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El rollo de los presupuestos

Sánchez ha demostrado con este presupuesto no dedicado a León

Eduardo Fernández

Miércoles, 20 de octubre 2021, 16:12

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Cada vez que llega el mes de octubre cae como una maldición bíblica sobre los ciudadanos de esta provincia el cruce de acusaciones consabido sobre la insuficiencia de los Presupuestos Generales del Estado. A mí solo me produce más pereza que los presupuestos otro acontecimiento planetario cíclico: que el día de mi cumpleaños se alíen mi madre, mi mujer y mi hija justo cuando voy a entrarle a la tarta para recriminarme que estoy gordísimo. Que no habrá momentos en el año; pues para la murga de los presupuestos igual. No faltan en esta provincia quienes creen que este año es más inexistencia que insuficiencia, pero ya se sabe que la oposición es malísima y artera al envenenar al contribuyente. A pesar de lo que hemos sufrido los leoneses este año con la que caía con el covid y la crisis, no nos han eximido de semejante calvario. Dios les perdone a ellos por este flagelo ya los medios de comunicación por ponerle altavoz.

Apreciará el sagaz lector que apunto esto después de dejar la política, pero en honor a la verdad ya vengo diciendo que esto es un rollo desde hace dos décadas. En mi primer debate de presupuestos me di cuenta de que los que los defendían y los que los atacaban llevaban previamente ya escrito el manual de casa. A los políticos que se traen las réplicas escritas de antemano habría que mandarlos a galeras, porque el derecho de los ciudadanos a ver un debate de ideas y proyectos -supuesto que a algún ciudadano le quedasen aún ganas para ello- se vería falseado por los incapaces de la retórica que ni escuchan al adversario ni muestran autocrítica alguna. Los parlamentarios leoneses son -hemos sido, por la parte que me tocó- inasequibles al desaliento cuando llegan los presupuestos. Para los del Gobierno, la mejor coyuntura posible, para los de la oposición un insulto y una rémora para León. Para los ciudadanos, siempre insuficientes en atención a las necesidades reales. Desde el primer Presupuesto General del Estado hasta el bodrio de este año siempre va así. A los del partido del Gobierno cada presupuesto les estrecha la convicción de que los suyos son los buenos; a los de la oposición les amplia el convencimiento de que están más cerca del Gobierno, y mira que …. Siempre tuve la convicción de que a los ciudadanos les aburre y les ofende a partes iguales, y que mejor sería no hacer alarde porque queda mucho más por arreglar de lo que se haya podido solventar. Ahora eso hay que elevarlo al cubo, cuando todavía me resuena en los oídos los que harían los socialistas en cuanto pisasen moqueta en Moncloa con Torneros, el Emperador y el edificio nuevo de la Ciuden.

Sánchez ha demostrado con este presupuesto no dedicado a León que es fiel seguidor de la doctrina defendida por el gran novelista Eduardo Mendoza en El enredo de la bolsa y la vida cuando afirmaba que gastar dinero no entraba en su presupuesto. En los del Estado, gastar dinero en León no entra. Y lo mejor es que no es por ser liberal como Adam Smith cuando decía que el único presupuesto bueno es el equilibrado, porque éste tiene el mismo sentido del equilibrio que el blanqueamiento de los crímenes de ETA. Lo mejor es que Sánchez tampoco es keynesiano, acuérdense de que Keynes no era partidario de aumentar la presión fiscal en épocas de crisis porque disminuye la demanda global, vamos, que en León no queda un euro para el comercio local. Será que cuando haces crecer el precio de la electricidad hasta el infinito y más allá (el modelo energético Toy Story de la ministra de la transición injusta), ya se pierde la vergüenza total; como tampoco hay riadas de gente por la calle recordando aquella matraca que le sacaban al PP cuando la luz no costaba ni la mitad, lo de la pobreza energética y la gente que se moría en el invierno por no poder poner la calefacción, pues igual da ocho que ochenta, e igual da que te metan el hachazo que el triple hachazo en los presupuestos provinciales.

Hay gente tan sensible que no duda en aceptar el relato de Bildu, pero le molesta tener que votar una iniciativa parlamentaria para que los monumentos de León puedan iniciar el procedimiento para ser Patrimonio Mundial de la Unesco porque la presentó Vox. A ver si llega a buen puerto la iniciativa, que yo hubiera votado igualmente si proviniese de Unidas Podemos, pero la polarización leonesa tiene estas cosas, que las iniciativas no son buenas o malas per se, sino en función de a quién se le ocurren. Yo ya estaría en votar los presupuestos si fuesen buenos para León. E incluso simplemente si fuesen para León, pero cuando se comparan las cifras de nuestra tierra y de la tierra de los indepes que con su voto sostienen a Sánchez, casi mejor que los presupuestos los voten los catalanes. Y si eso, cuando me arreglen el ferrocarril entre Ponferrada y Astorga, de Feve ya para qué, cuando terminen los regadíos, cuando concluyan las autovías y nos dejen la provincia como si fuese Girona, ya que nos vuelvan a preguntar por los presupuestos.

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