Consejos para familias numerosas en busca de la vivienda perfecta

Elegir vivienda es una de las decisiones más importantes que se toman a lo largo de la vida; no en vano, para la mayoría es la inversión más importante que se va a realizar. Cuando, además, se va a compartir con una familia numerosa, detalles como la ubicación, la distribución o las zonas comunes cobran especial importancia, si se quiere garantizar el espacio y la intimidad que cada uno necesita.

Dar con el inmueble perfecto puede ser complicado, en términos generales. Más especialmente si el número de personas en casa hace multiplicar los requerimientos. Sin embargo, priorizar las necesidades en la búsqueda de vivienda y seguir ciertos consejos puede ayudar a acercarse un poco más a esa casa ideal.

Cuando la familia crece, encontrar la ubicación más funcional, que permita perder poco tiempo en llegar al trabajo o dedicar el menor tiempo posible a llevar a los niños al colegio o las actividades extraescolares, cobra un especial valor. Si en otras circunstancias la localización del inmueble puede resultar secundaria, tanto que permite priorizar otras características, para una familia numerosa el tiempo es oro y la ubicación, calidad de vida.

Por esa razón, decidirse por la zona en la que se desea comprar es una elección de peso, que en todo caso va a depender de la capacidad logística de la familia, pero que puede hacer la vida más fácil. Una vez que se conoce la ubicación, será de utilidad un primer vistazo a los precios de venta en la zona, para hacerse a la idea de la inversión que se requiere o si hay que optar por otra localización menos funcional pero más económica.

Junto a esta primera batida, hay que analizar y concretar también el desembolso que se puede realizar. Es posible que el cambio de vivienda conlleve la venta del anterior, o la solicitud de una hipoteca. Conocer de antemano las posibilidades de financiación, así como los plazos de que se dispone, servirá también de ayuda para realizar una búsqueda más certera.

No son iguales las necesidades de una familia de cinco miembros que las de una de siete. Pero, en cualquier caso, la superficie del inmueble y el número de habitaciones van a resultar factores relevantes para marcar unas viviendas y descartar otras.

Un mayor número de habitaciones va a permitir adaptar mejor la casa al crecimiento de los hijos, y asegurar que cada uno, y también los progenitores, dispongan del espacio y la intimidad suficientes. En el otro lado de la balanza, cuantos más dormitorios posea la vivienda, más elevado será el precio, por lo que las posibilidades económicas son también en este aspecto una cuestión de peso.

En cualquier caso, si algo nos han enseñado los programas televisivos de diseño de interiores es que es que con buenas ideas es posible sacar espacio de donde parecía no haberlo. Recurrir a especialistas en interiorismo puede ser una opción para sacar el máximo partido a un inmueble que, por lo demás, pueda cumplir con el resto de las expectativas marcadas. Si, además, la casa dispone de una distribución funcional, la vida en familia será mucho más fácil.

El reparto de las habitaciones es solo uno de los retos con que se encuentran en su día a día las familias numerosas. De entre todos ellos, sin duda uno de los más relevantes es el uso del baño. Disponer de más de uno hará más fácil la rutina diaria, por lo que es otro de los factores que es recomendable priorizar.

Si el tamaño de las habitaciones puede ser relevante, especialmente si hay que compartirlas, no lo es menos el de los espacios comunes como el salón o la cocina, en los que se come y se pasa tiempo de ocio o de trabajo en compañía.

Además de las zonas comunes de la propia vivienda, las que puede ofrecer la comunidad, o las zonas exteriores del propio inmueble, puede suponer un desahogo para padres e hijos. Disponer de piscina o pistas deportivas en la finca le da a la vivienda nuevas posibilidades de ocio y descanso en familia más allá de los muros de casa, sin tener que desplazarse; y contar con un espacio que permita que los niños se muevan y jueguen de forma segura aporta también una dosis de tranquilidad.