Las Palmas en el Domingo de Ramos.

Sol radiante en esta jornada en la que con enorme entusiasmo los más pequeños han alzado y agitado sus ramos de olivo y palmas, de diferentes colores y tamaños observando con curiosidad y cariño el paso de Jesús de Nazaret en su entrada en Jerusalén en la procesión más alegre de la Pasión leonesa.

"Ahora sí, agitad los ramos y palmas". Y León cumplió con la tradición. Porque aunque fueron casi imperceptibles las palabras por falta de megafonía, el Obispo de León ha bendecido los ramos a los pies de Botines en el acto central de esta procesión en conmemoración del pasaje bíblico en el que se narra esa entrada triunfal de Jesús a lomos de un pollino.

De nuevo Julián López se ha referido a los niños y niñas porque este es su día, por lo que les ha pedido que vivan la Semana Santa con alegría, tal y como corresponde a los más pequeños.

Un acto tras el que la Borriquilla, precedida por la corporación municipal, con el alcalde de León, Antonio Silván, a la cabeza, ha continuado la marcha por una abarrotada calle Ancha hasta la Catedral de León donde el obispo ha oficiado la misa.

Una procesión que ha sido una de las más concurridas de las que se recuerdan en los últimos años gracias a las altas temperaturas que acompañan este Domingo de Ramos en el que los vecinos de León han vivido con júbilo el triunfo de Cristo.

La Borriquilla

Realizada en el siglo XX en los talleres de Olot por encargo de las tres cofradías que por aquel entonces tenía la capital, Angustias, Jesús y Minerva, La Borriquilla llegaba a la capilla de Santa Nonia de León la noche del 1 de abril de 1944 para dar un nuevo impulso a la Semana Santa leonesa.

Aquejado por el paso del tiempo y las adversas condiciones climatológicas, el paso fue sometido hace apenas unos años a una restauración integral a pesar de que inicialmente la Junta Mayor de la Semana Santa de León barajo la compra de un paso escultórico nuevo, posibilidad que descartó ante las dificultades económicas.

Una intervención que se ha centró principalmente en el soporto de estuco que tras 70 años había perdido su adherencia y que, entre otros, ha permitido la restauración de la policromía original del paso así como la recuperación de la figura del apóstol abandonado en el Mercado de Ganados desde hace 30 años.