Un leonés logra una sentencia pionera en la caza española: 7.000 euros por un ataque de lobo
Un juzgado condena a la Junta de Castilla y León a pagar por no asumir los daños pese a haber sido alertada del ataque
La muerte de Wifi ha sido un antes y un después para la caza del país. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de León ha dictado la primera sentencia a nivel nacional que reconoce la responsabilidad de la administración por la muerte de un perro de caza tras un ataque de lobo. La resolución, firme y sin posibilidad de recurso, obliga a la Junta de Castilla y León a pagar 7.000 euros de indemnización, más intereses legales, y 600 euros en costas, al propietario del animal. El perro murió el 3 de febrero de 2024.
Wifi, el perro de casa propiedad de Diego Puebla, participaba en una cacería en Riello. La jornada se desarrollaba con normalidad en Salce, una pedanía del municipio de Riello que cuenta con múltiples cotos de caza donde se desarrollan diversas batidas durante todo el año. La jornada comenzó a las 11:00 horas de la mañana, y los perros, que salieron corriendo tras la presa, desaparecieron pocas horas más tarde. El ataque se produjo en una zona de monte con escasa cobertura. El propietario avisó a los agentes medioambientales, pero «no hicieron nada, y al final son daños de un particular que la Administración debía asumir», explica el letrado.
El juzgado ha considerado acreditado que la muerte fue causada por un lobo, apoyándose en un informe pericial veterinario que recogía los signos típicos de un ataque de este animal y la valoración económica del perro en función de sus cualidades como 'sabueso español'.
Una sentencia firme
Pese a la ausencia de señal GPS y otras dificultades propias del entorno, la magistrada concluye que existe prueba suficiente y que el daño es imputable a fauna silvestre, lo que activa la responsabilidad patrimonial de la administración autonómica.
El proceso fue dirigido por el abogado Jorge Carro, de Carro Hurtado Abogados, quien inició un expediente de responsabilidad patrimonial al considerar que la Junta debía responder «igual que lo hace con el ganado y los perros mastines», cuyos ataques por lobo sí están siendo indemnizados.
«Los perros de caza no se estaban pagando y en Castilla y León esta es la primera sentencia a favor y la primera que ganamos. Es un punto de inflexión importante respecto al tema del lobo y de los daños que ocasiona», subraya Carro. Una sentencia que no solo es pionera en el país sino que, en muchas ocasiones, abre los ojos ante una oportunidad de ser indemnizados por el daño causado en este tipo de situaciones que no estaban siendo valoradas a nivel general.
Indemnizaciones por daños necesarias
Carro afirma que muchas personas no denuncian porque el lobo es una especie estrictamente protegida y piensan que no van a sacar nada en claro. Sin embargo, añade que «es cierto que es difícil, pero nada es imposible. Si la Administración tiene responsabilidad por un daño causado a una persona, deberá indemnizar. Y así lo ha reconocido el juzgado».
El abogado señala que cada vez son más frecuentes los ataques en zonas como Omaña y áreas limítrofes con Asturias, especialmente contra perros de caza y anticipa que ya hay otro caso en marcha en Maraña.
Una puerta abierta a los avances
La sentencia abre la puerta a futuras reclamaciones por parte de propietarios de perros que sufran ataques similares. «Es un precedente importante. Los daños causados por fauna silvestre no desaparecen por proteger a la especie, si afectan a un particular y cumplen los requisitos legales, la Junta debe responder», insiste el abogado.