Las familias de las víctimas por el accidente del Pozo Emilio piden «que paguen por lo que han hecho ya que a nuestros hijos no nos los van a devolver»

Siete años y medio después comienza en León el juicio por el accidente que el 28 de octubre de 2013 acabó con la vida de seis mineros que trabajaban en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa.

A las 10.00 horas de este lunes, 5 de abril, ha arrancado el juicio oral que determinará si el accidente era evitable y si existieron señales previas que alertaran de la peligrosidad de los trabajos que se realizaban en esa zona de la mina.

Antes de la entrada a los juzgados viudas, padres, hermanos, amigos y compañeros se han concentrado para reclamar «justicia» a través de pancartas y seis rosas rojas apoyadas en la barandilla de la entrada a los Juzgados de León.

«A nuestro hijo no nos lo van a devolver, que es lo único que quisiéramos, pero ya que eso no va a poder ser, que paguen lo que han hecho, que lo paguen, porque se podría haber evitado sin coste ninguno», aseguró este lunes la madre de Manuel Moure, uno de los seis mineros fallecidos en el pozo Emilio del Valle el 28 de octubre de 2013.

Los imputados en este caso son 16, entre ellos se sienta la cúpula de la Hullera Vasco Leonesa. Para cada uno de ellos el fiscal solicita penas de tres años y medio de prisión e indemnizaciones por un importe global de unos dos millones mientras las acusaciones particulares elevan sus peticiones hasta los seis años y medio de cárcel.

Los afectados reclaman la libre absolución y argumentan que el siniestro fue imprevisible. «Fue claramente fortuito y no se esperaba por nadie, ya que si no habría muerto ahí algún vigilante y algún delegado minero y los trabajadores no habrían entrado nunca» apunta a la entrada del juzgado la defensa de los vigilantes de la explotación minera.

Un juicio que se alargará hasta el día 19 de mayo, según los plazos establecidos por la jueza del penal 2 de León en el que además de los acusados declaran otros 70 testigos para esclarecer las muerte de los seis fallecidos que en el momento del escape de gas grisú se encontraban en la séptima galería del pozo.

Para el padre de Manuel Moure, que se llama igual que su hijo, el hecho de que la cúpula de la Hullera Vasco Leonesa esté sentada en el banquillo de los acusados «es algo increíble que nadie se esperaba, porque todos decían que a la empresa no se le hacía nada»

Este lunes ha comenzado el principio de un juicio que las familias de los mineros fallecidos llevan esperando desde hace casi siete años.