El Hospital de León presenta sus nuevas salas de respiro para hacerlo «lo más familiar posible»
Estos espacios se encuentran en la planta de Hematología y están destinados a los familiares de las personas ingresadas | «Anualmente tenemos unos 450 pacientes hospitalizados con tiempos de estancia superiores a uno o dos meses» comenta José Antonio Rodríguez, el jefe del servicio
El Hospital de León ha presentado esta mañana sus dos nuevas salas de respiro para los familiares de los enfermos, que están gestionadas por ALCLES (Asociación Leonesa con las Enfermedades de la Sangre) y que han sido equipadas y rehabilitadas por la Fundación Alimerka.
Las salas se encuentran en la planta octava del edifico Virgen Blanca, en el servicio de Hematología están enmarcadas dentro del proyecto de Humanización Hospitalaria.
Humanización de la sanidad
«Dentro del Plan Persona 2021-2025 estamos mejorando en la escucha activa, el trato y la comunicación de las necesidades de los pacientes y familiares» afirmaba Elena Bollo, la directora médica.
Las salas ya existían previamente, lo que se ha hecho ha sido remodelarlas «con frigorífico, televisión, juegos de mesa y todo lo necesario para hacerles más amena la estancia».
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Largas estancias
El servicio de hematología del Caule mantiene hospitalizados a unos 450 pacientes al año con tiempos de estancia que normalmente superan el mes o los dos meses, según confirmaba el jefe del servicio, José Antonio Rodríguez.
Por ello y debido al «estado complicado de salud» en el que se encuentran los pacientes «necesitan estar siempre acompañados por un familiar» ya que «el apoyo es básico».
Pero esto también puede ser complicado para los acompañantes «que viven situaciones muy duras dentro de las habitaciones y en ocasiones necesitan despejar y relajarse».
Espacios familiares
Estas salas sirven para «descansar y compartir momentos con otras personas que están pasando por una situación similar» continuaba Rodríguez. A lo que añadía la presidenta de Alcles, Nonia Alejandre Aguado-Jolis, que también «es importante contar con un sitio donde tomarte un café o una infusión».
O cualquiera de las cosas que se encuentran en las neveras y que llenan desde la Fundación Alimerka con todo lo necesario para «mejorar y acondicionar espacios para que sean lo más familiares posible» apostillaba Antonio Blanco Prieto, director de la Fundación Alimerka.
Mejorar los servicios
En eso coincidía también Nonia, que agradecía la cesión de espacios a la vez que exigía que se escucharan sus peticiones. «Sin los pacientes ni las asociaciones ninguno estaríais aquí, así que os pido que nos escuchéis más, solo queremos hacer cosas para que esto mejore» reivindicó.
El trabajo de las asociaciones fue valorado por José Antonio Rodríguez, que admitió que desde el personal del Caule «intentamos ofrecer lo mejor que tenemos, pero hay aspectos que se nos escapan». Es por eso que la colaboración con Alcles, que lleva más de 30 años, «ha sido un salto de calidad que nos ha ayudado a mejorar muchísimo y los pacientes lo notan».
