Puigdemont exige a Aragonès que no negocie su causa judicial con Sánchez
El Govern niega que haya negociado los indultos y la situación legal del expresidente
Cristian Reino
Barcelona
Martes, 15 de febrero 2022, 14:58
Junts ha salido este martes con todo contra el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ayer pronunció una conferencia en el MNAC de Barcelona en la que puso sobre la mesa su apuesta por un independentismo más moderado, que tanto los de Puigdemont como la CUP y la ANC han rechazado un día después. El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido «respeto» al jefe del Ejecutivo catalán y le ha reclamado que no ponga su causa judicial en el marco de la mesa de negociación con el Gobierno central. «Con todo el respeto por el presidente Pere Aragonès, en mi artículo publicado en el Punt Avui el 14 de octubre de 2021 pedía respeto por la estrategia política del exilio», ha afirmado este martes el expresidente.
Aragonès, en la conferencia de ayer, emplazó a Sánchez a mover ficha en relación a Puigdemont. «Debemos forzar al Gobierno del Estado a moverse y a que empiece a hablar de propuestas que afronten realmente la raíz del problema. Cumplir con sus obligaciones no es una propuesta. Es necesario afrontar el problema como le exige el Consejo de Europa. Empezando por retirar las causas contra el presidente Puigdemont y el resto de políticos exiliados. Y acabando por encontrar una solución democrática al conflicto», aseguró en su alocución. Puigdemont ya advirtió semanas atrás que «no marchó al exilio para pedir el indulto» y reclamó que nadie hable por los dirigentes en el extranjero. «No hay salidas personales ni soluciones a medida de nadie», sostuvo el expresidente, que subrayó que no busca «ningún indulto anticipado». «Aragonès defendió la necesidad de buscar una solución para los exiliados», ha aclarado la portavoz del Govern, Patricia Plaja. «El president no dijo que debe negociarse nada ni que se esté negociando nada», ha aclarado.
En las filas postconvergentes, algunos de cuyos dirigentes acudieron a la conferencia de Aragonès, no sentó nada bien que el presidente de la Generalitat obviara a Puigdemont al citar algunos de los presidentes catalanes que a su juicio habían dejado un legado. Citó a Prat de la Riba, a Macià, Pujol y Maragall, pero no recordó a Puigdemont ni al 1-O. «No va ser del todo elegante», ha criticado el secretario general de Junts, Jordi Sànchez. A su juicio, Cataluña «no tiene un liderazgo fuerte». El Govern buscó ayer con la conferencia tratar de consolidar el perfil presidencialista de Aragonès, una estrategia que los postconvergentes han intentado erosionar este martes. Sànchez ha reclamado además «explicaciones» al presidente de la Generalitat. Según su versión, Aragonès dijo que ERC negoció con el Gobierno la concesión de los indultos a los presos independentistas. «Aragonès lo puso sobre la mesa como si no dijera nada. Si esto es así, los negociadores de ERC deberían detallar si hubo alguna cosas. En ningún momento ni yo ni nadie de los que estábamos en Lledoners me afirmaron que los indultos eran fruto de ninguna negociación política», ha asegurado en Catalunya Ràdio.
El Govern ha salido al paso y na negado que el jefe del Ejecutivo catalán vinculara lo indultos con la mesa de diálogo con el Gobierno. Dijo, según la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, que la victoria independentista del 14-F en las elecciones catalanas obligó al Estado a moverse con los indultos. «Con la victoria independentista del 14 de febrero de hace un año y la configuración de un Gobierno independentista y de progreso en el mes de mayo, las cosas se empezaron a mover. En junio se concedieron los indultos, un paso indispensable para dar confianza y ofrecer crédito a la voluntad negociadora del Estado. Y en septiembre se reunió de nuevo la mesa de diálogo», afirmó Aragonès. Plaja ha criticado que las fuerzas secesionistas se hayan ya desmarcado a las primeras de cambio de la llamada a la unidad de acción que lanzó ayer el presidente de la Generalitat. A su juicio, las críticas y los reproches «no suman».
En relación a la mesa de diálogo, el Govern insiste en presionar al Gobierno para que ponga fecha y hora a la próxima reunión. El compromiso entre ambos fue que el encuentro tuviera lugar a principios de año y el Ejecutivo catalán cree que aún están dentro del plazo previsto. «Se ha de fijar una fecha lo antes posible. Hace falta valentía y concreción», ha señalado Plaja.