Teresa Ribas
El grupo conformado en León por diez personas difunde información sobre el Testamento Vital, un documento con instrucciones previas que manifiesta la voluntad de las personas sobre sus cuidados y tratamientos a recibir en la última etapa de su vida
El derecho a decidir sobre el final de la propia vida tiene quien lo defienda y lo difunda en León. En 2012 se constituía en la provincia el grupo Derecho a Morir Dignamente siguiendo el ejemplo de la asociación que bajo el mismo nombre se fundaba en el año 1984 a nivel nacional. Los avances en los derechos de los últimos años, con la Ley de Eutanasia como logro principal, han hecho si cabe más importante defender y difundir las medidas amparadas por la ley para que cada persona pueda decidir cómo quiere que se proceda en los últimos días de su vida en caso de no poder expresarse llegado el momento.
En este sentido, la figura del llamado Testamento Vital se convierte en fundamental. Aunque muchos hemos oído hablar de él, lo cierto es que este documento sigue siendo desconocido para otros tantos. El primer jueves de cada mes, los miembros del grupo DMD se reúnen en el Centro de Acción Social de León para difundir y explicar este proceso al que se han acogido hasta enero de este año 14.733 personas en Castilla y León. Teresa Ribas, la portavoz del grupo en León, nos habla sobre la realidad de la muerte digna en la provincia.
¿Qué es Derecho a Morir Dignamente León y quiénes lo conformáis?
El grupo DMD León forma parte de la asociación federal con sede en Madrid de la que dependemos al no ser grupo autonómico. Dicha asociación se fundó en el año 1984 y lleva 40 años de trayectoria defendiendo un final de vida digno. En León comenzamos a funcionar en 2012 y actualmente somos diez personas implicadas en el objetivo común de difundir los documentos de instrucciones previas, también llamado Testamento Vital, así como la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE). Además de difundir, asesoramos a las personas que acuden a nosotros cuando tienen alguna dificultad para realizar los trámites.
En tu caso personal como portavoz, ¿cómo llegaste a la plataforma y por qué motivo?
Influyó enormemente el tratamiento político social que se dio al caso del doctor Luis Montes, injustamente acusado y posteriormente absuelvo, de haber ayudado a morir dignamente y sin sufrimiento a algunos pacientes terminales en lo que se denominó 'Caso Leganés', centro en el que trabajaba . Decidí que cuando me jubilara dedicaría parte de mi tiempo a la organización que Luis Montes presidía y así empezó mi andadura.
¿Por qué es importante que exista esta plataforma en León?
Creemos sinceramente que ayudamos a la ciudadanía a ejercer su derecho a decidir cómo debe ser su final de vida, en el caso de que no puedan en esos momentos manifestarlo.
Nuestra labor divulgativa la ejercemos en sedes de Fundaciones, CEAS diversos, asociaciones de vecinos y demás, donde impartimos talleres acerca de las instrucciones previas e informamos sobre la ayuda para morir regulada por la LORE.
¿Qué es el Testamento Vital? ¿Para qué sirve y por qué es importante tenerlo?
Este documento está regulado por la Ley de autonomía del paciente, Ley 41/2002, artículo 11. Es un documento de instrucciones previas, un instrumento mediante el cual una persona mayor de edad, capaz y libremente, manifiesta su voluntad para que esta se cumpla si concurren circunstancias de salud en las cuales no pueda expresarse personal y adecuadamente sobre los cuidados y tratamientos a recibir. También decide sobre el destino de su cuerpo y la posible donación de sus órganos.
¿Cómo se puede realizar, a dónde hay que acudir?
Hay tres modos de otorgar el Testamento Vital: uno es haciéndolo ante tres testigos, dos de ellos sin vínculos familiares, y oficializarlo en cualquier oficina de registro. Creemos que para el público en general, es el método más complejo. Un segundo modo es ante notario, con coste económico variable; el tercero, actualmente el más utilizado, es registrarlo en los centros de salud, donde hay personal habilitado para ello.
Acerca de todo esto profundizamos en el punto informativo del Centro de Acción Social de Padre Isla, todos los primeros jueves de mes excepto en verano.
¿En qué consisten estos encuentros?
Informamos acerca de cómo cumplimentar el documento, qué aspectos son los más importantes a tener en cuenta o la conveniencia de tener representantes e intentamos responder a todas aquellas preguntas y cuestiones que los asistentes planteen.
La asistencia ha sido variable, pero bastante nutrida en general. En cuanto al perfil de los que acuden, en su mayoría es gente de mediana edad, más mujeres que hombres, casi siempre ya previamente informados acerca de esas instrucciones y con preocupación por el final de vida.
¿Manejáis datos de cuántas personas en la provincia de León lo tienen?
Tenemos datos oficiales de Castilla y León hasta enero de 2025. Hasta esa fecha, había 13.997 mujeres y 736 hombres. Lo que supone una tasa de 8,97 por 1.000 habitantes. Sabemos que desde que se registra el documento en los centros de salud la cifra ha aumentado considerablemente.
Desde la plataforma, ¿cómo creéis que España gestiona los procesos de muerte digna? El gran paso fue la ley de eutanasia, ¿se está aplicando correctamente?
Sí, la LORE ha sido un gran avance en nuestro país y ha facilitado un buen tránsito a bastantes personas. Las dificultades iniciales en su aplicación han impedido sin embargo un buen final a otras muchas que hubieran podido beneficiarse de dicha ley. Es un tema importante y complejo. Lo más llamativo son las grandes diferencias que existen entre las comunidades autónomas.
Hemos visto que hay dos factores fundamentales en esas dificultades: la objeción de conciencia de los profesionales -a veces más bien objeción de conveniencia-, y el diferente tratamiento por parte de las Comisiones de Garantía y Evaluación que tienen la última palabra en la resolución del largo procedimiento de aplicación de la ley. Esto lleva a prolongar excesivamente el tiempo de tramitación de la ayuda para morir, y que muchos pacientes fallezcan en el camino.
¿Qué reivindicáis a las instituciones?
Una de las reivindicaciones es establecer Observatorios de Muerte Digna en todas las comunidades autónomas, al modo de los existentes en Asturias, Cataluña y Navarra.
Otra sería tratar de acortar los trámites en la ayuda para morir, y vigilar el cumplimiento de la Ley. Es importante proteger el derecho a decidir libremente y de manera informada sobre el final de la vida, evitando la prolongación innecesaria de sufrimientos.